El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer una nueva batería de sanciones contra el régimen de Corea del Norte, en respuesta a sus últimas pruebas de misiles balísticos, especialmente la de un proyectil de largo alcance, que podría golpear cualquier punto del territorio continental de Estados Unidos, y que se teme que, muy pronto, Pyongyang podría equipar con una ojiva nuclear, La principal medida del paquete impulsado por Washington es que el régimen de Kim Jong-un sólo podrá importar 500 mil barriles de combustible al año, lo que según EU recortará en un 89 por ciento las importaciones norcoreanas de gasolina, diésel y otros combustibles.
Además, tras haber ordenado en septiembre congelar las ventas de crudo a Corea del Norte, el Consejo de Seguridad reforzó esa medida, estableciendo un tope anual de cuatro millones de barriles.
El texto incluye también el compromiso del Consejo a recortar aún más el suministro de petróleo al país en caso de nuevos ensayos con misiles balísticos intercontinentales.
La embajadora estadunidense en Naciones Unidas, Nikki Haley, destacó que el régimen norcoreano “rechaza la vía de la paz”, y acusó a sus dirigentes de haber elegido el “aislamiento” frente a las ofertas de diálogo. “Como hemos hecho en el pasado, seguiremos respondiendo a las acciones agresivas del régimen de Kim con acciones de sanción internacionales”, añadió Haley.
La resolución de sanciones salió adelante con el voto unánime de los quince miembros del Consejo de Seguridad, incluyendo los de China, principal socio comercial del régimen, y Rusia.
RETORNO FORZOSO. Uno de los puntos clave de las nuevas sanciones es que obliga a los trabajadores norcoreanos en el extranjero a retornar al país. Los cálculos apuntan a que hay cerca de 100 mil norcoreanos fuera del país, la gran mayoría, en China y Rusia. EU calcula que generan al régimen unos 500 millones de dólares al año.
Según el texto, todos los Estados deberán expulsarlos de su territorio durante los próximos dos años. Inicialmente, el plazo propuesto era de un año, pero Rusia forzó a última hora el cambio, puesto que consideró que 24 meses era el mínimo necesario por cuestiones logísticas, según explicó su embajador tras la votación.
MÁS SANCIONES. La resolución recortará también las exportaciones norcoreanas, que ya estaban muy limitadas por anteriores sanciones, extendiendo el veto a las ventas en sectores como el alimentario, el agrícola o los equipos eléctricos.
Según Washington, actualmente las prohibiciones ya cubrían ámbitos que generaban a Pyongyang el 90 por ciento de sus ingresos por exportación, por lo que el impacto de las nuevas medidas será únicamente de unos 200 millones de dólares al año.
Además, el texto también limita al régimen de Pyongyang su capacidad para importar artículos como maquinaria pesada y vehículos de transporte.
Finalmente, el Consejo de Seguridad también añadió a otros 16 individuos y una entidad, todos supuestamente conectados con los programas armamentísticos, a una “lista negra” que supone la congelación de sus activos en el extranjero y les prohíbe viajar fuera del país.