“En mi infancia tuvimos tantos momentos buenos y malos. Pasamos mucha necesidades con mi familia”, cuenta Jennifer Ruiz Díaz, una de las modelos más conocidas de nuestro país, que pudo traspasar fronteras gracias a su carrera, haciendo trabajos en Estados Unidos y otros países de Latinoamérica.
Mirando su pasado, nos cuenta: “Mi mamá y yo trabajábamos en el Mercado 4. Por muchos años estuvimos allí. Nos levantábamos a las 5 de la mañana todos los días”.
Asegura que gracias a ese trabajo, su mamá pudo darles alimento, vestimenta y educación a su familia.
“Nos mantuvo a mis hermanos y a mí, ella era madre y padre. Yo le ayudaba a vender sus cosas para poder pagar mi colegio, también vendía quinielas y trabajé mucho tiempo en un cotillón. Nunca tuve el cariño de un papá, siempre le reclamaba eso a mamá, pero estoy orgullosa de ella por todo lo que nos cuidó y dio ella solita”, recuerda.
– ¿Desde qué edad trabajaste en el Mercado 4?
– Trabajé desde los 7 años, en el Mercado 4 mismo estudiaba y de ahí pasaba directo a cuidarle a mi hermanita y a vender las cosas.
– ¿Cómo te trataba la gente?
– La gente me trataba de lo mejor, hasta ahora me quieren mucho en el mercado. La gente que está hace muchos años ahí sabe cómo era de guapa y sacrificada con mi mamá. Cuando era niña siempre me regalaban cositas, sea lo que sea. Yo me quedaba muy feliz con mis regalitos, ya que nunca tuve juguetes ni muñecas, no había luego tiempo de jugar.
– ¿Te solés ir al mercado, a recorrer esos lugares por donde trabajaste o a hacer compras?
– Hasta ahora suelo ir al mercado a comprar algunas cosas, hacer eso me trae buenos recuerdos, y muchas personas que conozco siguen en el mismo lugar trabajando.
– ¿Qué otros trabajos hiciste antes de ser modelo?
– Después de los trabajos en el mercado, me hice promotora. Un día me animé y me fui a la escuela de modelaje de Paola Herman. Ahí empecé a trabajar. Así fui ahorrando mi dinero. Me acuerdo que mi primer objetivo era estudiar modelaje y teatro, operarme y poder lanzarme como modelo. Por suerte, todas esas metas que tenía hoy día las cumplí, y estoy muy orgullosa de mí misma.
– Cuando ya lograste juntar tu platita y tener un ahorro, ¿qué fue lo primero que compraste?
– Lo primero que hice cuando empecé a trabajar bien fue comprarle cosas para la casa a mi mamá, por ejemplo, un lavarropas. Odiaba verle a mi mamá lavar ropas después de lo cansada que llegaba de trabajar. Ella se puso tan contenta, pero igual le gustaba lavar las ropas con las manos. Luego yo quería que deje de trabajar en el mercado, pero nunca quiso dejar eso, ella se sentía bien yendo a trabajar ahí, y la comprendía. Se pasa tan bien ahí con esa gente de buen corazón, trabajadora y humilde.
– ¿Cómo te sentís en estas fechas?
– En estas fechas yo no me siento nada bien, ya que toda la familia se reúne en casa de mi abuelita a hacer chipa y a compartir. Y con la falta de mi mamá nada es igual, me deja triste.
– ¿Comés chipa en estos días o te aguantás por cuidar tu silueta?
– Sí, claro que como chipa. Sería un pecado no hacerla y no comerla jajaja… Hay que disfrutar mientras podamos, ya después quemamos las calorías en el gym… Y estos días santos comparto con toda la familia, aprovechando que nos podemos encontrar todos en casa de abuela.
PROPUESTAS
Lo que se viene. “Tengo varios proyectos en puerta, que con ayuda de Dios espero se puedan realizar. Hay propuestas para TV, pero aún no cerré, sigo escuchando y viendo cuál me conviene”, nos dijo Jennifer.
SOLA SOLA
Después del dominicano… Jennifer Ruiz Díaz asegura que está solterísima. Después del romance que tuvo con el “zumbero” dominicano decidió cerrar su corazón a una posible relación de noviazgo. “Yo creo que durante este 2017 seguiré soltera”, nos dijo.