Emilio

Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

Transformación Económica en México: Más Clase Media que Pobreza

En un anuncio que marca un hito para la nación, el informe del Banco Mundial, detallado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en el marco de su conferencia matutina, la «Mañanera», del viernes 19 de diciembre, que revela una transformación demográfica y económica sin precedentes.

Este estudio del Banco Mundial no solo constata un cambio histórico en la estructura social de México, sino que subraya que, por primera vez en su historia contemporánea, la clase media ha superado en número a la población en situación de pobreza. Este viraje representa un logro significativo, consolidando una tendencia de mejora en la calidad de vida y el acceso a oportunidades para una porción creciente de la ciudadanía. Se blindan estos datos por ser derivados de un organismo internacional y no de organismos internos.

La presentación de estos datos por parte de la Presidenta Sheinbaum en un foro tan particular como la «Mañanera» enfatiza la prioridad que su administración otorga al bienestar social y al desarrollo inclusivo. El informe profundiza en las dinámicas que han propiciado este cambio, incluyendo políticas de desarrollo económico sostenido, programas de inclusión social y una mayor inversión en educación y salud. Para la sociedad mexicana, esta reconfiguración implica no solo un incremento en el poder adquisitivo y el consumo, sino también una mayor estabilidad social, un fortalecimiento de la democracia y un potencial catalizador para la innovación y el emprendimiento.

Esta evolución contrasta marcadamente con las décadas anteriores, en las que la pirámide social de México se caracterizaba por una vasta base de pobreza y una clase media más reducida. El informe proyecta que esta nueva configuración social tendrá profundas implicaciones para el futuro del país, atrayendo mayor inversión, impulsando el mercado interno y redefiniendo el papel de México en el escenario económico global, sentando las bases para un desarrollo más equitativo y próspero.

Contexto del Informe de Banco Mundial

Este estudio del Banco Mundial empleó una metodología robusta, combinando encuestas de hogares a gran escala, modelos de microsimulación económica y análisis de consumo per cápita. Su alcance fue nacional, ofreciendo una radiografía comprensiva de la estructura socioeconómica mexicana. El momento de su publicación es particularmente significativo, al coincidir con el cierre del primer año de la administración actual, lo que permite evaluar el impacto de las políticas implementadas y la trayectoria de desarrollo del país a mediano y largo plazo.

Entre los indicadores clave utilizados para este análisis se encuentran el ingreso disponible de los hogares, el acceso a servicios básicos como salud y educación, la calidad de la vivienda y la seguridad alimentaria. Además, se hizo un seguimiento de la movilidad social intergeneracional y el índice de Gini para medir la distribución de la riqueza. Este enfoque multidimensional permitió al Banco Mundial ofrecer una visión detallada y matizada de la evolución social de México, contrastando notablemente con evaluaciones anteriores que solían centrarse más en la reducción de la pobreza extrema, destacando ahora un crecimiento más estructural de la clase media.

Los datos fueron recopilados durante un periodo de aproximadamente cinco años, abarcando desde 2020 hasta finales de 2024, con un extenso tamaño de muestra que incluyó a más de 100,000 hogares en todo el territorio nacional. Esto asegura una alta representatividad y fiabilidad de los resultados presentados.

La Revelación Clave

Por primera vez en décadas, México cuenta con más personas en la clase media que en situación de pobreza. Este cambio representa no solo una mejora estadística, sino una transformación profunda en las oportunidades y calidad de vida de millones de mexicanos.

Para el contexto mexicano, la «clase media» se definió por un rango de ingresos estables que permite a los hogares cubrir sus necesidades básicas, acceder a servicios de salud y educación privados o de alta calidad, tener capacidad de ahorro e inversión, y disfrutar de ciertos lujos o bienes duraderos. Típicamente, esto se traduce en ingresos familiares mensuales que superan de dos a cuatro veces el umbral de la línea de pobreza establecido por CONEVAL.

La «situación de pobreza», en cambio, se refiere a aquellos hogares cuyos ingresos no son suficientes para adquirir la canasta básica alimentaria y no alimentaria, enfrentando carencias en al menos uno de los seis indicadores de derechos sociales: educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos en la vivienda y alimentación.

