En la comunidad de Mazateupa, Nacajuca, la familia Pérez Hernández se niega a dejar la costumbre de elaborarlas y continuar formando parte de la celebración del Día de Muertos.
Joel Rubio
Villahermosa
Fotos: Joel Rubio / NT
De origen chontal, la familia Pérez Hernández, por más de 50 años, en la comunidad de Mazateupa, Nacajuca, ha mantenido la elaboración de velas de cebo, actividad que se podría extinguir debido a que pocas personas se dedican actualmente a esa noble labor y que, para el Día de Muertos, ellos esperan elaborar 5 mil mazos para vender.
A tan solo 1 hora de la ciudad de Villahermosa y a 10 minutos de la cabecera municipal de Nacajuca, se encuentra la comunidad de Mazateupa, donde vive don Bertanio Pérez Esteban, mejor conocido como ‘Don Tule’.
Don Bertanio, su esposa María Cruz Hernández, y sus hijas Ana Karen, Alexandra y Brenda, forman la única familia en esa comunidad que sigue preservando la tradición de realizar la elaboración de velas de sebo.
PROCESO
El proceso consiste en diluir el cebo de res con parafina, cortar la mecha, mejor conocida como pabilo, y en palitos de madera amarran 30 hilos de mecha que posteriormente van sumergiendo en el sebo, se vuelve a sumergir hasta que el sebo vaya agarrando grosor en la mecha, este proceso se tarda hasta una hora para que cada velita tenga su medida exacta de grosor.
Después de que secaron todas las velas, se les corta la punta que queda en la parte de abajo para que quede de manera plana y puedan prenderla de forma vertical en los altares y en las tumbas el día 2 de noviembre.
Según la tradición, las ánimas son guiadas a través de la luz de la vela que encienden familiares de difuntos y que es todo un ritual lo tradicional que nos regala la noche del 1 para amanecer el 2 de noviembre.
“Ya muy poca gente compra vela de sebo que no tira humo, ahora muchos optan por la vela industrial y otros más han cambiado de religión; solamente en pueblos originarios se sigue conservando la tradición de quemar velas de sebo, hago el llamado a la comunidad a que no dejen de quemarlas para seguir iluminando a nuestras ánimas”, puntualizó don Bertanio.