A pesar de estar prohibido por ley, en algunos estados del país se siembra maíz genéticamente modificado.
Chihuahua, Durango, Puebla y Oaxaca son algunas entidades donde se ha detectado el cultivo transgénico.
Desde la emisión, en marzo del 2005, de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, está restringida la siembra de maíz genéticamente modificado.
Además, con la batalla judicial que desde hace casi cuatro años mantienen organizaciones sociales ambientalistas y empresas transnacionales que crean transgénicos, la experimentación y pruebas piloto han quedado suspendidas y la comercialización está totalmente prohibida.
Sin embargo, funcionarios, abogados ambientalistas y agricultores refieren que los costos de producción, el desabasto y la competencia con los socios comerciales han llevado a que los productores presionen para introducir el grano transgénico.
TRANSGRESIÓN. Chihuahua es una de las entidades que ha persistido en la siembra de maíz transgénico, en abierta transgresión de la ley.
En 2008 la organización ambientalista Greenpeace denunció el cultivo ilegal del grano transgénico que se realizó en el municipio de Cuauhtémoc, zona de amplia población menonita.
Diez años después, señalan ambientalistas, hay incertidumbre sobre si la autoridad lleva a cabo las inspecciones, y menos se sabe si han detectado y sancionado presencia ilegal de maíz genéticamente modificado.
René Sánchez Galindo, abogado del colectivo a favor del maíz nativo o convencional, dijo que se tiene detectada presencia del grano transgénico, “y presencia puede ser la siembra, la dispersión de polen, intercambio de semilla, algún accidente”.
A un mes de que se cumplan cuatro años de la demanda colectiva en contra del maíz transgénico, Sánchez Galindo señaló que de 2004 a 2014 se tienen identificados casos de presencia de maíz transgénico, pero no así del 2015 a la fecha, ya que la autoridad correspondiente no ha dado a conocer los resultadas de los monitoreos realizados.
“Sin embargo, de manera extraoficial, sabemos que ya existen los monitoreos, no se han publicado; hay presencia (de maíz transgénico) en 2015, en 2016 y en 2017, pero estamos esperando que se oficialice.
“Se ha detectado la presencia en Puebla, Oaxaca, Chihuahua, Durango recientemente. Tenemos una comisión dentro de la colectividad del maíz, científica, que ha contratado a especialistas y tenemos reuniones periódicas donde hemos discutido esa información para presentarla ante el Tribunal”, refirió.
Desde que se suspendió la siembra por la demanda colectiva ante la Suprema Corte, agregó, “se busca sembrar en áreas desde 40 mil hasta 900 mil hectáreas”.
En el Gobierno de Chihuahua se confirmó que actualmente se lleva a cabo la siembra de maíz transgénico en algunas zonas del estado.
Aunque se minimiza el asunto de la siembra ilegal, señalando que desde 2008 se sabe que hay granos híbridos que tienen, en poca cantidad, presencia de material transgénico.
De acuerdo con un funcionario de Chihuahua, con la demanda por la siembra de maíz transgénico, hecha por Greenpeace contra tres personas, entre ellas Carlos Aguilar Camargo, entonces delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca u Alimentación (Sagarpa) en la entidad, y el presidente de Unipro (distribuidora de granos e insumos para el campo), organización con fuerte presencia en la zona menonita de Chihuahua, se detectó la presencia de material adventicio en el maíz.
“De ahí nos enteramos mucha gente, que no sabíamos, que de acuerdo al tratado de Cartagena y compromisos que ha firmado México de forma internacional, la semilla que viene de Estados Unidos y de otros países, trae, y se permite, hasta un dos por ciento de material adventicio (material transgénico u otro material en los cultivos convencionales y orgánicos).
“Todos los que siembren semilla mejorada, la que le compren a Monsanto, a Syngenta, todo trae material adventicio. Híbridos convencionales con etiqueta de convencional, trae presencia de transgénico”, refirió el funcionario.
INTERESADOS. Con fuerte presencia en Chihuahua, la Alianza Pro Transgénicos, que aglutina a productores menonitas, ha exigido al gobierno federal y cabildeado en la Suprema Corte de Justicia para que se permita la siembra y comercialización de maíz transgénico.
Pedro Ortiz, vicepresidente nacional de la Alianza, refirió que los agricultores ven en el maíz transgénico una gran alternativa para producir más grano inocuo con menos costos de producción.
“El maíz transgénico nos permite evitar un costo inminente para control de plagas a través de agroquímicos, entonces eso se reduce y al hacerlo incrementa el índice de productividad”, dijo el también vicepresidente del comité estatal del Sistema Producto Maíz.
Tras señalar que en Chihuahua hay unos 2 mil 500 productores de maíz, Ortiz refirió que aproximadamente un 70 por ciento de la producción del grano en Chihuahua es hecha por la comunidad menonita, quienes están muy interesados en la siembra de transgénicos.
Mencionó que del 30 por ciento restante de productores, 15 por ciento está a favor de la siembra de transgénicos.
Resaltó que la siembra de maíz transgénico actualmente está prohibida; sin embargo, “los maíces híbridos que compran los productores, ya traen un dos por ciento de transgénesis. El maíz híbrido se compra aquí (en México), pero todo viene de patente estadunidense. Se compre allá o se compre aquí, es el mismo maíz”.
SOYA ILEGAL. A la siembra ilegal de maíz se suma la de soya en el estado de Campeche, donde, a decir de María Colín, asesora legal de Greenpeace, el ciclo pasado, que va de mayo a noviembre, se detectaron 16 casos que violaron una sentencia judicial.
Relató que, en 2015, en Campeche y Yucatán se promovió un amparo para pedir que, antes de sembrar soya transgénica, se consulte a las comunidades indígenas.
En tanto se resuelve el asunto, dijo Colín, está prohibido sembrar soya transgénica, pero de mayo a noviembre del año pasado se detectaron 16 casos de siembra ilegal, que involucra diez predios del municipio Hopelchén y seis en el municipio de Campeche, con un total de 336 hectáreas, de las cuales 305 son de Hopelchén.
Refirió que en esta siembra ilegal están involucrados integrantes de la comunidad menonita.
“En la década de los 90 (del siglo pasado) han llegado a la región comunidades de menonitas que se han ido moviendo desde Chihuahua, Durango, hacia la Península de Yucatán”, dijo Colín.