La velocidad de esta transformación ha sido notable, atribuyéndose a una combinación de factores. Entre ellos, el fortalecimiento del mercado laboral con la creación de empleos formales, el aumento sostenido del salario mínimo y los programas de transferencias monetarias dirigidas, que han jugado un papel crucial en la movilidad ascendente. Asimismo, el incremento en las remesas y la inversión en infraestructura básica contribuyeron a esta mejora.

Los grupos demográficos que más se beneficiaron incluyen a jóvenes profesionales, familias en zonas urbanas y periurbanas, y, en menor medida, comunidades rurales que han sido objeto de programas de desarrollo regional.

No obstante, el informe también destaca variaciones regionales significativas. Mientras que estados del centro y norte del país, con mayor industrialización y conexión a la economía global, mostraron un crecimiento más acelerado de la clase media, algunas entidades del sur y sureste, tradicionalmente más rezagadas, también evidenciaron mejoras, aunque a un ritmo más pausado. Esto subraya la complejidad del desarrollo socioeconómico en un país tan diverso como México.

Reducción Sostenida de la Pobreza

Tendencia Descendente

La tasa de pobreza en México ha experimentado una reducción consistente y significativa durante los últimos años, marcando un cambio de tendencia respecto a décadas anteriores. Según datos oficiales, la pobreza moderada se redujo de un 41.9% en 2018 a un 36.3% en 2022, lo que representa una disminución de 5.6 puntos porcentuales y sacó a aproximadamente 8.9 millones de personas de esta condición. La pobreza extrema también mostró una caída, pasando de 7.4% a 7.1% en el mismo periodo.

Este declive se diferencia marcadamente de las fluctuaciones o incrementos observados en los años 90 y principios de los 2000, donde las tasas de pobreza eran más volátiles, influenciadas por crisis económicas. Los indicadores de pobreza multidimensional, que incluyen carencias en salud, educación, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación, también mostraron mejoras.

Esta tendencia positiva contrasta favorablemente con la media de algunos países de América Latina, que enfrentaron estancamiento o aumentos en sus tasas de pobreza, especialmente tras la pandemia. Este progreso sostenido se atribuye en gran parte a políticas sociales focalizadas y al fortalecimiento de los salarios.

Datos del Banco Mundial

El Banco Mundial ha validado y documentado esta disminución sistemática de la pobreza en México, proporcionando una perspectiva internacional y un respaldo metodológico robusto a los hallazgos nacionales. Sus análisis, publicados en informes como el «Mexico Poverty Assessment» o en sus «Economic Memorandum» periódicos, confirman la eficacia de las políticas económicas y sociales implementadas.

Para esta validación, el organismo utiliza una serie de criterios y puntos de referencia estandarizados a nivel global, que incluyen umbrales de ingreso por paridad de poder adquisitivo, acceso a servicios esenciales y cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta validación por parte de una institución tan prestigiosa agrega una capa de credibilidad a la narrativa del desarrollo social de México, reforzando la confianza en las estrategias gubernamentales.

El Banco Mundial también ha colaborado en el monitoreo de estos indicadores y ha ofrecido asistencia técnica, proporcionando observaciones clave y recomendaciones para asegurar la sostenibilidad de estos avances, como la necesidad de fortalecer las instituciones, abordar las persistentes disparidades regionales y fomentar una mayor inclusión económica de grupos vulnerables.

Impacto Real

La reducción de la pobreza se traduce en mejoras tangibles y profundas en la vida de millones de familias mexicanas, quienes ahora acceden a condiciones de vida más dignas y a un futuro con mayores oportunidades.

En el ámbito educativo, se observa un aumento en las tasas de matriculación, una menor deserción escolar y un mayor acceso a materiales didácticos y programas de refuerzo, lo que significa que más niños y jóvenes pueden aspirar a una educación de calidad.

En salud, la expansión de la cobertura sanitaria pública y la mejora en la infraestructura de atención primaria han resultado en una disminución de las enfermedades prevenibles, un mejor control de enfermedades crónicas y una reducción de los gastos de bolsillo en salud, impactando positivamente en la salud materno-infantil.

