Por: Emilio de Ygartua M.
Sheinbaum llama a movilizaciones si EE.UU. avanza con impuesto a remesas
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha convocado a la población mexicana a organizarse y movilizarse en caso de que Estados Unidos apruebe la imposición de un impuesto a las remesas enviadas por los migrantes a sus familias en México. Esta medida, propuesta por el presidente electo Donald Trump, representaría un duro golpe para millones de familias mexicanas que dependen de estos recursos para su subsistencia.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum calificó la propuesta como «discriminatoria y violatoria de los derechos de los migrantes», señalando que constituiría una doble tributación injusta, ya que los trabajadores mexicanos en Estados Unidos ya pagan impuestos en ese país. «No podemos permitir que se castigue económicamente a quienes sostienen a sus familias con el fruto de su trabajo honesto», enfatizó.
El gobierno mexicano estima que el impuesto propuesto podría afectar a más de 1.6 millones de hogares que reciben remesas regularmente, reduciendo significativamente su poder adquisitivo y agravando las condiciones de vulnerabilidad económica. Las remesas representan la segunda fuente de divisas más importante para México, superando incluso los ingresos por turismo.
La estrategia de movilización ciudadana incluiría manifestaciones pacíficas frente a consulados y embajadas estadounidenses, campañas de comunicación para visibilizar el impacto negativo de la medida, y la coordinación de esfuerzos con organizaciones de migrantes y defensores de derechos humanos en ambos lados de la frontera. Sheinbaum también ha hecho un llamado a los connacionales a comunicarse directamente con representantes políticos estadounidenses para expresar su rechazo a la propuesta.
«Defenderemos con firmeza los derechos de nuestros migrantes y sus familias. México no permanecerá pasivo ante políticas que buscan criminalizar la migración y castigar económicamente a nuestros compatriotas», concluyó la mandataria, quien ha instruido a la Secretaría de Relaciones Exteriores a preparar una respuesta diplomática contundente.
Vale señalar que todavía no ha sido aprobada esta iniciativa. Si seis republicanos votan en contra enn el Senado, esta ley puede ir a la congeladora. Por eso la convocatoria de Sheinbaum de enviar cartas y correos electrónicos a sus representantes en el Congreso para evitar que salga avante esta medida que significaría una pérdida superior a los 2 mil millones de dólares.
La propuesta discriminatoria de Trump
La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como discriminatoria e injusta la propuesta del presidente Donald Trump de establecer un impuesto a las remesas que, a juicio de la mandataria mexicana, lastimará gravemente la economía de muchas familias. Durante su intervención, Sheinbaum destacó que esta iniciativa representa una clara violación a los derechos de los migrantes mexicanos que trabajan honestamente en Estados Unidos.
La propuesta de Trump busca imponer un gravamen especial a las transferencias de dinero que los migrantes envían a sus familias en México, lo que según analistas económicos podría reducir hasta en un 20% los recursos que reciben millones de hogares mexicanos. Estos fondos son fundamentales para cubrir necesidades básicas como alimentación, educación y servicios de salud en comunidades con altos índices de vulnerabilidad económica.
«Esta medida no solo es discriminatoria por enfocarse específicamente en la comunidad mexicana, sino que ignora la enorme contribución económica que nuestros connacionales hacen a la economía estadounidense», señaló Sheinbaum, quien agregó que el gobierno mexicano utilizará todos los recursos diplomáticos y legales a su alcance para proteger los intereses de las familias afectadas por esta potencial política.
Vale señalar que al momento todavía no está aprobado este impuesto a los aranceles y que pudiera darse el caso de que si seis legisladores republicanos votán en contra está iniciativa iría al congelador por buen tiempo. Por ello, tiene lógica el exhorto de la presidenta de que los migrantes avecindados en el país vecino presionen a sus representantes para bloquear esta medica totalmente discriminatoria y con un objetivo muy claro, seguir «castigando a los migrantes».
Doble tributación: una medida injusta
Sheinbaum argumentó que esta medida constituye una doble tributación, lo que la convierte en una política discriminatoria que afectará directamente el bienestar económico de las familias que dependen de las remesas enviadas desde Estados Unidos.
La presidenta explicó que los migrantes mexicanos ya pagan impuestos sobre sus ingresos en territorio estadounidense, por lo que gravarlos nuevamente por enviar parte de ese dinero a sus familiares representa una clara injusticia fiscal. «Nuestros connacionales cumplen con todas sus obligaciones tributarias en el país donde trabajan. Imponerles un segundo gravamen por el simple hecho de apoyar a sus familias es completamente injusto y viola principios básicos de equidad fiscal», señaló durante su intervención.
Según estimaciones de la Secretaría de Hacienda, esta doble tributación podría reducir hasta en un 15% el valor neto de las remesas, lo que representa aproximadamente 6,000 millones de dólares anuales que dejarían de llegar a las comunidades mexicanas. Este impacto sería particularmente severo en estados como Michoacán, Jalisco, Guanajuato y Oaxaca, donde las remesas constituyen un pilar fundamental de la economía local.
Expertos en derecho internacional consultados por el gobierno mexicano coinciden en que esta propuesta podría contravenir diversos acuerdos bilaterales entre México y Estados Unidos, incluido el T-MEC, así como principios establecidos en convenios internacionales para evitar la doble imposición fiscal. Sheinbaum ha instruido a un equipo de especialistas para analizar las posibles vías legales para impugnar esta medida en caso de que avance en el proceso legislativo estadounidense.
Impacto en la economía familiar
La presidenta mexicana expresó su preocupación por el impacto que tendría este impuesto en la economía de muchas familias mexicanas que dependen de las remesas como fuente principal de ingresos para cubrir sus necesidades básicas.
Según datos oficiales, más de 1.6 millones de hogares en México reciben remesas regularmente, lo que representa aproximadamente el 5% del total de hogares en el país. Para muchas de estas familias, especialmente en comunidades rurales, estos envíos constituyen hasta el 80% de sus ingresos mensuales, destinándose principalmente a gastos de alimentación, educación, salud y mejoras en vivienda.
