A partir de este lunes, entró en vigor en Estados Unidos una nueva normativa impulsada por la administración de Joe Biden que busca eliminar las llamadas “tarifas basura”, cargos ocultos que suelen agregarse al precio final de boletos, hospedaje y servicios de alquiler vacacional.
La medida obliga a empresas de sectores como la venta de entradas, hoteles y plataformas de hospedaje temporal a revelar desde el inicio del proceso de compra todos los costos adicionales, incluyendo cargos por procesamiento, limpieza o cualquier otro concepto que afecte el precio total.
Una de las compañías más señaladas por este tipo de prácticas, Ticketmaster, anunció que comenzará a mostrar el precio total de los boletos desde que los usuarios inician el proceso de compra. La empresa, filial de Live Nation y con sede en Beverly Hills, California, vende alrededor de 500 millones de entradas al año en más de 30 países, y controla cerca del 70 por ciento del mercado de boletos para conciertos en Estados Unidos.
La respuesta de Ticketmaster
Ticketmaster informó que implementará mejoras en su sistema de compra. Por ejemplo, los usuarios sabrán en qué lugar de la fila virtual se encuentran al iniciar sesión, y quienes esperen más de 30 minutos recibirán actualizaciones en tiempo real sobre la disponibilidad de boletos, rangos de precios y nuevas fechas agregadas para eventos.
“Ticketmaster ha promovido el precio total incluido como estándar nacional para que los fanáticos puedan comparar precios más fácilmente entre sitios de venta”, afirmó Michael Wichser, director de operaciones de Ticketmaster,
La empresa ha estado bajo el escrutinio público desde 2022, cuando colapsó su plataforma durante una preventa para la gira de Taylor Swift. Ticketmaster atribuyó el fallo a un aluvión de solicitudes de fans y a ataques automatizados de bots que buscaban acaparar boletos para reventa. Miles de usuarios perdieron sus entradas después de esperar durante horas en línea.
La presión legal también ha crecido. En 2023, el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó a Ticketmaster y Live Nation, acusándolos de operar un monopolio ilegal que afecta directamente los precios de los boletos. La demanda solicita su disolución y el caso sigue en curso.