26 de julio Día Mundial del Manglar
Tabasco posee una superficie de más de 45 mil hectáreas de este tipo de vegetación, principalmente a lo largo de la costa del Golfo de México que incluye a los ríos Grijalva y Usumacinta, así como las lagunas y áreas protegidas como la Biosfera Pantanos de Centla, lamentablemente en riesgo.
Francisco Uribe/Villahermosa
Ayudar a controlar inundaciones, proteger contra huracanes y evitar problemas de erosión como los que las costas de Tabasco sufren en estos momentos, son sólo alguna de las funciones que cumplen los manglares.
No obstante, estos ecosistemas se han visto afectados por la expansión de la frontera para las actividades de desarrollo turístico, agrícola, acuícola, ganadero y urbano, así como la tala inmoderada y problemas de contaminación, la principal causa de la pérdida de cerca del 50 por ciento de los manglares en Tabasco, según estimaciones de instituciones ambientales y especialistas en materia de suelos.
La celebración del Día Mundial del Manglar, este 26 de julio, lleva a reflexionar sobre la importancia de conservar esta especia de árbol, un ecosistema vital que brindan numerosos beneficios ecológicos, económicos y sociales, incluso son una solución para detener el impacto por el cambio climático y evitar los problemas graves de erosión que las costas del estado padecen.
Por ello, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reconoce la necesidad de la preservación de los manglares, ya que es crucial para la biodiversidad y también es fundamental para el bienestar de las comunidades locales que dependen de ellos para su sustento y cultura.
En Tabasco, la superficie de más de 45 mil hectáreas de manglares, se distribuye principalmente a lo largo de la costa del Golfo de México, abarcando una extensión considerable que incluye las zonas de los ríos Grijalva y Usumacinta, así como las lagunas costeras.
Estos ecosistemas se encuentran en varias áreas protegidas, como la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, el sello distintivo más representativo de ese deterioro ambiental.
Ejemplo, en la revista de investigación científica Xuxulkab’, investigadores de la máxima casa de estudios señalan que a pesar de que los manglares son ecosistemas de alto valor ecológico y económico, en México, el 35 % de los humedales han sido alterados, lo que ha impulsado la adopción de medidas de conservación, como la adhesión a la Convención de Ramsar y la creación de reservas de biosfera.
Los estudios arrojan que, en Pantanos de Centla, se registra una disminución del 51 % en la superficie de manglares de 1986 a finales de 2023.
En resumen, los manglares de Tabasco son ecosistemas vitales que brindan numerosos servicios ecológicos, económicos y sociales. Su definición y características únicas, junto con su ubicación y extensión, subrayan la necesidad de proteger y conservar estos valiosos recursos naturales.
FUNCIONES ECOLÓGICAS
Los manglares son ecosistemas únicos que se encuentran en zonas intermareales, donde el agua dulce de los ríos se encuentra con el agua salada del mar. En Tabasco, estos ecosistemas juegan un papel crucial en la sostenibilidad ambiental, social y económica.
PROTECCIÓN CONTRA LA EROSIÓN
Una de las funciones más importantes de los manglares es su capacidad para proteger las costas de la erosión. Las raíces de los árboles de mangle actúan como una barrera física que estabiliza el suelo y previene la pérdida de tierra en áreas vulnerables. Este fenómeno es especialmente crucial en Tabasco, donde las costas son susceptibles a la erosión debido a factores naturales y humanos, como tormentas, marejadas y el cambio climático.
“Los manglares reducen la fuerza del oleaje y la energía de las tormentas, actuando como un amortiguador natural. En caso de huracanes o tormentas tropicales, los manglares pueden disminuir la velocidad del viento y las olas, lo que ayuda a proteger las comunidades costeras y la infraestructura”, sostiene el maestro David Jesús Palma López, Investigador en Colegio de Postgraduados Campus Tabasco.
Sin embargo, como consecuencia de la perdida de manglares, en los últimos años, las playas de Tabasco se han visto afectadas por el cambio climático, debido a que el mar ha ganado terreno sobre la zona costera, afectando a localidades como El Bosque, en Centla; el Alacrán, en Cárdenas; y Barra de Tupilco, en Paraíso.
Esto ha sonado las alarmas de las comunidades que se encuentran en los 191 kilómetros del litoral tabasqueño, donde habitan 92 mil 500 habitantes, los cuales se han visto afectadas en otro momento, esto debido a que la marea llega con mayor fuerza, mientras iba ocupando tierras aledañas a la costa, tragándose a más de un centenar de casas.
Un estudio realizado por la Universidad Autónoma de México indica que la pérdida de manglares en las costas de Tabasco ha aumentado la vulnerabilidad de las comunidades a desastres naturales, destacando la importancia de conservar estos ecosistemas para mitigar los efectos de los fenómenos climáticos extremos.
HÁBITAT PARA LA BIODIVERSIDAD
Los manglares son considerados uno de los ecosistemas más productivos del planeta, y en Tabasco, albergan una rica biodiversidad. Proporcionan un hábitat esencial para numerosas especies de flora y fauna, incluyendo peces, crustáceos, aves y mamíferos. Las raíces sumergidas de los árboles de mangle ofrecen refugio y áreas de reproducción para muchas especies marinas, lo que resulta en un ecosistema vibrante y funcional.
En el Colegio de Postgraduados (Colpos) campus Tabasco se realizan investigaciones para conocer cuál es la situación de los manglares en el estado.
En el estado de Tabasco existen alrededor de más de 45 mil hectáreas de manglar distribuido por mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle negro (Avicennia germinans), mangle blanco (Laguncularia racemosa), y mangle botoncillo.
VITALES
Los manglares son ecosistemas propios de latitudes tropicales y subtropicales de vital importancia para el medio ambiente. Están presentes en más de 100 países, pero solo cubren un 0,1% de la superficie de la Tierra 764 mil 486 hectáreas de manglar existen en México.
Se distribuyen en cinco regiones:
Pacífico Norte (Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit), Pacífico Centro (Jalisco, Colima y Michoacán), Pacífico Sur (Guerrero, Oaxaca y Chiapas), Golfo de México (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco) y Península de Yucatán (Campeche, Yucatán y Quintana Roo).
TABASCO
45,000 hectáreas de manglares actualmente.
85,000 existían hasta hace dos décadas.
51% se ha reducido la superficie manglera en Pantanos de Centla.
Causas: deforestación, contaminación y cambio de uso del suelo.
TIPOS DE MANGLAR
Las cuatro especies de mangle que tiene nuestro país son: mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle prieto (Avicenniagerminans) y mangle botoncillo (Conocarpuserectus).
FUNCIONES PRINCIPALES
Protección costera:
Las densas raíces de los mangles ayudan a frenar la erosión costera, reduciendo el impacto de las olas y las mareas altas, así como protegiendo las zonas terrestres cercanas de inundaciones.
Regulación del clima:
Los manglares son sumideros de carbono excepcionales, almacenando grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera, lo que ayuda a mitigar el cambio climático.
Biodiversidad:
Ofrecen un hábitat vital para una gran variedad de especies marinas, aves migratorias y otras especies terrestres, contribuyendo a la riqueza de la biodiversidad en las zonas costeras.
Mejora de la calidad del agua:
Los manglares actúan como filtros naturales, ayudando a remover sedimentos, contaminantes y nutrientes del agua, mejorando la calidad del agua en las zonas costeras.
Apoyo a la pesca:
Los manglares son zonas de crianza y alimentación para muchas especies de peces y crustáceos, lo que es fundamental para la pesca artesanal y comercial.
Fuente: Conafor, Colpos, UJAT