Ernesto D’Alessio, actor y cantante con una trayectoria sólida en el espectáculo mexicano, rompió el silencio con una contundente declaración que cimbró a la prensa y dejó al descubierto el estigma persistente alrededor de la orientación sexual de los famosos.
“Si soy gay, déjenme en paz”, lanzó sin titubeos ante las cámaras, luego de ser cuestionado, una vez más, sobre su vida íntima.
Durante un encuentro con medios como parte de la promoción de Alberto, El Musical, obra en la que comparte créditos con Kalimba y Santaella, el hijo de Lupita D’Alessio fue directo, certero y sin concesiones.
Las preguntas sobre su sexualidad, lejos de incomodarlo, lo llevaron a abrir un espacio de reflexión sobre el prejuicio disfrazado de curiosidad mediática.
“Cuando se cuestiona mi orientación sexual, ¿lo perciben como una forma de respeto o como una ofensa?”, interrogó D’Alessio a un reportero. La respuesta fue tajante: “Ofensa”.
El actor replicó de inmediato con una claridad que desarma cualquier doble discurso: “¿Te parece correcto eso? Si yo fuera homosexual no tendría nada de malo. A mí no me molesta. Yo estoy perfectamente claro de quién soy”.
Ernesto D´Alessio recuerda el look que tenía al principio de su carrera
El también cantante, que debutó hace décadas con un estilo que desafiaba los estereotipos masculinos convencionales, recordó.
“Desde que saqué mi primer disco, con el pelo larguito y la cara muy finita… soy un tenor alto, pero ligero. Entonces claro que en el escenario, cuando bailo, tengo movimientos afeminados, digamos, y no me molesta”.
Más allá de defenderse, Ernesto desmontó, con inteligencia, el tono condescendiente de ciertas preguntas.
“Al parecer, hay personas que cuando cuestionan mi orientación sexual me lo dicen como si fuera algo malo. Hay que tener cuidado”, advirtió, visiblemente molesto pero sin perder la elocuencia.
La prensa lo presionó. Él respondió con una lógica implacable: “¿O yo me estoy metiendo en tu cama?”. Y fue más allá. Si fuera gay, dijo, ni él ni su pareja tendrían por qué ser foco de señalamientos.
¿Lupita D´Alessio lo apoyaría si fuera gay?
“Y si soy gay y tengo una novia, pues déjenla en paz a ella. Yo siempre he tenido buen gusto. Mi mamá me abrazaría”, expresó con afecto hacia su madre, la cantante Lupita D’Alessio, quien ha sido testigo de su evolución personal y profesional.
El trasfondo de este episodio revela más que una molestia personal: expone la necesidad de cuestionar cómo se abordan los temas de identidad sexual en el medio artístico.
Ernesto no negó ni afirmó nada. Lo que hizo fue más poderoso: desactivó el prejuicio desde el lugar donde más duele, desde la lucidez de alguien que no se siente aludido por etiquetas, sino por la intencionalidad con la que se formulan ciertas preguntas.
Su intervención fue, en realidad, una llamada de atención a los medios, a la sociedad y al entretenimiento. Una advertencia clara: la orientación sexual no es terreno de especulación morbosa.
“Estoy consciente de quién soy”, sentenció. Y esa frase, dicha por un artista que ha vivido a la sombra de los reflectores desde joven, encierra una madurez que muy pocos se atreven a exhibir frente a un micrófono.