La Secretaría de Salud del Gobierno de la República, a través del Unidad de Inteligencia Epidemiológica y Sanitaria, exhortó a los tabasqueños que tengan programado viajar a en los próximos días a Venezuela, por motivos de trabajo o descanso, a que tomen las medidas preventiva, ante brotes de Sarampión registrados en dicho país desde 2017.
La dependencia federal explicó, que el sarampión, es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por un virus de la familia de los paramixovirus que normalmente crece en las células de revestimiento de la faringe y los pulmones, y observó que no afecta a los animales.
Se caracteriza por presentar fiebre, enrojecimiento de ojos, congestión nasal, tos, manchas pequeñas dentro de la boca y posteriormente, erupción cutánea (exantema) en cara y cuello que con el tiempo se extiende a todo el cuerpo. Se propaga por contacto con gotitas provenientes de la nariz, la boca o la garganta de una persona infectada.
A pesar de que es una enfermedad prevenible por vacunación, en muchos países las bajas coberturas de inmunización han favorecido su diseminación, y sigue siendo persistente en diferentes regiones del mundo, incluyendo África, Asia, Europa y Oceanía, generando grandes epidemias a las que los viajeros que no son inmunes y se encuentran en riesgo de contagio.
De acuerdo con reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Venezuela, desde la confirmación del primer caso de sarampión en la semana 26 de 2017 y hasta la semana 7 de 2018 se confirmaron 886 casos de sarampión (666 por laboratorio y 220 por nexo epidemiológico), incluidas dos defunciones.
La diseminación del virus hacia otras áreas venezolanas, se explica entre otros factores por el elevado movimiento migratorio de su población, generado por la actividad económica formal e informal en torno a la actividad minera y comercial.
En México, la última epidemia de sarampión ocurrió en 1989-1990 reportándose 89 mil 163 casos. El último caso autóctono registrado en el país fue en 1995. En el 2011 se presentaron tres casos importados: dos en el Distrito Federal y uno en Guanajuato. Entre 2013 y 2014 hubo casos importados en viajeros extranjeros.
Este 2018, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica identificó en la Ciudad de México, tres casos confirmados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos, los cuales de acuerdo a la OPS son clasificados como asociados a importación. El último caso autóctono en el país se registró en 1995.
Respecto a Tabasco, el último contagiado se detectó en 1995 en el municipio de Comalcalco; sin embargo, mediante acciones de vacunación se ha mantenido eliminado y se está en fase de eliminación de la rubeola; para tal fin han sido imprescindibles las medidas de prevención y control, y el Programa de Vacunación Universal implementado en el país.
Por ello, la Dirección General de Epidemiología emitió las siguientes recomendaciones a quienes tengan programado viajar a Canadá, Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Guatemala y Europa:
Aplicar la vacuna contra el sarampión cuando las personas no puedan demostrar que fueron vacunados cuando eran niños y que nunca han tenido sarampión. Los niños de 6 a 11 meses de edad deben tener 1 dosis, si se viaja internacionalmente; los lactantes vacunados antes de los 12 meses deben ser revacunados en o después del primer año, con un intervalo entre ambas dosis de al menos 28 días.
Los adolescentes y adultos que no cuenten con dos inmunizaciones deben vacunarse, y si no cuenta con antecedente deberá recibir dos dosis separadas por al menos 28 días. Las únicos biológicos disponibles en México son la vacuna triple viral (SRP; sarampión, rubeola y paperas) y doble viral (SR; sarampión y rubeola).
Si durante el viaje y el regreso se presenta fiebre y erupciones en la piel, se debe de evitar la automedicación, tomar abundantes líquidos y vida suero oral o electrolitos orales, para prevenir la deshidratación.
Así también, debe acudir a la unidad médica más cercana y comentar al personal que lo atienda el antecedente de viaje a estas regiones. Es muy importante evitar el contacto cercano con otras personas durante cuatro días después de la aparición del exantema, a fin de reducir la propagación a otras personas o familiares que no estén vacunados.