Al final del 2016, Bancos de Alimentos de México (BAMX) habrá recolectado a lo largo del año 145 mil toneladas de alimentos, esto es, 28 mil toneladas más que en 2015, refirió Rubén Oliva Rodríguez, director general de BAMX.
En entrevista, Oliva Rodríguez dijo que para el 2017 se prevé recolectar 18 por ciento más y consideró que para el año 2030 se otorgará apoyo a diez millones de personas.
Con 25 años de existencia y con origen en Guadalajara, Jalisco, en México hay 58 bancos de alimentos que forman parte de la red de BAMX, donde colaboran en total siete mil 653 personas, de las cuales 996 son empleados en nómina; mil 895 colaboradores con remuneración en especie (se les da una despensa por un día de trabajo); 466 son practicantes de servicio social o becarios y cuatro mil 596 son voluntarios. Cifra insuficiente, pues se requiere de unas diez mil personas que ayuden a distribuir el alimento entre los beneficiados.
Oliva Rodríguez refirió que en el año 2015 se recolectaron 117 mil toneladas de alimentos, de los cuales 60 por ciento fue de frutas y verduras y el 40 por ciento de abarrotes y no perecederos. Con ello se apoyó a un millón 200 mil personas.
Bancos de Alimentos lleva a cabo diversos programas para acopio y distribución de alimentos, entre ellos el denominado Cucharadas, que se prevé poner en marcha el próximo año.
“Para solventar los gastos operativos estamos trabajando en un esquema que se llama Cucharadas, es una cucharita de madera, muy mona, con un empaque muy padre, y que la gente podrá adquirir con una donación de veinte pesos. Y con esos 20 pesos se da una comida a una persona”, expresó Oliva Rodríguez.
Son 400 mil cucharas, hechas en China, con motivos de temporada (Día del Niño, del Padre, la Madre, Navidad) las que serán distribuidas a través de una cadena de tiendas de enseres domésticos y otra de supermercados.
“La idea es que podamos tener en un momento dado 20 millones de pesos, que eso nos ayudaría a la operación”, dijo Oliva Rodríguez, quien durante años estuvo en el área de Recursos Humanos de empresas como Sabritas y Bacardí.
Mencionó que cada año se desperdician 19 millones de toneladas, que significan el 37 por ciento del total de alimentos producidos en el país, con un costo de 126 mil millones de pesos. Tan solo en las centrales de abasto se desperdician 30 mil toneladas al día.
Son cinco fuentes de acopio: el campo, donde se recuperan unas 35 mil toneladas de frutas y verduras; centrales de abasto; empresas productoras de alimentos; tiendas de autoservicio y restaurantes.
Aunque Oliva Rodríguez lamentó que los productos donados no siempre son lo que la gente esperaría, dijo que de todas maneras se utilizan “porque ayudan a quitar el hambre”, como salsa picante (tipo Búfalo), frituras o palomitas de maíz.
Destacó que el apoyo se otorga a las familias en pobreza extrema, muchas de ellas habitantes de zonas con elevados índices de inseguridad y de conflictos, como Guerrero y Oaxaca.
Cada día, el Banco de Alimentos moviliza ocho toneladas a través de apoyo de empresas transportistas, pero aún tiene problemas para distribuir los alimentos, porque carece de infraestructura.
Además, para el próximo año el director de BAMX consideró que los apoyos gubernamentales irán a la baja, debido a varios factores, entre ellos los recortes presupuestales.
La cuota de recuperación de las despensas que se otorgan van de cero a 80 pesos y duran en promedio dos semanas, dijo Oliva Rodríguez, y añadió que BAMX recibe también apoyo en efectivo, que en un año es de entre un millón y medio y dos millones de pesos.
El BAMX cuenta con un Centro Nacional de Acopio y Distribución de Alimentos (Cenadi), ubicado en Tepeji del Río, Hidalgo, cuya capacidad es para 700 toneladas, pero nunca se ha llenado en su totalidad; lo máximo ha sido 60 por ciento del espacio.
“Ha habido mucho más sensibilidad por parte de las empresas; lo más difícil es que los jóvenes se incorporen en este movimiento de rescate. Nos ha costado mucho trabajo, quizá porque no han vivido de cerca la necesidad”, dijo Oliva Rodríguez.