«No estamos hablando de lujos o caprichos», enfatizó Sheinbaum, «sino de recursos que permiten a niños asistir a la escuela, a ancianos recibir medicamentos y a familias enteras tener un techo digno». La mandataria presentó testimonios de familias en estados como Zacatecas y Guerrero, donde las remesas han permitido el desarrollo de pequeños negocios que generan empleo local y contribuyen a frenar la migración.
Un estudio reciente del Banco de México revela que por cada peso recibido en remesas, se generan 1.7 pesos adicionales en la economía local a través del consumo y la inversión. Esto significa que el impuesto propuesto no solo afectaría directamente a las familias receptoras, sino que tendría un efecto multiplicador negativo en las economías regionales, potencialmente incrementando los índices de pobreza en zonas ya vulnerables.
«Estamos ante una medida que podría revertir años de progreso en la reducción de la desigualdad en nuestras comunidades más necesitadas», concluyó la presidenta, quien solicitó a la Secretaría de Economía elaborar un informe detallado sobre el impacto potencial por región para presentarlo ante organismos internacionales.
Estrategia de movilización ciudadana
Como parte de las estrategias propuestas para revertir esta medida, Sheinbaum pidió a los inmigrantes enviar cartas y correos electrónicos a sus representantes populares en Estados Unidos para expresar su oposición a esta política.
La presidenta destacó la importancia de una movilización organizada y coordinada entre las comunidades mexicanas en Estados Unidos. «Es fundamental que nuestros compatriotas se unan, que participen activamente en las asociaciones comunitarias y que hagan oír su voz de manera pacífica pero contundente», señaló durante su conferencia.
Además, Sheinbaum propuso la creación de comités de defensa en cada ciudad con presencia significativa de mexicanos, los cuales tendrían la función de coordinar las acciones de protesta, difundir información veraz sobre el impacto del impuesto y facilitar asesoría legal a quienes pudieran verse afectados. La estrategia también contempla el uso de redes sociales para amplificar el mensaje y generar conciencia tanto en México como en Estados Unidos.
El gobierno mexicano, a través de la red consular, pondrá a disposición recursos informativos y apoyo logístico para estas movilizaciones. «No estamos solos en esta lucha. Contamos con aliados en organizaciones civiles, empresariales y políticas estadounidenses que también reconocen lo injusto de esta propuesta», afirmó la mandataria, quien enfatizó que la resistencia debe mantenerse dentro del marco legal y democrático.
Llamado a la acción directa
La presidenta hizo un llamado específico a las movilizaciones si Estados Unidos decide avanzar con la implementación del impuesto a las remesas, convocando a la comunidad mexicana y sus aliados a organizarse en defensa de sus derechos económicos.
«No vamos a quedarnos con los brazos cruzados ante medidas que afectan directamente el sustento de millones de familias mexicanas», enfatizó Sheinbaum durante su intervención. «Si es necesario, saldremos a las calles de manera pacífica pero contundente para defender el fruto del trabajo honesto de nuestros compatriotas».
Entre las acciones directas propuestas, la mandataria sugirió la organización de manifestaciones pacíficas frente a edificios gubernamentales estadounidenses, campañas de visibilización en redes sociales utilizando hashtags específicos, y jornadas informativas en plazas públicas de ciudades con alta población mexicana como Los Ángeles, Chicago y Houston.
Asimismo, Sheinbaum destacó la importancia de involucrar a figuras públicas, artistas y deportistas de origen mexicano para amplificar el mensaje. «Necesitamos que todas las voces se unan, que todos los sectores participen en esta defensa de lo que es justo», señaló, añadiendo que ya se han establecido contactos con diversas personalidades dispuestas a sumarse a la causa.
La presidenta también anunció la próxima publicación de un calendario de acciones coordinadas que incluirá fechas específicas para movilizaciones simultáneas en diversas ciudades de Estados Unidos y México, buscando generar un impacto mediático que evidencie el rechazo generalizado a la medida impositiva propuesta por la administración estadounidense.
Comunicación con representantes políticos
Sheinbaum enfatizó la importancia de que los inmigrantes mexicanos se comuniquen directamente con sus representantes populares a través de cartas y correos electrónicos, utilizando los canales democráticos disponibles para hacer escuchar su voz.
«Es fundamental que cada uno de nuestros compatriotas identifique a sus representantes en el Congreso estadounidense y les haga saber su postura sobre este injusto impuesto», indicó la presidenta, destacando que esta comunicación directa tiene un impacto significativo en las decisiones políticas.
El gobierno mexicano, a través de sus consulados, proporcionará información detallada sobre cómo contactar a senadores y congresistas según el distrito de residencia, así como modelos de cartas que pueden ser adaptadas por los migrantes. La presidenta sugirió incluir en estas comunicaciones testimonios personales sobre el uso de las remesas y cómo el impuesto afectaría directamente a familias vulnerables en México.
Además, Sheinbaum recomendó a la comunidad mexicana solicitar reuniones con los equipos de trabajo de sus representantes, participar en foros públicos donde estos asistan y utilizar las redes sociales para visibilizar el tema. «Cuando un legislador recibe cientos o miles de mensajes sobre un mismo asunto, se ve obligado a prestarle atención», explicó la mandataria.
La estrategia también contempla la creación de un sistema de seguimiento para documentar las respuestas de los legisladores estadounidenses y coordinar acciones adicionales cuando sea necesario. «Esta batalla se ganará con la fuerza de nuestras voces unidas y el uso efectivo de los mecanismos democráticos», concluyó Sheinbaum.
Defensa de los derechos de los migrantes
Las estrategias propuestas por la presidenta buscan defender los derechos de los trabajadores migrantes mexicanos y proteger el flujo de remesas que constituye una fuente vital de ingresos para millones de familias en México.
