El gobierno más ultranacionalista de la historia de Israel ha logrado finalmente envenenar de odio a gran parte de la sociedad israelí y de partidos de la oposición, que asisten impasibles a la aniquilación de la Franja de Gaza y de sus dos millones de habitantes palestinos, aterrorizados por los bombardeos y la hambruna.
Este lunes 26 de mayo pasará a la historia del Estado judío, fundado hace 48 años, como uno de los más negros, con miles de ultranacionalistas celebrando la anexión de la Ciudad Vieja de Jerusalén a Israel, en 1967, al grito de “muerte a los árabes” o “el alma de los judíos es pura, la de los árabes es un asco”.
Mientras tanto, los asediados hospitales de Gaza volvieron a llenarse de cadáveres y heridos, en medio de llantos, el caos y la desesperación por la falta de medicinas y anestesia, y la misma pregunta: ¿Por qué nos hace tanto daño Israel? o ¿por qué el mundo no hace nada para parar el genocidio?
La última masacre ocurrió la madrugada de este lunes, durante el bombardeo israelí de una escuela, donde se refugiaban personas desplazadas en la Ciudad de Gaza.
Videos del suceso muestran un gran incendio, cuerpos de niños entre los escombros y a uno de ellos intentando escapar del fuego; pero el que ha dado la vuelta al mundo es la del edificio incendiado y la imagen a contraluz de una niña, deambulando como un fantasma, antes de ser rescatada.
Ward Jalal al Shiek Jalil, pasó en minutos de dormir junto a su familia, a perderla tras el ataque israelí. La madre y los seis hermanos de la pequeña murieron por el bombardeo, mientras que su padre se encuentra en estado crítico en la UCI de un hospital.
“¿Había alguien más contigo?”, le preguntaron a Ward Jalal en el vídeo difundido por Al Jazeera después de que varios paramédicos la rescataran, despierta y consciente. “Mi madre estaba allí”, dijo la menor, señalando a las llamas y los escombros. Cuando le mencionaron si conocía el paradero de sus hermanos, respondió entre lágrimas: “No lo sé”. Su vida se salvó gracias a que quedó bajo el hueco de una losa.
El Ejército israelí dijo, al igual que en otras ocasiones sin aportar pruebas, que la escuela funcionaba como un supuesto centro de comando y control de militantes de Hamás y la Yihad Islámica, desde donde recopilaban información para sus ataques. La ONU considera un crimen de guerra y de lesa humanidad bombardear escuelas y hospitales, en las circunstancias que sean.
No muy lejos de allí, en Yabalia, una de las pocas viviendas que siguen en pie fue destruida en otro bombardeo, matando a otras 15 personas, entre ellas miembros de una misma familia y desplazados que habían acogido porque no tenían donde dormir.
“Son nazis”: el grito de un activista israelí
Apenas 75 al norte de Yabalia, en la parte vieja de Jerusalén (que los palestinos reclaman como la capital del futuro Estado palestino) una turba de jóvenes colonos escupen a una mujer palestina, que tiene que ser escolta por policías, mientras una activista israelí les grita a su correligionarios judíos “¡ustedes son los nazis!”.
Poco después la policía les echa a él y a sus compañeros de la Ciudad Vieja, asegurando que uno de ellos atacó a un policía y que no podrán protegerles en caso de que los colonos les ataquen.
“¡No pueden lidiar con los pequeños fascistas que hay ahí y nos dicen a nosotros que nos vayamos!”, dice llorando Sigal Hagari, de 62 años, una de las activistas; cada vez más acosados y más minoritarios.
“No exageren”, el canciller alemán
El canciller alemán, Friedrich Merz, admitió este lunes que el sufrimiento de los civiles en Gaza ha alcanzado unas dimensiones que llevan a que ya no pueda ser justificado por Israel con la lucha del terrorismo del grupo islamista Hamás, pero adelantó que su gobierno no se sumará al boicot de armas que lidera España, con escaso éxito.
“Lo que ahora hace el Ejército israelí en Gaza sinceramente no entiendo cuál es el objetivo. Hacer sufrir de esta manera a la población civil, como ha ocurrido de forma creciente en los últimos días, es algo que ya no se puede justificar con la lucha contra el terrorismo de Hamás”, dijo.
Merz avanzó que esta semana hablará con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre la situación y repetirá el mismo mensaje que ya le ha transmitido en otras ocasiones a puerta cerrada: “no exageren” (con información de EFE).