Asimismo, miles de hogares han mejorado su calidad de vivienda, con acceso a servicios básicos esenciales como agua potable, saneamiento y electricidad, lo que contribuye a entornos de vida más seguros y saludables. La seguridad alimentaria ha mejorado gracias a programas de apoyo y a la capacidad de las familias de acceder a dietas más nutritivas, reduciendo los índices de desnutrición.

Más allá de los indicadores materiales, escapar de la pobreza tiene un profundo impacto psicológico y social. Fomenta una mayor autoestima, reduce el estrés y la ansiedad asociados a la carencia, promueve una mayor participación comunitaria y fortalece el tejido social. Además, estos avances tienen efectos intergeneracionales duraderos, rompiendo círculos de pobreza y ofreciendo a las nuevas generaciones un punto de partida más equitativo y mayores oportunidades de movilidad social ascendente.

El Crecimiento de la Clase Media Mexicana

Expansión Demográfica. El segmento de clase media en México ha experimentado una expansión demográfica significativa y sostenida, absorbiendo a millones de familias que anteriormente se encontraban en situación de pobreza o vulnerabilidad económica. Se estima que, en la última década, la clase media ha crecido hasta representar más del 40% de la población, incorporando a cerca de 10-15 millones de personas.

Esta nueva clase media se caracteriza por una mayor proporción de jóvenes adultos y familias con hijos en edad escolar, a menudo residiendo en zonas urbanas y periurbanas de las principales ciudades y en regiones con fuerte desarrollo industrial y de servicios, como el Bajío, el norte del país y el Valle de México.

La transición a este estatus se ha logrado a través de mejoras en la estabilidad laboral, el acceso a empleos formales con mejores salarios y prestaciones, y la diversificación de las fuentes de ingreso, a menudo impulsadas por el acceso a la educación superior y la capacitación técnica. Este crecimiento se ha consolidado principalmente entre 2010 y 2020, evidenciando un cambio estructural en la sociedad mexicana. La principal característica de este cambio demográfico es una mayor resiliencia económica y una reducción en la dependencia de programas sociales, lo que a su vez fortalece el tejido social y económico del país.

Mayor Poder Adquisitivo. Este sector poblacional exhibe un poder adquisitivo significativamente mayor, lo que se traduce en un consumo más dinámico, mayores tasas de ahorro y una creciente inversión, impulsando así la economía nacional y generando nuevas oportunidades de negocio. Los patrones de consumo han evolucionado, incluyendo la adquisición de bienes duraderos como automóviles, electrodomésticos de alta gama y tecnología avanzada (smartphones, laptops), así como un incremento notable en el gasto en servicios como entretenimiento, restaurantes, viajes nacionales e internacionales, y marcas de ropa y calzado de calidad media a alta.

La capacidad de ahorro y la búsqueda de inversiones, aunque aún incipientes en algunos segmentos, se manifiestan en la apertura de cuentas de ahorro formal, inversión en fondos mutuos o instrumentos de bajo riesgo, y una creciente participación en el mercado hipotecario.

Este fenómeno impacta positivamente en diversos sectores económicos: impulsa el retail, el automotriz, la construcción, el turismo y la industria tecnológica. Además, el acceso al crédito se ha ampliado, permitiendo a este segmento adquirir bienes y servicios que antes estaban fuera de su alcance, lo que a su vez fomenta una mayor inclusión financiera y el uso de tarjetas de crédito y préstamos personales.

Este mayor poder adquisitivo genera un importante efecto multiplicador en la economía, ya que cada peso gastado o invertido por la clase media se recircula, creando empleos y demandando bienes y servicios, lo que a su vez fomenta el emprendimiento y el surgimiento de nuevos modelos de negocio adaptados a sus necesidades y preferencias.

Acceso a Servicios. La consolidación de la clase media emergente se ha visto acompañada de un acceso mejorado y más amplio a una gama de servicios esenciales, cruciales para su desarrollo y bienestar. En el ámbito educativo, se observa un aumento en la matriculación en escuelas privadas, así como en universidades públicas y privadas de mayor prestigio, y una demanda creciente de educación complementaria como cursos de idiomas, diplomados y certificaciones profesionales.