Sheinbaum ha destacado que los migrantes mexicanos en Estados Unidos no solo tienen derechos laborales, sino también derechos civiles que deben ser protegidos independientemente de su estatus migratorio. Su administración ha comenzado a fortalecer la red consular mexicana para ofrecer mayor asesoría legal y apoyo directo a quienes enfrentan discriminación o violaciones a sus derechos fundamentales.
El gobierno mexicano está trabajando con organizaciones de derechos humanos internacionales para documentar casos de abusos y presentar recursos legales cuando sea necesario. «Nuestros compatriotas contribuyen significativamente a la economía estadounidense y merecen un trato digno y respetuoso», enfatizó la presidenta durante su anuncio.
En cuanto a las remesas, la mandataria presentó datos que demuestran que estos envíos representan más del 4% del PIB mexicano, superando incluso los ingresos por exportaciones petroleras. Estos recursos se destinan principalmente a gastos esenciales como alimentación, educación y servicios de salud, convirtiéndose en un mecanismo efectivo de bienestar social que beneficia directamente a las comunidades más vulnerables.
La defensa de estos derechos se articula no solo como una cuestión diplomática, sino como un asunto de justicia social y económica que afecta directamente a millones de familias en ambos lados de la frontera. Por ello, la estrategia integral incluye componentes legales, políticos, sociales y educativos para proteger tanto a los migrantes como al importante flujo económico que generan.
Coordinación de esfuerzos binacionales
La respuesta de Sheinbaum incluye la coordinación de esfuerzos entre las comunidades mexicanas en Estados Unidos y las autoridades mexicanas para crear una estrategia integral que contrarreste los efectos negativos de esta política arancelaria.
Esta cooperación binacional contempla la creación de comités de defensa en ciudades con alta población mexicana, donde líderes comunitarios trabajarán directamente con funcionarios consulares para organizar foros informativos, asesoría legal y campañas de concientización sobre los impactos del impuesto a las remesas.
El gobierno mexicano ha anunciado la asignación de recursos adicionales para fortalecer la red consular, específicamente para ampliar los servicios de protección y asesoría a connacionales. Estos recursos permitirán la contratación de más asesores legales especializados en derecho migratorio y fiscal estadounidense.
Además, se están estableciendo canales de comunicación directa entre las secretarías de Relaciones Exteriores, Economía y Hacienda con organizaciones de migrantes para coordinar acciones conjuntas y compartir información estratégica. «La unidad entre nuestros compatriotas en Estados Unidos y las instituciones mexicanas será nuestra mayor fortaleza», señaló Sheinbaum durante una videoconferencia con líderes comunitarios de Los Ángeles, Chicago y Houston.
Esta estrategia también contempla la participación activa de académicos y especialistas en comercio internacional de ambos países, quienes están desarrollando estudios técnicos que demuestran el impacto negativo que tendría esta medida para ambas economías, proporcionando argumentos sólidos para la defensa legal y diplomática.
Resistencia organizada contra políticas discriminatorias
La presidenta Claudia Sheinbaum estableció un marco de resistencia organizada contra lo que considera políticas discriminatorias, llamando a la movilización ciudadana y al uso de los mecanismos democráticos para revertir el impuesto a los aranceles propuesto por Donald Trump.
Esta resistencia incluye la formación de comités de defensa en las comunidades mexicanas más afectadas por estas medidas, tanto en Estados Unidos como en México. Sheinbaum ha instado a organizaciones civiles, académicos y líderes comunitarios a unirse en un frente común para documentar el impacto negativo de estos aranceles y presentar argumentos sólidos ante organismos internacionales.
El plan de resistencia contempla también campañas informativas en medios de comunicación y redes sociales para concientizar sobre las consecuencias económicas y sociales de estas políticas. «No permitiremos que nuestros compatriotas sean utilizados como moneda de cambio en juegos políticos», enfatizó la mandataria durante su conferencia semanal.
Adicionalmente, se han establecido mesas de trabajo con representantes del sector empresarial mexicano-estadounidense, quienes han manifestado su preocupación por el deterioro en las relaciones comerciales que estas medidas podrían provocar. La resistencia organizada busca no solo proteger las remesas, sino también defender la dignidad y el aporte económico de la comunidad migrante en Estados Unidos.
Emilio Romano, presidente de la Asociación de Bancos de México:
«El impuesto a las remesas es discriminatorio»
El presidente de la Asociación de Bancos de México, Emilio Romano, en la misma linea de la presidenta Claudia Sheinbaum, calificó de discriminatorio el impuesto de 3.5% que busca aplicar el gobierno del presidente Donald Trump a todas las remesas enviadas al extranjero, «una medida más contra los migrantes y que además debe calificarse de una doble tributación.» México recibe más 60 mil millones de dólares lo que significa que EU se quedará con más de 2 mil millones de dólares que en nada ayudarían a sanar la muy enferma economía de esa nación.
Impacto económico del impuesto a las remesas. El impuesto del 3.5% sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos representa un golpe significativo para la economía mexicana. Con más de 60 mil millones de dólares recibidos anualmente en remesas, esta medida permitirá que el gobierno estadounidense recaude más de 2 mil millones de dólares a costa de los migrantes mexicanos.
Estos 2 mil millones de dólares que se quedarán en Estados Unidos «en nada ayudarán a sanar la muy enferma economía» estadounidense, según señala el presidente de la Asociación de Bancos de México.
Doble tributación: un problema grave
Emilio Romano, presidente de la Asociación de Bancos de México, ha calificado esta medida como un caso claro de doble tributación. Los migrantes mexicanos ya pagan impuestos sobre sus ingresos en Estados Unidos, y ahora se les impondrá un gravamen adicional del 3.5% sobre el dinero que envían a sus familias.
