Por unanimidad, la Cámara de Diputados avaló la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para garantizar el salario mínimo en establecimientos de servicio, como hoteles y restaurantes, y el blindaje de las propinas.
La modificación prohíbe a los empleadores cambiar la remuneración, que en ningún caso puede ser inferior al salario mínimo o salario profesional, por propinas o cualquier otro tipo de gratificación.
La reforma está dirigida principalmente a hoteles, restaurantes, bares, empresas deportivas, de entretenimiento, estaciones de servicio de combustible y otros establecimientos análogos.
Además del blindaje salarial, el dictamen busca una protección mayor a las propinas, prohibiendo a los empleadores la participación en estas gratificaciones.
Si bien las propinas formarán parte del salario, uno de los ajustes realizados en el pleno, es que no formarán parte del cálculo de las cuotas de seguridad social.
Por otra parte, los cambios a la Ley Federal del Trabajo establecen que las propinas deberán repartirse de manera equitativa y «la distribución se hará por parte de los propios trabajadores», y deberá considerar el tiempo y la función del empleado.
Para garantizar el cumplimiento de estos cambios, la reforma incorpora como obligación de la inspección del trabajo la verificación de que las propinas se entreguen a los trabajadores y la distribución sea equitativa.
«En caso de que existan discrepancias entre los trabajadores, los inspectores implementarán mecanismos de conciliación para alcanzar un acuerdo que garantice su distribución», indica una de las reservas aprobadas con el dictamen.
El dictamen fue enviado al Senado para su análisis y discusión. De las últimas iniciativas presentadas, esta es la que tiene mayor avance, sólo a falta del aval de la Cámara revisora.
1.8 millones tiene un empleo sin salario
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cierre del primer trimestre del año hay 1.8 millones de personas que tienen un trabajo subordinado, pero no cuentan con un salario; es decir, sus ingresos dependen de propinas o comisiones.
En lo que va del año, 193,000 personas se han sumado al trabajo subordinado con percepciones no salariales, la población empleada que no tiene un sueldo pese a contar un empleador.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), tan sólo los servicios de alojamiento y preparación de alimentos se emplean poco más de 35,000 personas con estas condiciones, y casi 40,000 se encuentran en servicios de esparcimiento, culturales y deportivos.