En la tierra del mango recientemente inició la temporada de cosecha, y las empacadoras empezaron a enviar los primeros camiones cargados de mango Tommy y Ataulfo con rumbo a Estados Unidos y Canadá.
La cosecha del mango imprime un ritmo incesante al trabajo cotidiano en la zona oriente de la región istmeña. La faena surge de madrugada en los huertos, entre los árboles cargados de la fruta, continúa en el embalado, transportación y entrega del mango para su comercialización.
De acuerdo con los productores y autoridades de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) hasta el momento no se reportan contratiempos en la entrega del mango al mercado estadunidense; “eso es bueno porque el 90 por ciento de nuestras exportaciones van hacia los Estado Unidos”, sostiene el presidente del sistema producto mango en Oaxaca, Roberto Nivón Velásquez.
Reconoce que entre los socios existe incertidumbre ante una eventual aplicación de aranceles a la exportación de productos mexicanos a Estados Unidos, aunque depositan su confianza en que el gobierno federal llegue a un acuerdo comercial favorable.
Esperamos que todo siga sin cambios”, dice.
En el año 2016, los productores exportaron más de 34 mil toneladas, un aumento de alrededor 18 por ciento en relación al año anterior, cuando se enviaron 29 mil 257 toneladas de mangos.
Su expostación deja una derrama económica por temporada de 75.4 millones de dólares.
La oferta exportable tiene como principal destino Estados Unidos y Canadá, lo que representa una derrama económica por temporada (que inicia en el mes de enero y concluye en junio) de más de 75.4 millones de dólares, además de generar aproximadamente cinco mil empleos directos e indirectos.
Bajo el Programa de Exportación de Mango se tienen registrados 808 huertos con ocho mil 737 hectáreas certificadas y una producción total de 47 mil 801 toneladas.
Los principales municipios dedicados a esta actividad se ubican en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec, principalmente en los municipios de Tapanatepec, Chahuites, Reforma de Pineda, Ixhuatán y Zanatepec, así como en las regiones de la Costa y la Cañada.
Según los datos oficiales, la exportación del mango oaxaqueño se calcula que deja una derrama económica de mil millones de pesos.
El portavoz de los productores de mango afirma que el crecimiento en las exportaciones de mango de Oaxaca es resultado del trabajo de quienes han integrado las cadenas productivas, desde la producción primaria hasta la comercialización.
En 2010 estábamos en el séptimo lugar, fuimos escalando hasta ocupar el tercer lugar nacional en exportación de mango después de Sinaloa y Michoacán”, destaca.
Satisfecho comenta que el productor de mango tiene la cultura de la exportación, cumple con las condiciones en materia fitosanitaria del mercado nacional, estadunidense, europeo y asiático.
NOS OCUPAMOS, ANTES QUE PREOCUPARNOS
Durante el recorrido de Excélsior por la empacadora Puerta Dorada, certificada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) fue posible conocer el proceso estricto que cumple esta empresa exportadora, en materia fitosanitaria.
El mango debe de estar libre de la mosca de la fruta, plaga que se desarrolla en la pulpa y que se combate a través de un tratamiento hidrotérmico.
El almacén está dividido por compuertas mientras que a las personas ajenas se les limita el paso por normatividad. Incluso, la empacadora está bajo la supervisión del representante en México de la USDA, encargado del examen diario del proceso hasta su empaque.
Juan Echeagaray, se encarga del cumplimiento íntegro de los estándares de calidad que exige el mercado americano.
Se cumple con un nicho de mercado, a partir de un estudio exhaustivo, y seguimos paso a paso las indicaciones de aduanas y los respectivos departamentos reguladores en Estados Unidos.
¡Dios quiera que así siga ocurriendo! Nosotros, seguimos trabajando y cumplimos con el trato comercial nacional y de exportación”, sostiene.
Evita mencionar el nombre del presidente de los Estados Unidos, pues considera que el miedo o preocupaciones anticipadas paralizan cualquier negocio. “Aquí no nos permitimos la parálisis, porque es tiempo de cosecha”, sintetiza.
LA MAYOR PREOCUPACION: EL CAMBIO CLIMATICO
Los productores de mango comentan tienen una preocupación inmediata: los efectos que el cambio climático está provocando en las huertas; año con año, los frentes fríos vienen acompañados por vientos huracanados que tira la fruta; la falta de lluvia impide la floración; los incendios y quemas de pasto como causa de deshidratación del suelo, todo esto provoca la pérdida del 30 por ciento de la producción total, asociada con los bajos precios que se pagan actualmente por el producto en el mercado local.