Esta situación representa una carga fiscal injusta para millones de trabajadores mexicanos que, en muchos casos, laboran en condiciones precarias y con salarios bajos. Según estudios recientes, los migrantes mexicanos contribuyen anualmente con más de 8 mil millones de dólares en impuestos federales y estatales en Estados Unidos, demostrando su aporte significativo a la economía estadounidense.
Impuesto sobre ingresos. Los migrantes ya pagan impuestos federales y estatales sobre sus ingresos en Estados Unidos.
Estos incluyen impuestos sobre la renta, seguridad social y Medicare, contribuyendo significativamente a los sistemas de recaudación estadounidenses a pesar de no recibir todos los beneficios asociados a estos pagos.
Impuesto adicional del 3.5%. El nuevo gravamen se aplicará específicamente a las remesas enviadas al extranjero.
Para una familia que envía regularmente 500 dólares mensuales, este impuesto representará una pérdida de 17.50 dólares por envío, sumando 210 dólares anuales que dejarán de llegar a familias mexicanas que dependen de estos recursos para cubrir necesidades básicas.
Impacto en las familias. Las familias receptoras en México recibirán menos dinero debido a este nuevo impuesto.En estados como Michoacán, Oaxaca y Guerrero, donde las remesas representan hasta el 10% del PIB local, esta reducción afectará directamente el consumo, la educación y la salud de miles de familias que utilizan estos recursos como principal fuente de ingresos.
Expertos en derecho internacional y organizaciones de defensa de migrantes han señalado que esta práctica de doble tributación podría incluso violar acuerdos comerciales existentes entre México y Estados Unidos, como el T-MEC, que establece principios para evitar la doble imposición fiscal en transacciones transfronterizas.
Carácter discriminatorio de la medida
Para Emilio Romano, esta medida tiene un claro carácter discriminatorio, ya que está dirigida específicamente contra los migrantes. El impuesto afecta desproporcionadamente a las comunidades migrantes que envían dinero a sus países de origen, siendo los mexicanos uno de los grupos más numerosos.
El presidente de la Asociación de Bancos de México ha enfatizado que esta política forma parte de una serie de medidas hostiles implementadas por el gobierno del presidente Donald Trump contra la comunidad migrante, especialmente la mexicana.
Impacto en la economía mexicana. Las remesas representan una fuente vital de ingresos para millones de familias mexicanas. Con más de 60 mil millones de dólares recibidos anualmente, estos fondos contribuyen significativamente a la economía local y nacional, ayudando a reducir la pobreza y promoviendo el desarrollo en comunidades que dependen en gran medida de estos recursos.
En 2023, México se consolidó como el segundo mayor receptor de remesas a nivel mundial, solo superado por India. Estos flujos monetarios representan aproximadamente el 4% del PIB nacional, superando incluso los ingresos generados por la exportación de petróleo y el turismo en muchos períodos.
La distribución regional de estos recursos es particularmente notable: estados como Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Estado de México y Oaxaca reciben los mayores volúmenes, con algunas comunidades rurales donde las remesas constituyen hasta el 20% de la economía local. Este flujo constante de recursos ha permitido mejorar significativamente las condiciones de vida en zonas tradicionalmente marginadas.
Multiplicador económico. El efecto multiplicador de las remesas en la economía mexicana es considerable. Por cada peso recibido en remesas, se genera una actividad económica adicional estimada en 3 pesos a través del consumo, inversiones y el desarrollo de pequeños negocios. Este dinero circula rápidamente en las economías locales, beneficiando a comercios, servicios y generando empleo indirecto.
Estudios del Banco de México han documentado que las familias receptoras de remesas tienen mayor acceso a servicios financieros, mejores indicadores de salud y mayores tasas de escolaridad, especialmente entre niños y jóvenes. Esto representa una inversión directa en capital humano que tiene efectos positivos a largo plazo para el desarrollo nacional.
El impuesto a las remesas amenaza con desestabilizar este frágil ecosistema económico, reduciendo el poder adquisitivo de las familias receptoras y potencialmente disminuyendo el flujo total de remesas si los migrantes buscan canales informales para evitar el gravamen, lo que también podría incrementar los riesgos asociados con transacciones no reguladas.
Postura de la Asociación de Bancos de México
La Asociación de Bancos de México, bajo el liderazgo de Emilio Romano, ha expresado su firme oposición a esta medida impositiva. Romano ha calificado el impuesto como «discriminatorio» y ha señalado que representa una forma de doble tributación para los migrantes mexicanos.
La asociación está analizando el impacto económico detallado que tendrá esta medida tanto para los remitentes como para los receptores de las remesas, y está considerando posibles acciones para mitigar sus efectos negativos.
Emilio Romano ha manifestado que esta medida afectará negativamente a millones de familias mexicanas que dependen de las remesas para cubrir sus necesidades básicas, y ha instado al gobierno mexicano a tomar una postura firme en defensa de los intereses de sus ciudadanos.
Consecuencias para las familias receptoras
El impuesto del 3.5% sobre las remesas tendrá un impacto directo en las familias mexicanas que dependen de estos envíos para su subsistencia. Para muchos hogares, especialmente en zonas rurales y comunidades con altos índices de migración, las remesas constituyen la principal fuente de ingresos.
Reducción del poder adquisitivo. Las familias recibirán menos dinero debido al impuesto, lo que disminuirá su capacidad para cubrir gastos básicos como alimentación, vivienda y servicios.
Impacto en la educación. Muchas familias utilizan las remesas para financiar la educación de sus hijos, por lo que esta reducción podría afectar las oportunidades educativas de miles de jóvenes mexicanos.
Efectos en la salud. El acceso a servicios médicos y medicamentos también podría verse comprometido, especialmente para aquellas familias que dependen exclusivamente de las remesas para cubrir gastos de salud.
Perspectiva económica más amplia
El impuesto a las remesas no solo afecta a nivel individual a los migrantes y sus familias, sino que también tiene implicaciones macroeconómicas para México. Las remesas representan una de las principales fuentes de divisas para el país, superando incluso a los ingresos por turismo o exportaciones petroleras en algunos períodos.
