Han pasado 16 años desde que el mundo lloró la muerte de Michael Jackson, pero su herencia sigue generando titulares, controversias y enfrentamientos dentro de la propia familia. La última en alzar la voz ha sido su hija Paris Jackson, que a sus 27 años enfrenta a los ejecutores del patrimonio de su padre, John Branca y John McClain, en una batalla legal que pone bajo la lupa el multimillonario legado del artista.
Según documentos judiciales recientes, la cantante y actriz habría recibido aproximadamente 65 millones de dólares desde el fallecimiento del intérprete de Thriller, ocurrido en junio de 2009. La cifra, revelada en una nueva presentación ante el Tribunal Superior de California, fue utilizada por los administradores del patrimonio para defender su gestión, después de que Paris cuestionara ciertos «pagos premium» realizados a bufetes de abogados.
«Pocas personas se han beneficiado más del criterio empresarial de los albaceas que la propia demandante, quien ha recibido aproximadamente 65 millones de dólares del patrimonio. Nunca habría recibido esa cantidad si los ejecutores hubieran seguido el procedimiento habitual para un patrimonio como este en julio de 2009», señalaron Branca y McClain en el documento, citado por ‘E! News’ y ‘People’.
Sin embargo, el equipo legal de Paris sostiene una versión muy distinta. La artista —que tenía apenas 11 años cuando perdió a su padre— acusa a los administradores de actuar con opacidad y de haber autorizado pagos injustificados por más de 625.000 dólares en 2018 a varios despachos por «trabajos no registrados». En su demanda, presentada el pasado mes de julio, sus abogados describen la conducta de los ejecutores como la de ‘el Mago de Oz’, exigiendo que todos confíen ciegamente en lo que hacen, sin permitir que nadie mire detrás de la cortina».
Los documentos judiciales también revelan que Paris solicitó al tribunal que anule una orden emitida en 2010, la cual permite a los ejecutores aprobar pagos legales sin supervisión previa del juez testamentario. «El patrimonio no puede ser tratado como un fondo privado para recompensar a consultores o abogados sin control judicial», denunció su defensa.
Por su parte, el abogado de los administradores, Jonathan Steinsapir, ha rechazado las acusaciones y calificado la demanda como «infundada y difamatoria». En su respuesta, subrayó que cuando Michael Jackson murió, el patrimonio «arrastraba deudas que superaban los 500 millones de dólares», y que gracias a las decisiones adoptadas desde entonces, «hoy está valorado en más de 2.000 millones de dólares». También recordó que «todas las cuentas han sido aprobadas por el tribunal en repetidas ocasiones durante estos dieciséis años».
El testamento de Michael Jackson, firmado en 2002, establecía un reparto claro de su fortuna: 40% para sus tres hijos: Prince, Paris y Bigi (antes conocido como Blanket), 40% para su madre Katherine Jackson y el 20% restante para obras benéficas a través de un fondo fiduciario. Su padre, Joe Jackson, y algunos de sus hermanos quedaron fuera de la herencia, una decisión que generó tensiones familiares desde el primer momento.
Mientras tanto, la disputa entre Paris y los ejecutores continúa sin señales de resolverse. La próxima audiencia ha sido programada para el 16 de octubre, y todo apunta a que el enfrentamiento podría prolongarse.