Francisco Uribe/Villahermosa
El jueves, el gobierno federal incautó 231 bovinos en dos ranchos ubicados en los municipios de Tuxtla Chico y Metapa de Domínguez, Chiapas, debido a la falta de documentos.
El cierre de la frontera sur, a la introducción de ganado a México, ha sido un reclamo que desde hace décadas han venido realizando productores tabasqueños, ante los graves problemas que representa para el hato mexicano.
Personal de las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) de la Defensa Nacional (Defensa) y de Hacienda y Crédito Público (SHCP) –a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT)– con el apoyo del gobierno del estado de Chiapas, aplicó un embargo precautorio, situación que fue aplaudida por productores locales.
De acuerdo con fuentes de inteligencia mexicana, por la frontera con Guatemala, cada año entran a México de forma ilegal entre 800 mil y 1 millón de reses.
El ingreso de esos animales, sin pasar por controles sanitarios, representa un riesgo tanto para la salud de las personas como para el ganado mexicano.
Tanto líderes como ex dirigentes ganaderos advierten del riesgo que esto representa, dado que en esas condiciones no hay forma de certificar que los animales están libres de brucelosis o de tuberculosis bovina, infecciones comunes en el ganado de Centroamérica.
En ese sentido, el presidente de la Asociación Ganadera Local de Balancán, Alfonso Narciso Gómez Cámara manifestó que el hato mexicano se pone en riesgo con la introducción de ganado extranjero, ya que corren el riesgo de ser contagiados con enfermedades como el gusano barrenador, la brucelosis.
Admitió que, en México, existen ambas enfermedades en el ganado, pero en algunos estados están en fase de erradicación, en otros están en fase de control y un par se consideran libres de brucelosis (Sonora y Baja California Sur).
También el expresidente de la Unión Ganadera Regional de Tabasco, Adán Merodio Hernández afirmó que desde su gestión como líder ganadero siempre denunció que se debería cerrar la frontera sur a la introducción de animales centroamericanos, para no poner en riesgo al hato bovino mexicano.
CIFRA
800 a 1 millón de animales bovinos ingresan al año por la frontera sur a México.