Llamado a la acción y posibles respuestas
Ante esta situación, el presidente de la Asociación de Bancos de México ha hecho un llamado al gobierno mexicano para que tome medidas diplomáticas y económicas que protejan los intereses de los migrantes mexicanos y sus familias. Romano ha señalado la urgencia de establecer un frente común entre instituciones públicas y privadas para enfrentar esta medida que considera injusta y perjudicial. Entre las posibles respuestas que se están considerando se encuentran:
- Negociaciones bilaterales para revisar esta medida impositiva, aprovechando los canales diplomáticos existentes y los acuerdos comerciales como el T-MEC
- Exploración de mecanismos alternativos para el envío de remesas que minimicen el impacto del impuesto, incluyendo nuevas tecnologías financieras y acuerdos específicos con instituciones bancarias estadounidenses
- Implementación de programas de apoyo para las familias más afectadas por esta medida, con énfasis en comunidades rurales donde las remesas representan el sustento principal
- Posible presentación de recursos legales ante organismos internacionales argumentando el carácter discriminatorio de la medida, incluyendo la Organización Mundial del Comercio y tribunales internacionales
- Desarrollo de campañas informativas dirigidas a los migrantes sobre opciones financieras que podrían ayudar a mitigar el impacto del impuesto
- Establecimiento de mesas de diálogo permanentes con autoridades estadounidenses para buscar excepciones o modificaciones a la medida
Expertos en derecho internacional han señalado que existen precedentes para impugnar medidas impositivas que pueden considerarse discriminatorias contra grupos específicos, lo que podría abrir una vía legal para cuestionar este impuesto.
Las Apuestas Fallidas de Trump
Prospectiva, basada en el análisis del economista Gerardo Esquivel (El País. 25 de mayo 2025) sobre las medidas económicas del presidente Donald Trump y su transición hacia la moderación tras los efectos negativos en la economía estadounidense, ofrece a nuestros lectores un panorama de lo que dentro y fuera de los Estados Unidos estánn significando las decisiones del mandatario de esa nación, afianzado en una doctrina sustenta en el nacionalismo y el proteccionismo mercantil que evidencia el fin de un modelo liberal que por décadas abanderó esa nación.
Las políticas proteccionistas implementadas por la administración Trump, particularmente los aranceles impuestos a productos chinos y de otros países, son presentadas como una estrategia para fortalecer la manufactura estadounidense y reducir el déficit comercial. Sin embargo, como señala Esquivel, estas medidas no lograron los resultados prometidos.
Los aranceles elevaron los costos para empresas y consumidores estadounidenses, provocaron represalias comerciales de socios importantes, y generaron incertidumbre en los mercados financieros. Adicionalmente, el impacto en el sector agrícola fue especialmente severo, con los agricultores estadounidenses enfrentando una caída en las exportaciones y una reducción significativa en sus ingresos.
Ante el deterioro económico y la presión de diversos sectores productivos, la administración Trump se vio obligada a moderar su postura, negociando acuerdos comerciales más equilibrados y ofreciendo subsidios para compensar las pérdidas de sectores afectados, evidenciando los límites prácticos de las políticas comerciales agresivas en una economía globalizada.
El Contexto de los Aranceles de Trump
En 130 días, Donald Trump ha impuesto una serie de aranceles como parte de su estrategia comercial, prometiendo que estas medidas fortalecerían la economía estadounidense y protegerían los empleos domésticos. Sin embargo, el análisis de Gerardo Esquivel revela que estas políticas han tenido consecuencias imprevistas que han llevado a una reconsideración de su aplicación.
Los aranceles impuestos por Trump comenzaron en 2018 con gravámenes del 25% sobre el acero y 10% sobre el aluminio, afectando a socios comerciales como Canadá, México y la Unión Europea. Posteriormente, se extendieron a productos chinos por valor de más de $360 mil millones, en lo que se convirtió en una de las mayores guerras comerciales de la historia reciente. Trump justificó estas medidas bajo el argumento de «seguridad nacional» y como respuesta al supuesto «abuso comercial» por parte de China y otros países.
Esquivel señala que estas decisiones, actualizadas, no surgieron en el vacío, sino que responden a promesas electorales específicas dirigidas a estados industriales del llamado «cinturón del óxido», donde la pérdida de empleos manufactureros había generado un profundo descontento. La retórica de Trump sobre «América Primero» y la revitalización industrial encontró eco en estos votantes, aunque los economistas advertían sobre los riesgos de adoptar políticas proteccionistas en una economía globalizada.
Es importante destacar que, contrario a la narrativa oficial, el déficit comercial de Estados Unidos aumentó durante la primer administración Trump, alcanzando $916 mil millones en 2020, el nivel más alto desde 2008. Esta contradicción entre los objetivos declarados y los resultados obtenidos constituye, según Esquivel, uno de los elementos centrales para entender por qué eventualmente se produjo un giro hacia posiciones más moderadas en la política comercial estadounidense.
Los Efectos Negativos en la Economía Estadounidense
Las medidas arancelarias implementadas por Trump han generado efectos adversos significativos en la economía de los Estados Unidos. Estos impactos negativos han sido tan pronunciados que han forzado una transición hacia políticas más moderadas, alejándose de la retórica comercial agresiva que caracterizó los primeros años de su administración.
Según el análisis de Esquivel, los aranceles están provocando un aumento de costos para las empresas manufactureras estadounidenses que dependían de insumos importados. Este incremento en los costos de producción redujo la competitividad de las compañías americanas en los mercados globales, contrario a lo que la administración Trump había prometido. Las cadenas de suministro internacionales, construidas durante décadas de globalización, sufrieron disrupciones significativas que resultaron en ineficiencias y pérdidas económicas estimadas en billones de dólares.
