Hace un año, cuando la pequeña Isabella tenía tres años, su madre Carolina Acosta recibió una devastadora noticia: la menor fue diagnosticada con tumor de Wilms, el cáncer renal más frecuente en niños. Así, ella emprendió una batalla para salvarle la vida a toda costa, y poco a poco lo ha logrado, ya que ahora Isabella sueña con ser cantante cuando crezca.
El camino que han recorrido Isabella y su madre ha sido difícil, ya que la pequeña ha tenido que pasar por 60 quimioterapias, 14 radioterapias, más de 80 vacunas y 2 cirugías; no obstante, aún resta una cirugía y después tomografías cada tres meses durante cinco años.
Todavía falta más camino, más sencillo, sobre todo. Ya se ve más recuperada y su semblante es otro, pero aún estamos en el camino, pues es una enfermedad que no termina”, comentó Carolina Acosta en entrevista con Francisco Zea, en Imagen Zea.
Con la operación que necesita Isabella se busca quitarle el Port-a-Cath que tiene en el pecho y por el cual se le suministra vía intravenosa medicamento de quimioterapia; sin embargo, el costo de este procedimiento es alto, por lo que Carolina Acosta ahora debe reunir 350 mil pesos para solventarlo.
Ahorita está en vigilancia extrema y aún va de manera frecuente al hospital, pero le falta una última cirugía para que regrese al colegio y retome su vida normal”, aseveró la madre de la pequeña, quien se ha apoyado de las redes sociales para pedir donaciones, así como de la venta de pulseras y fundas para celular que ella diseña.
El brillo de los ojos y el semblante de Isabella ha cambiado gracias a los procedimientos médicos que con mucho esfuerzo ha logrado pagar su mamá, pues incluso sonrió y compartió sus sueños con el periodista Francisco Zea, en Imagen Televisión.
Quiero ser cantante cuando sea grande”, dijo la menor tímidamente y con una sonrisa al comunicador, a quien también le comentó que estaba enferma, supuestamente, por comer comida chatarra.
Esta idea sobre la enfermedad se la planteó su madre, quien explicó que lo hizo para mantenerla con una visión positiva frente a la vida.
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“A ella la diagnosticaron hace un año y para su edad le expliqué lo que ella podía entender. No podía decirle la gravedad de la enfermedad ni llenarle la mente de negativismo.
Por eso me enfoqué en mantener su mente en positivo y decirle que era un bicho por haber comido cochinadas, que ahora ya no sirve porque se alimenta muy bien; además que era un tratamiento que tenía que seguir y que se iba a curar rápido”, afirmó Carolina Acosta.
Aunque aún falta camino por recorren, Isabella y sus ganas de disfrutar de la vida impulsan a su madre para continuar su lucha para recolectar dinero y solventar los gastos médicos y darle una mejor calidad de vida frente a este tipo de cáncer, el cual, de acuerdo con la Secretaría de Salud, sólo en Estados Unidos se diagnostica a uno de cada 250 mil niños.
Para ello, esta madre utiliza las redes sociales para que los interesados en realizar alguna aportación lo puedan hacer.
· www.facebook.com/porunasonrisadeisabella
· Twitter: @prayforisabella
· acosta.27.05.84@gmail.com
“Saco fuerzas de ver las ganas que tiene de vivir y aunque los médicos digan que ya no hay nada qué hacer, pero cuando volteas a ver a tu hija con ganas de vivir…”, dijo entrecortado Carolina Acosta mientras veía a Isabella contenta, jugando con una muñeca y soñando con ser una cantante y presentar con Francisco Zea su disco.