En cuanto a la salud, esta clase social accede cada vez más a seguros de gastos médicos privados, consultas con especialistas, tratamientos avanzados y medicina preventiva, complementando o superando la oferta de los servicios públicos. La tecnología ha sido un pilar fundamental; la penetración de smartphones es casi universal, el acceso a internet de banda ancha es común y el uso de servicios digitales, desde plataformas de streaming hasta e-commerce y banca en línea, se ha vuelto parte integral de su vida diaria.

En el sector de la vivienda, se ha incrementado la tasa de propiedad, facilitada por un mayor acceso a créditos hipotecarios y la búsqueda de viviendas con mejor ubicación, diseño y amenidades, lo que ha elevado la calidad de vida y el patrimonio familiar.

Finalmente, el acceso a actividades culturales, recreativas y de ocio se ha expandido notablemente, incluyendo visitas a museos, conciertos, eventos deportivos, así como membresías a gimnasios o clubes, lo que contribuye al desarrollo personal y la cohesión social. Las mejoras en el transporte y la movilidad, con una mayor posesión de vehículos privados y el uso de aplicaciones de transporte, también reflejan esta mejora en el acceso a servicios y la calidad de vida.

Comparativa: Clase Media vs. Pobreza

Esta las gráficas contenidad en el estudios del Banco Mundial ilustran la nueva composición social de México. La clase media representa ahora el segmento más grande de la población, superando por primera vez al porcentaje de personas en situación de pobreza. Este cambio estructural refleja años de políticas enfocadas en desarrollo social y económico.

Factores Clave del Cambio Social

Políticas Públicas. Programas sociales enfocados en educación, salud y apoyo económico directo a familias vulnerables han sido fundamentales para facilitar la movilidad social ascendente.

Generación de Empleo. La creación de empleos formales con prestaciones ha permitido que más familias accedan a ingresos estables y seguridad social, pilares de la clase media.

Educación Accesible. El incremento en cobertura educativa y calidad de la enseñanza ha capacitado a nuevas generaciones para acceder a mejores oportunidades laborales.

Estabilidad Económica. El control de la inflación y la estabilidad macroeconómica han protegido el poder adquisitivo de los trabajadores, facilitando el ahorro y la inversión.

Implicaciones para el Desarrollo Nacional

Consumo Interno. Una clase media robusta impulsa el mercado interno, generando demanda de bienes y servicios que beneficia a empresas nacionales.

Inversión en Capital Humano. Las familias de clase media invierten más en educación y salud de sus hijos, creando un círculo virtuoso de desarrollo.

Estabilidad Social. Una sociedad con amplia clase media tiende a ser más estable políticamente y menos vulnerable a conflictos sociales.

Innovación y Emprendimiento. El acceso a recursos y educación fomenta la cultura emprendedora y la innovación tecnológica en diversos sectores.

Desafíos Pendientes

Consolidación del Progreso. Es crucial mantener y fortalecer las políticas que han generado este cambio para evitar retrocesos y garantizar que más familias asciendan a la clase media. El tema de seguridad se visualiza como prioritario.

Desigualdad Regional. Persisten diferencias significativas entre estados y entre zonas urbanas y rurales que requieren atención focalizada.

Calidad del Empleo. No basta con crear empleos; es necesario asegurar que sean bien remunerados y ofrezcan prestaciones completas.

«El crecimiento de la clase media en México representa

uno de los cambios socioeconómicos más significativos

en América Latina de la última década, con implicaciones

positivas para la estabilidad regional y el desarrollo

económico sostenible.»

                                                              Banco Mundial

Perspectivas Internacionales

Reconocimiento Internacional. Organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han destacado consistentemente el caso mexicano. Estos organismos han señalado la expansión de la clase media como un pilar fundamental para la estabilidad económica y social del país.