Los agricultores estadounidenses serán particularmente afectados por las represalias comerciales de China y otros socios. Las exportaciones agrícolas suelen caer drásticamente cuando estos países imponen aranceles a productos como la soja, el maíz y la carne de cerdo, obligando al gobierno a implementar programas de ayuda de emergencia valorados en más de $28 mil millones para compensar las pérdidas del sector agrícola.
El mercado laboral también experimenta consecuencias negativas. Estudios económicos citados por Esquivel demuestran que, contrario a la retórica oficial, por cada empleo creado en los sectores protegidos por aranceles, se pierden aproximadamente tres empleos en industrias que utilizaban esos materiales como insumos. El costo estimado por cada puesto de trabajo «salvado» en la industria del acero superó el millón de dólares, una cifra económicamente insostenible según los expertos.
Adicionalmente, los consumidores estadounidenses enfrentan precios más altos en numerosos productos de consumo diario. Contrario a la afirmación de Trump de que «China pagaría los aranceles», los estudios económicos confirmaron que entre el 80% y el 100% del costo de estos impuestos tendrá que ser absorbido por compradores e importadores estadounidenses, trasladándose eventualmente a los precios finales y contribuyendo a presiones inflacionarias que comenzaron a manifestarse incluso antes de la pandemia de COVID-19.
La Transición Hacia la Moderación
Esquivel documenta cómo las políticas de Trump han evolucionado hacia una postura más moderada, reconociendo implícitamente que las medidas iniciales no produjeron los resultados esperados. Esta moderación representa un cambio significativo en el enfoque económico de la administración, alejándose de las posturas más confrontacionales del pasado.
La evolución comenzó a evidenciarse cuando la Casa Blanca empezó a negociar excepciones a los aranceles para ciertos países aliados como Canadá y México, especialmente tras la firma del acuerdo T-MEC que reemplazó al NAFTA. Según Esquivel, estos ajustes no fueron presentados como rectificaciones, sino como «victorias estratégicas» que permitían mantener la narrativa proteccionista mientras se aliviaban las presiones económicas internas.
Los datos analizados por el economista muestran que para finales de 2019, aproximadamente un 30% de las medidas arancelarias más severas habían sido modificadas o suavizadas a través de exenciones, períodos de gracia extendidos o negociaciones bilaterales. Esta flexibilización coincidió con la creciente presión de grupos empresariales estadounidenses que reportaban dificultades operativas y pérdidas financieras directamente atribuibles a la guerra comercial.
Particularmente notable fue el cambio en la retórica oficial hacia China. Aunque públicamente se mantuvo un discurso de firmeza, las negociaciones que llevaron al «Acuerdo Fase Uno» en enero de 2020 revelaron una disposición pragmática para encontrar compromisos, alejándose del enfoque de confrontación total que caracterizó los primeros años. Esquivel señala que este viraje respondió también a consideraciones electorales, buscando evitar que los efectos negativos de la guerra comercial impactaran las perspectivas de reelección.
¿Moderación Permanente o Pausa Temporal?
La pregunta central que plantea Esquivel es si esta moderación en las políticas arancelarias representa un cambio permanente en la estrategia económica de Trump o simplemente una pausa temporal antes de retomar medidas más agresivas. Esta incertidumbre tiene implicaciones importantes para los mercados internacionales y las relaciones comerciales globales.
Impacto en las Relaciones Comerciales Internacionales. Las políticas arancelarias de Trump han afectado profundamente las relaciones comerciales de Estados Unidos con sus socios internacionales, como muestra el análisis de Esquivel.
Tensiones Comerciales Globales. Las medidas arancelarias generaron conflictos significativos con socios comerciales clave, especialmente China, alterando las cadenas de suministro globales.
Consecuencias Económicas. Sectores como la agricultura sufrieron represalias comerciales, dañando tanto la economía doméstica como la posición estadounidense en mercados internacionales.
Hacia la Moderación. La eventual moderación en las políticas, según Esquivel, refleja un reconocimiento de los efectos negativos y la necesidad de recalibrar las relaciones comerciales globales.
Consecuencias para los Consumidores Estadounidenses. Uno de los efectos más directos de los aranceles ha sido el aumento de precios para los consumidores estadounidenses. Esquivel señala que estas medidas, diseñadas para proteger la industria doméstica, han resultado en costos más altos para las familias americanas, contribuyendo a la presión inflacionaria y reduciendo el poder adquisitivo.
El Análisis Económico de Gerardo Esquivel
Gerardo Esquivel presenta un análisis detallado que demuestra cómo las apuestas económicas de Trump han fallado en cumplir sus objetivos declarados. Su evaluación proporciona evidencia empírica de que las políticas arancelarias han sido contraproducentes, llevando a la administración a reconsiderar su enfoque comercial.
En su estudio, Esquivel destaca tres factores clave que evidencian el fracaso de la estrategia comercial trumpista. Primero, los datos revelan que el déficit comercial con China, lejos de reducirse como se prometió, aumentó significativamente durante los primeros tres años de la administración. Segundo, la imposición de aranceles no logró revitalizar el sector manufacturero estadounidense, y por el contrario, provocó un estancamiento en la creación de empleos industriales desde 2019. Tercero, el costo de estas medidas fue absorbido principalmente por los importadores y consumidores estadounidenses, no por los exportadores extranjeros como se había argumentado.
El economista subraya que las estadísticas económicas muestran un impacto negativo en el PIB estadounidense estimado entre 0.3% y 0.7% anual durante el periodo más intenso de la guerra comercial. Los sectores agrícolas, particularmente los productores de soja y maíz, sufrieron graves pérdidas debido a las represalias de China, obligando al gobierno a implementar programas de subsidios de emergencia que costaron miles de millones a los contribuyentes. Estos resultados, según Esquivel, confirman las advertencias que numerosos economistas habían formulado desde el inicio de estas políticas comerciales agresivas.
