Mediante la oportuna intervención de un equipo multidisciplinario de médicos especialistas del Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Gustavo A. Rovirosa Pérez”, se pudo salvar la mano de Jorge Alberto, un menor de 14 años originario de la colonia Tierra Colorada de Villahermosa.
Francisco Javier Gutiérrez Moreno, director general del nosocomio, explicó que el niño se lesionó mientras jugaba con su hermano, quien accidentalmente lo impactó contra el cristal de la ventana de su recamara, provocándole lesiones graves en el 50 por ciento de la muñeca derecha.
Indicó que sus padres lo llevaron al Hospital Rovirosa y de inmediato ingresó al área de urgencias, donde después de la valoración correspondiente lo turnaron a interconsulta, con el servicio de cirugía, a fin de evitar que perdiera la extremidad.
Por su parte, el doctor Héctor Isaías Palomino Romero comentó que Jorge Alberto tenía lesionadas las dos arterias que conducen sangre a esta parte del cuerpo, así como los dos nervios que dan sensibilidad y movimiento, y ocho de los diez tendones que permiten empuñarla.
El especialista en traumatología y ortopedia, señaló que repararon las dos arterias lesionadas a través de microcirugía, así como los demás daños referidos, logrando no sólo salvarle la mano, sino reducir al máximo las secuelas que pudieran afectar su calidad de vida.
“La sangre es lo que mantiene vivo todo nuestro cuerpo, si le cortamos el suministro como a él le ocurrió entonces todos los tejidos empiezan a morir, se comienzan a desconocer. Primero se pone morada, después negra, las arterias se tapan hacia los dedos y después de dos horas no hay forma que se pueda destapar; mientras más pronto se haga la intervención, la posibilidad de éxito es muchísimo mayor”, detalló Palomino Romero.
Afirmó además que la evolución postquirúrgica que presentó el menor fue satisfactoria, por lo que en pocos días fue egresado del nosocomio, quedando su control y seguimiento a través de la consulta externa, además que deberá iniciar un proceso de terapia de rehabilitación para que en dos meses y medio, aproximadamente, pueda retomar su vida con normalidad.
El médico mencionó que en el Hospital Rovirosa atienden con frecuencia lesiones de este tipo, a la semana son entre cuatro y cinco pacientes -en su mayoría adultos- con heridas graves a consecuencia de asaltos y agresiones con machete; sin embargo, mediante una rápida intervención y gracias a que cuentan con el equipo especializado, se evita que pierdan la extremidad, acotó.
Angélica Romana Piñón García, madre del menor operado, agradeció al equipo multidisciplinario que participó en la cirugía de su hijo, y señaló la atención recibida fue inmediata y el trato muy bueno. Asimismo, el pequeño Jorge Alberto agradeció a los doctores por haberle salvado su mano y confió en retomar pronto sus actividades cotidianas.