La Secretaría de Salud exhortó a la población a tomar precauciones para evitar enfermedades diarreicas agudas severas, golpe de calor, insolación, quemaduras y deshidratación, entre otras, sobre todo en el inicio del periodo conocido como canicular, durante el cual incrementan las temperaturas.
Román Palma Vázquez, epidemiólogo de la dependencia estatal, señaló que durante la canícula incrementan los padecimientos referidos, por lo que han reforzado las acciones de prevención en los 17 municipios, y pidió a las familias poner especial atención a los niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, como hipertensión, ya que son los más vulnerables al golpe de calor.
Como medidas precautorias, recomendó el lavado de manos antes de comer y después de ir al baño, extremar el saneamiento y manejo higiénico de los alimentos, y constatar que sean frescos los pescados, mariscos, carnes blancas o rojas a consumir.
Es importante también que la población mantenga ventiladas sus viviendas para que no se acumule el calor, que utilice mosquiteros y coloque pabellones por las noches en prevención del dengue, chikungunya y zika, apuntó el especialista quien invitó a los padres de familia a solicitar en la unidad de salud más cercana los sobres gratuitos de Vida Suero Oral, contra casos de deshidratación, y frascos de desinfectante de agua que les ayuden a mantener la inocuidad de sus alimentos.
De manera adicional, Román Palma pidió que durante esta temporada vacacional se evite la exposición directa a los rayos solares por tiempos prolongados, principalmente de las 11 de la mañana a las 4 de la tarde, y en caso de exposición necesaria sugirió el uso de protector solar, gorras, sombreros, sombrillas y cremas bloqueadoras.
Asimismo, aconsejó a los tabasqueños beber por lo menos dos litros de agua diarios aunque no se sienta sed, evitando los refrescos embotellados o bebidas azucaradas; vestir ropa ligera, clara y de algodón que permitan la transpiración; aclimatarse gradualmente al calor y a los cambios de temperatura; consumir comida ligera y fresca, de ser posible alimentos vegetales naturales crudos (ensaladas, frutas y verduras), y no permanecer en vehículos estacionados o cerrados.