Además, el análisis señala que la erosión de la confianza empresarial y la incertidumbre generada por los constantes cambios en la política comercial resultaron en una reducción significativa de la inversión de capital en sectores clave de la economía. Esquivel concluye que la eventual moderación en la retórica y las políticas comerciales de la administración Trump hacia finales de su mandato representa un reconocimiento tácito del fracaso de su estrategia inicial, aunque este cambio nunca fue admitido públicamente por razones políticas.
Lecciones Aprendidas y Perspectivas Futuras
El análisis de Esquivel ofrece importantes lecciones sobre los riesgos de implementar políticas comerciales proteccionistas sin considerar completamente sus consecuencias económicas. La experiencia de Trump ilustra cómo las medidas que parecen beneficiosas en teoría pueden tener efectos adversos significativos en la práctica económica real.
Entre las principales lecciones destaca la comprensión de que en una economía globalizada, las acciones unilaterales tienden a provocar respuestas igualmente perjudiciales de los socios comerciales. Las represalias de China demostraron que incluso una economía tan poderosa como la estadounidense no puede imponerse sin sufrir consecuencias. Además, el estudio revela que la disrupción de las cadenas de suministro globales genera costos ocultos para las empresas nacionales que dependen de insumos importados.
Desde una perspectiva futura, Esquivel sugiere que cualquier administración debería considerar enfoques más multilaterales para abordar las preocupaciones comerciales legítimas. La formación de coaliciones con aliados que comparten intereses similares podría resultar más efectiva que las confrontaciones directas. También recomienda implementar políticas graduales con evaluaciones constantes de impacto, lo que permitiría ajustes antes de que los daños económicos se vuelvan severos.
El economista también enfatiza la importancia de desarrollar programas de apoyo más efectivos para los sectores y trabajadores realmente afectados por la competencia internacional desleal, en lugar de implementar medidas arancelarias generales que terminan perjudicando a toda la economía. Según sus proyecciones, las políticas que fomentan la innovación, la educación y la recalificación laboral tendrían un impacto más positivo en la competitividad económica estadounidense que las barreras comerciales.
Finalmente, Esquivel advierte que ignorar estas lecciones podría repetir ciclos de políticas económicas contraproducentes en el futuro. Su análisis sugiere que la transparencia sobre los verdaderos costos y beneficios de las políticas comerciales es esencial para tomar decisiones informadas que realmente beneficien a la economía nacional en su conjunto.
Conclusiones del Análisis de Gerardo Esquivel
Esquivel concluye que las apuestas fallidas de Trump en materia de aranceles han demostrado la importancia de basar las políticas económicas en evidencia empírica sólida. La transición hacia la moderación, aunque tardía, sugiere un reconocimiento de que las medidas iniciales fueron erróneas. La pregunta sobre si esta moderación será permanente o temporal permanece abierta, con implicaciones significativas para el futuro de la política comercial estadounidense.
En su análisis final, Esquivel destaca cómo estas políticas arancelarias constituyeron un experimento económico de gran escala con resultados predominantemente negativos. Los datos recopilados durante este período muestran un deterioro en múltiples indicadores económicos: desde la ralentización del crecimiento manufacturero hasta el incremento en los precios para los consumidores estadounidenses. Particularmente preocupante fue el impacto en los agricultores americanos, quienes sufrieron pérdidas significativas debido a las represalias comerciales de China y otros socios comerciales.
El economista también señala las contradicciones inherentes en la narrativa que acompañó estas políticas. Mientras se promovían como medidas para «proteger» la economía nacional, simultáneamente se generaban disrupciones en las cadenas de suministro que resultaron perjudiciales para numerosas industrias estadounidenses. Este contraste entre la retórica y los resultados tangibles subraya la necesidad de un enfoque más sofisticado hacia los desafíos del comercio internacional.
Mirando hacia el futuro, Esquivel sugiere que cualquier retorno a políticas proteccionistas similares podría generar efectos aún más adversos, ya que los socios comerciales ahora están mejor preparados para implementar contramedidas. Su análisis propone que un enfoque más constructivo debería centrarse en reformas estructurales internas, inversión en innovación, y colaboración internacional para abordar prácticas comerciales desleales. Finalmente, recomienda una mayor transparencia en la comunicación de los costos reales de las políticas comerciales, permitiendo así un debate público más informado sobre estas cuestiones económicas fundamentales.
Trump versus Harvard
La administración del presidente Donald Trump ha sido objeto de intensos debates debido a sus políticas de inmigración y su enfoque hacia las universidades, especialmente aquellas con una larga tradición de inclusión y diversidad, como la Universidad de Harvard. Las recientes acciones del presidente, que incluyen la anulación de programas de intercambio y la posible revocación de estatus legal para estudiantes internacionales, no solo han generado preocupación en el ámbito académico, sino que también ofrecen una ventana a la ideología ultra nacionalista que caracteriza su gobierno. Prospectiva examina las implicaciones de estas acciones en un contexto más amplio, poniendo énfasis en la xenofobia y el nacionalismo que han sido rasgos distintivos de su administración.
El conflicto entre la administración Trump y Harvard se intensificó cuando el presidente firmó una orden ejecutiva que limita severamente los visados para estudiantes extranjeros, afectando a más de 7,000 alumnos internacionales solo en esta institución. La Universidad de Harvard, junto con otras instituciones de élite como MIT y Stanford, ha respondido con demandas legales, argumentando que estas políticas no solo perjudican a los estudiantes, sino que debilitan la posición de Estados Unidos como líder global en educación superior e investigación científica.
Las medidas específicas contra Harvard incluyen la investigación sobre sus programas de diversidad, cuestionamientos sobre sus fuentes de financiamiento internacional y amenazas de reducción de fondos federales para investigación. Expertos en políticas educativas señalan que estas acciones forman parte de una estrategia más amplia que busca consolidar una visión de América centrada en valores tradicionalistas y excluyentes, rechazando el multiculturalismo que instituciones como Harvard han promovido durante décadas.
