Aumentan matrimonios que involucran a menores de edad

En México, 24 por ciento de los matrimonios involucra a menores de edad, esto de acuerdo a las cifras más recientes validadas por la UNICEF.

Es un tema que se liga, además, al de las madres de edad muy corta. Niñas que incluso tienen 14 años y se embarazan. El secretario de Salud, José Narro, considera a esto una de las grandes asignaturas pendientes de gobierno y sociedad.

De hecho, Narro recorre actualmente el país para anidar, estado por estado, los trabajos que eviten que este fenómeno, el de las madres adolescentes, continúe apareciendo.

Crónica presentará durante los próximos días una revisión de esta problemática que, en forma silenciosa, volvió a ser tema en nuestro país.

MAMÁ ME QUIERO CASAR. En los matrimonios entre menores predomina la diferencia de edad a favor de los varones, cifras de investigadores del Colegio de México determinan que los hombres que se casan antes de cumplir la mayoría de edad, suelen tener 16 años. En ellas la edad de casamiento frecuente baja hasta los 14 años.

Las instancias de Naciones Unidas consideran procaz a aquel matrimonio en los que se enlazan a varones menores de 20 años y a jovencitas menores de 18. En México cae en esta clasificación la cuarta parte de los casamientos.

Para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) esto no representa para México aún una problemática que haya hecho crisis general.

Sin embargo, promediar lo que pasa entre entidades federativas muy diferentes oculta regiones en las que el matrimonio procaz se acerca más a la mitad del total de casamientos.

Controlable como problema, un punto crucial es lo que los Códigos Penales establecen en torno a la legalidad de las uniones civiles. Como se recordará, hay actualmente una corriente legislativa tendiente a impedir las uniones civiles entre menores de edad o al menos a reglamentarlas más rígidamente.

Los estados del sur (como en otros problemas sociales) son el terreno fértil para el fenómeno del matrimonio infantil y su consecuencia, el embarazo a edad muy temprana.

MAMÁ, ESTOY EMBARAZADA. La consecuencia inmediata de los matrimonios infantiles es el embarazo a muy temprana edad.

En muchos de los casos donde la edad de la mujer es muy corta, existió alguna forma obligada de contraer matrimonio con un varón de la misma comunidad y mayor que ella.

En una reciente plática con el Consejo Editorial de Crónica, el secretario de Salud, José Narro, refirió que los embarazos en mujeres jóvenes representa un reto nacional y que esto no se limitaba sólo al gobierno. El doctor Narro indicó en esa ocasión que la pregunta “¿en qué fallamos?” sobre esta materia, debía realizarse al interior de las instancias de gobierno y también en las civiles.

Ese es el mensaje con el que ha estado recorriendo el país durante las últimas semanas.

Niñas sin madurez suficiente para decidir su vida, repentinamente deben hacerse cargo de un hijo. El fallo es de tal nivel que nadie queda exento de sentirse avergonzado: implica miles y miles de jovencitas que muchas veces terminan convirtiéndose en jefas únicas de familia. Educación, salud, bienestar económico, están amenazados desde la constitución misma del núcleo familiar.

Sólo en el 2013 se registraron en el país 418 nacimientos de madres que apenas superaban los 10 años. En 1999 hubo cuatro veces más casos (1,485), según el INEGI, así que al menos hay mejoría.

De acuerdo con el INEGI, los mexicanos opinan que la edad óptima para casarse es entre los 21 y 25 años, pero la realidad es que en al menos la cuarta parte de los nuevos matrimonios rompe este criterio y por mucho.

Uno de cada cuatro implica a un menor y generalmente se trata de la mujer.

Mujer joven
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Juventud, en nuestro país el 3.9 por ciento de los hombres que se casan, lo hacen antes de tener la mayoría de edad, mientras que en las mujeres este porcentaje es de 17 por ciento.

Para instancias internacionales, un matrimonio que involucra un varón menor a 20 años o una mujer menor a 18, puede calificarse como matrimonio adolescente (aparece como matrimonio infantil en algunos documentos de los organismos).

En entidades como Chiapas y Guerrero, el 30 por ciento de los matrimonios se realizan entre menores de edad. El fenómeno es importante, aunque en menor proporción, en Campeche, Tabasco, Quintana Roo y Veracruz.

En las zonas rurales de Chiapas y Guerrero (estado que ocupa el primer lugar nacional) la tasa de matrimonios infantiles ronda el 40 por ciento; en 24 estados de la República, el 25 por ciento de las mujeres se casa antes de la mayoría de edad.

El entorno cosmopolita de la Ciudad de México ocupa el último lugar de la tabla nacional en cuanto a matrimonio entre menores de edad. El dato, aún así, no es tan bajo como podría esperarse: 13 por ciento de los enlaces son de este tipo.

Una consecuencia o fenómeno enlazado al matrimonio adolescente es la maternidad a muy temprana edad. El número de nacimientos en los que la madre no alcanza los 19 años de edad es aún muy alto en México.

Las menores que habitan en localidades menores de 2 mil 500 habitantes tienen una tasa de 100 hijos nacidos vivos por cada mil mujeres, mientras que las urbanas este dato es de 70.

Crónica presentará revisiones del matrimonio y la maternidad a temprana edad. Mañana, nuestro cronista, Daniel Blancas recoge testimoniales al repecto.

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