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Por primera vez en su historia, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tuvo que recurrir al uso de la policía para llevar a cabo de manera exitosa un operativo de verificación a dos gasolineras en Puebla, franquicias de British Petroleum (BP) y de Petróleos Mexicanos (Pemex), ante la negativa por parte de sus dueños para ser inspeccionados.
Los verificadores de Profeco acudieron ayer a las instalaciones de las gasolineras Rasagui y Japa, en Puebla, para comenzar el operativo de revisión a los instrumentos de calibración y de servicio, ante las quejas, por parte de los usuarios por posibles fugas de combustible y cobros irregulares.
En ambos casos, los propietarios de los establecimientos se habían negado previamente a ser revisados, a pesar de que la Profeco les había notificado con anterioridad acerca del operativo; por lo que tuvo que recibir el apoyo de la Policía Federal de Gendarmería para realizar la supervisión. “De acuerdo con las reformas a la Ley Federal de Protección al Consumidor, la Profeco cuenta con la facultad de aplicar medidas de apremio para hacer cumplir coercitivamente sus requerimientos o determinaciones, dentro de las cuales está solicitar el auxilio de la fuerza pública”, explicó el organismo a través de un comunicado.
Sobre la revisión en la Gasolinera Rasagui, ubicada en Avenida Manuel Espinoza Yglesias, en la colonia Santa Cruz Los Ángeles, la Profeco señaló que se emitió orden de verificación el pasado cinco de junio, sin embargo la respuesta de los propietarios fue una negativa a la misma el siete de junio.
“En este negocio se inmovilizaron cinco instrumentos de los 18 que tiene la estación de servicio, cuatro por presentar fuga de combustible y uno por deficiencias evidentes”, notificó.
En tanto que para la Gasolinera Japa, ubicada en Prolongación de la Avenida Reforma, colonia La Libertad, la orden de verificación también fue enviada el cinco de junio, registrándose la negativa a la misma el siete de junio.
En este último caso, la Profeco señaló que se inmovilizaron los 20 instrumentos que tiene la estación, toda vez que ninguno contaba con el holograma vigente de calibración. Además, el personal de la estación de servicio no permitió el acceso a los demás lugares objeto de la verificación; asimismo, se negaron a recibir el acta, todo esto en presencia de la Policía Federal de Gendarmería.