El Departamento de Estado, bajo la dirección de Trump, también ha cancelado acuerdos de cooperación académica con países considerados «adversarios», afectando programas de intercambio con China, Irán y varios países latinoamericanos. Estas decisiones han sido criticadas no solo por su impacto en la comunidad académica internacional, sino también por sus potenciales efectos negativos en la diplomacia cultural y científica estadounidense, áreas donde históricamente el país ha ejercido un liderazgo considerable.
Los defensores de estas políticas argumentan que buscan proteger la seguridad nacional y los intereses económicos estadounidenses. Sin embargo, análisis económicos recientes estiman que la reducción de estudiantes internacionales podría costar a la economía estadounidense más de $41 mil millones anuales y la pérdida de aproximadamente 450,000 empleos directos e indirectos en el sector educativo y servicios relacionados.
El contexto de la política educativa de Trump
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha promovido una agenda que prioriza la “América Primero”, con un enfoque particular en la reducción de la inmigración y la defensa de lo que él considera valores estadounidenses tradicionales. La educación superior, que históricamente ha sido un espacio de intercambio cultural y académico, se ha visto amenazada por un clima de desconfianza hacia los estudiantes internacionales.
La declaración del presidente, donde acusa a Harvard de promover antisemitismo y comunismo, refleja una tendencia más amplia hacia la criminalización de la diversidad en las instituciones académicas.
La amenaza a la comunidad académica internacional
Con un 27.2% de su población estudiantil compuesta por extranjeros, Harvard representa una comunidad vibrante y multicultural. La decisión de Trump de amenazar con cancelar el estatus legal de estos estudiantes no solo afecta a la universidad, sino que también envía un mensaje de advertencia a otras instituciones.
Los educadores y alumnos externos, que participan en un intercambio de conocimiento esencial para el avance académico, también se encuentran en la mira de una administración que busca simplificar y nacionalizar el sistema educativo.
La reacción judicial y el camino a seguir
Orden judicial de California. Un juzgado de California ha emitido una orden para prohibir la cancelación del estatus legal de los estudiantes internacionales.
Resistencia a políticas excluyentes. Este acto judicial subraya la resistencia que existe frente a políticas que pueden ser consideradas como violaciones de derechos fundamentales y principios de inclusión.
Desafío continuo. La clarificación de los límites de la autoridad federal en temas de educación continúa siendo un desafío, especialmente con la posibilidad de que estas medidas sean replicadas en otras universidades, como Columbia.
Xenofobia y nacionalismo: Un análisis crítico
Las acciones del presidente Trump encajan dentro de un marco ideológico más extenso caracterizado por la xenofobia y el nacionalismo extremo. La acusación de antisemitismo y la llamada a modificar las prácticas de admisión otorgan un trasfondo ideológico que busca dividir en lugar de unir.
El intento de promover una visión monolítica de lo que significa ser estadounidense contradice la esencia misma de la diversidad que ha hecho a Estados Unidos un país líder en educación y cultura.
Consecuencias a largo plazo para el sistema educativo
Deterioro del clima académico. Las implicaciones de las políticas de Trump podrían tener efectos duraderos en la comunidad académica. Si otras universidades comienzan a seguir su ejemplo, el clima de seguridad y bienvenida para estudiantes internacionales podría deteriorarse gravemente.
Impacto en la reputación institucional. Esto no solo afectaría la reputación de las instituciones educativas, sino que también podría obstaculizar la innovación y el desarrollo intelectual, elementos clave para la competitividad de Estados Unidos en el ámbito global.
El valor de la diversidad en la educación superior
La diversidad en las aulas universitarias no es simplemente una cuestión de inclusión social, sino un componente fundamental para la calidad educativa. Los estudiantes internacionales aportan perspectivas únicas, enriquecen el debate académico y preparan a todos los alumnos para un mundo globalizado.
Las políticas que amenazan esta diversidad no solo perjudican a los estudiantes extranjeros, sino que empobrecen la experiencia educativa de todos los estudiantes estadounidenses, limitando su exposición a diferentes culturas y formas de pensamiento.
El impacto económico de las políticas restrictivas
Más allá del aspecto educativo, las políticas restrictivas hacia estudiantes internacionales tienen un impacto económico significativo. Los estudiantes extranjeros contribuyen sustancialmente a la economía estadounidense a través de matrículas, alojamiento, y otros gastos.
Según diversos estudios económicos, la presencia de estudiantes internacionales genera miles de empleos y aporta miles de millones de dólares anualmente a la economía estadounidense. Las políticas que reducen esta población estudiantil podrían tener consecuencias económicas negativas para las comunidades universitarias y más allá.
La respuesta de la comunidad académica
Movilización estudiantil. Estudiantes organizan protestas y campañas de concienciación
Declaraciones institucionales. Universidades emiten comunicados defendiendo a sus estudiantes internacionales.
Alianzas estratégicas. Formación de coaliciones entre instituciones educativas para presentar un frente unido
Acciones legales. Presentación de demandas y recursos legales contra las políticas restrictivas
La comunidad académica no ha permanecido pasiva ante estas amenazas. Desde rectores hasta asociaciones estudiantiles, se ha generado un movimiento de resistencia que busca proteger los valores fundamentales de la educación superior.
Visión prospectiva
Las acciones de Donald Trump contra Harvard y la población estudiantil internacional deben ser vistas como parte de una estrategia más amplia de políticas ultra nacionalistas. Con una clara inclinación hacia la xenofobia, su administración ha desafiado los principios fundamentales de inclusión y diversidad que han sido piedras angulares de la educación superior.
A medida que la resistencia judicial continúa en el contexto de estas políticas, es crucial que la comunidad académica, junto con los defensores de los derechos humanos, permanezca vigilante y active en la defensa de un sistema educativo que celebre la diversidad en lugar de suprimirla. La educación no solo debe ser un espacio de conocimiento, sino también un bastión de igualdad y respeto para todos.