México ha sido frecuentemente mencionado en informes anuales y estudios de caso, presentándose en foros internacionales de alto nivel como el Foro Económico Mundial y cumbres del G20. En estos escenarios, el país es reconocido por su enfoque en políticas de inclusión financiera y programas sociales que han facilitado la movilidad ascendente. Hay reconocimientos específicos por los avances de México en la reducción de la pobreza y el fortalecimiento del tejido social, posicionándolo como un líder emergente en la región en materia de desarrollo socioeconómico. La clave del éxito, según estos análisis, radica en la combinación de un entorno macroeconómico estable con intervenciones específicas en educación, salud y oportunidades laborales, demostrando la eficacia de un enfoque integral.

Modelo Replicable

Las estrategias implementadas en México para fomentar el crecimiento de su clase media están siendo analizadas y estudiadas activamente por otras naciones latinoamericanas, incluyendo a países como Colombia, Perú, Brasil y Argentina. Existe un interés particular en programas de transferencias monetarias condicionadas, iniciativas de formalización laboral y políticas de acceso a vivienda y crédito que han demostrado ser escalables y sostenibles.

Se han establecido acuerdos de cooperación bilateral y plataformas de intercambio de conocimientos, donde México comparte su experiencia técnica y metodológica. Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) han brindado asistencia técnica a homólogos en Centroamérica y el Caribe.

Estos intercambios se profundizan en foros regionales como la Alianza del Pacífico y encuentros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde México a menudo presenta sus mejores prácticas. El atractivo del modelo mexicano reside en su capacidad para lograr un crecimiento inclusivo, reduciendo la desigualdad y creando un mercado interno más robusto.

Oportunidades de Inversión

El fortalecimiento de la clase media mexicana genera un atractivo para la inversión extranjera directa (IED) en una variedad de sectores. Los segmentos de consumo masivo y servicios son particularmente beneficiados, incluyendo el comercio minorista, la banca y servicios financieros, el desarrollo inmobiliario (especialmente vivienda de clase media), la salud, la educación privada y el entretenimiento. El aumento del poder adquisitivo y el cambio en los patrones de consumo de millones de familias han creado un mercado interno dinámico y predecible.

Grandes corporaciones internacionales de bienes de consumo, cadenas minoristas, firmas de tecnología y grupos hoteleros han anunciado expansiones significativas o nuevas entradas al mercado mexicano. Esto incluye inversiones en la modernización de infraestructura logística, centros de distribución y la apertura de nuevas sucursales o puntos de venta en ciudades intermedias y zonas urbanas emergentes. Se proyecta que el gasto de la clase media continuará siendo un motor clave, con estimaciones de crecimiento sostenido en el consumo per cápita.

Adicionalmente, el sector de capital de riesgo y capital privado ha mostrado un interés creciente en startups y empresas medianas que atienden directamente a las necesidades y aspiraciones de la clase media, desde fintech hasta soluciones de e-commerce y plataformas de educación en línea.

El desarrollo de proyectos de infraestructura, como centros comerciales, hospitales privados y complejos residenciales, también ha recibido un impulso considerable, reflejando la confianza de los inversionistas en el potencial a largo plazo de este segmento demográfico. Según datos recientes, los flujos de IED hacia México relacionados con el consumo interno han aumentado significativamente, superando los niveles previos a la pandemia en varios subsectores.

Un México en Transformación

Logro Histórico. México ha alcanzado un hito al tener más personas en clase media que en pobreza, marcando un antes y después en su desarrollo social.

Camino por Recorrer. El desafío ahora es mantener esta tendencia positiva y trabajar para que más familias continúen mejorando su calidad de vida.

Responsabilidad Compartida. Este logro requiere el compromiso continuo del gobierno, sector privado y la sociedad civil para consolidar los avances.

Los datos presentados por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo representan una noticia esperanzadora para México, demostrando que con políticas adecuadas y compromiso sostenido es posible transformar la realidad socioeconómica de millones de personas.

Estos datos, vale reiterarlo, quedan blindados de los comentarios que provienen de los opositores al modelo de la Cuarta Transformación. No son datos internos que, podrían aducir los comentócratas y las oposiciones, pueden ser manipulables. Son parte de un estudio de un organismo internacional, subsidirio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que, por cierto, en otros tiempos ha sido muy crítico de los magros avances de gobiernos anteriores al a la llegada al poder del hoy partido gobernante.

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