La Denominación de Origen (DO) del “Cacao Grijalva” lograda por Tabasco no sólo abrirá las puertas de los mercados del mundo a un cultivo emblemático de esta tierra, sino incidirá en el repunte de los niveles de producción, que podrían crecer en un 30 por ciento en los próximos dos años, e incluso, en el valor del grano, que daría el salto hasta duplicarse.
Así lo estimó el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero (Sedafop), Pedro Jiménez León, al visualizar condiciones que permitirían recuperar, de aquí al año 2018, al menos 10 mil hectáreas de plantaciones; es decir, la actividad será tan atractiva que existen condiciones para que la frontera agrícola de cacao pase de las 40 mil hectáreas actualmente sembradas a 50 mil al finalizar el sexenio.
El funcionario subrayó que ese detonante conlleva precisamente la acreditación concedida por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) a este cultivo: abrir posibilidades para alcanzar precios competitivos, atraer más inversión privada, inyectar financiamiento a toda la cadena productiva, dar el paso a la transformación industrial del grano, y acceder a otros mercados para su venta.
Afirmó que la DO, además de contribuir a elevar la competitividad del cacao tabasqueño, significará la oportunidad de generar más y mejores empleos en el sector rural, y brindará protección legal a un fruto que apenas unos años atrás muchos lo veían en vías de extinción y que ahora, por su condición única en sabor, aroma y nivel de grasa, está en la mira de las industrias chocolateras más importantes del mundo.
MÁS DE 400 MDP EN APOYOS
Pedro Jiménez agregó que esta gestión retomada por el gobierno de Arturo Núñez y que llegó a buen puerto tras 12 años de esfuerzos, demuestra que la administración estatal está haciendo su parte para el rescate de una actividad de la que dependen las familias de más de 35 mil productores, y a la que en tres años y medio, informó, ha inyectado apoyos gubernamentales y atraído inversiones privadas que juntas suman más de 400 millones de pesos.
Abundó que la Denominación de Origen ampara todas las variedades que existen en el estado, pero de manera especial el cacao criollo que estuvo a punto de desaparecer y que de significar el 5 por ciento del total de la producción hoy representa ya más del 15 por ciento, además del cacao trinitario.
El titular de Sedafop explicó que en la actualidad Tabasco alcanza una producción anual de 18 mil toneladas del grano, aunque la meta es llegar a 22 mil toneladas en los próximos dos años, mientras que el precio oscila entre 55 o 56 pesos el kilo de la variedad trinitaria, y entre los 75 u 80 pesos el criollo.
Sin embargo, señaló que hay casos de agroindustriales exitosos que a partir de mejores prácticas de cultivo, que inclusive serán tomadas como base para definir los protocolos que determinarán la certificación del “Cacao Grijalva”, han logrado vender este año hasta en 120 pesos el kilo del producto.
“Es decir, en la medida que demostremos todas las prácticas sanas que estamos haciendo para agregar calidad y valor, la Denominación de Origen nos ayudará a que tengamos mejores precios”, mencionó.
Jiménez León indicó que el “Cacao Grijalva” como producto ya existe, “no es algo que nos hayamos sacamos de la manga”, y agregó que lo que se hizo para acceder a la declaración del IMPI fue dar forma a los protocolos en lo referente a procedimientos de cultivo, que van desde el establecimiento de la plantación, de su cuidado, del manejo del fruto y de las acciones post-cosecha, hasta llegar al tema del valor agregado.
Expuso que lo que sigue, una vez concedida la denominación de origen, es concretar en un plazo no mayor a 90 días la integración del Consejo Regulador que regirá el proceso de certificación, la expedición de la Norma Oficial Mexicana que definirá los protocolos, y la inscripción de la denominación de origen ante la Secretaría de Relaciones Exteriores para que la comunique a todo el mundo.
Una vez formalizado estos pasos, precisó, los productores tendrán que entrar en un proceso de certificación de su plantación, bajo todo el proceso establecido en la declaratoria publicada en el Diario Oficial, y una vez que la obtengan tendrán derecho a que sus empaques y envases tengan el sello de “Cacao Grijalva”.
“Nuestra intención es que el cultivo vuelva a tener el esplendor que tuvo hace algunos años. Hacia allá vamos”, puntualizó.