Redacción
Vidulfo Rosales Sierra, abogado que durante más de una década ha acompañado a las familias de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, anunció que concluye su etapa en el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, donde trabajó por 24 años.
En un comunicado emitido desde Tlapa, Guerrero, el 19 de agosto, Rosales agradeció al director del centro, Abel Barrera, así como a las comunidades indígenas y afromexicanas con las que colaboró, destacando que Tlachinollan fue “la casa que me albergó y me forjó como defensor y abogado”.
La noticia coincide con la difusión de una fotografía en la que Rosales aparece dentro del equipo de asesores que acompañará al próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo que marca un giro en su trayectoria profesional tras ser una de las voces más visibles en la exigencia de verdad y justicia en el caso Ayotzinapa.
Aunque no detalló cuál será su papel específico en el máximo tribunal, su salida de la representación de las familias genera interrogantes sobre el futuro del acompañamiento legal en uno de los casos más emblemáticos de desaparición forzada en México.