Columna: CulturArte

Padre, protector y defensor

Por:María Elodia Zurita Argáez

¡Feliz día para todos los padres! Los padres merecen ser festejados y no solamente un día del año; todos los días deben ser reconocidos por los esfuerzos que hacen para sacar adelante a toda la familia. Felicito a los padres, tíos, abuelos que asumen ese rol con amor, sacrificio, entrega. Es importante señalar que fueron las mujeres quienes promovieron el día para celebrar a los padres, específicamente Louise Smart Dood, a principios del siglo pasado. En México se celebra desde la década de los 50´s.

La figura paterna no puede ser sustituida, por lo menos no en el aspecto emocional; probablemente una mujer pueda suplir las necesidades físicas y/o materiales del padre, pero nunca podrá suplir el aspecto emocional.

Profesionales de la psicología coinciden en que la ausencia del padre provoca una afectación emocional que se puede traducir en adolescentes con autoestima baja; imposibilidad para relacionarse con los demás; a veces puede llegar a la ansiedad, bajo rendimiento escolar, incapacidad de cumplir con metas; intolerancia, agresividad; falta de empatía, relaciones inestables; necesidad de llamar la atención; sin sentido de pertenencia e identidad, entre otros, y aunque no es el caso que se presenten todos, alguno tendrá prevalencia o algunos.

En la actualidad, los casos de parejas separadas o divorciadas son mayores que en décadas pasadas; por esta razón debe ser una prioridad para ambos padres que esta situación no impacte tanto en la vida de los hijos. ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué importa tanto la ausencia del padre?

La importancia del padre de familia no estriba únicamente en ser proveedor; el padre de familia significa protección; en la mente de los niños implica un respaldo, de algún modo los hijos sienten seguridad y la combinación de ambos padres les proporciona un sentido de bienestar. Los padres juegan un papel fundamental en el desarrollo de los hijos y su aportación es esencial para complementar, con su visón, aspectos que se pierden cuando los hijos crecen sin esa otra perspectiva.

A Dios doy gracias por ser mi padre. / Por tus reproches y consejos. / Por el bien que me enseñaste / y de mi ser siempre cuidaste. / Por ser padre bondadoso, / lleno de paz y sabiduría. / Porque amas la verdad. / Justicia y rectitud en demasía. / Por ser mi padre amado / y enseñarme la caridad. / Sentimientos nobles te cubren. / No conoces la maldad.

Caballero noble y parco, / me enseñaste a luchar. / Aspirando siempre a lo más alto y a mis sueños no renunciar. / Por aborrecer todo lo malo. / Por tus celestiales valores.

Por guiarme de la mano / en senderos llenos de flores.

Poema “A mi padre”, atribuido a Pablo Neruda.

¡Qué esta sea una semana productiva para todos!