Enrique Peña Nieto es el presidente que ha tenido el salario más alto de la historia de los mandatarios mexicanos; con la nueva Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos será el primero que no pueda cobrar nada después del viernes 30, al concluir su administración.
Durante su sexenio, Peña Nieto gozó de varios incrementos salariales: en 2012, conforme a su declaración patrimonial inicial, ganó 193 mil 478 pesos mensuales. Para diciembre de 2017 sus ingresos se habían incrementado a 242 mil 465 pesos netos; casi 50 mil pesos mensuales más.
Estas cifras se obtuvieron al dividir entre 12 el monto de ingresos netos anuales reportados al portal Declaranet, en el cual los servidores públicos deben publicar sus declaraciones patrimoniales.
Las cifras de la declaración patrimonial contrastan con las reportadas al Sistema de Portales de Obligaciones de Transparencia (Sipot); ahí se ubicaba en alrededor de 205 mil pesos mensuales, al iniciar la administración, su remuneración bruta; son 223 mil pesos mensuales los que se exhiben actualmente, inferiores a lo registrado en Declaranet.
Una consulta realizada el viernes 9 muestra una discrepancia mayor: según el Sipot, Peña Nieto gana 152 mil 334 pesos mensuales netos y no cuenta con ninguna prestación. Suponiendo que a esa cantidad se le sumara un aguinaldo de 223 mil pesos, así como 539 mil 710 pesos del Seguro de Separación Individualizado –que si aparece en Declaranet–, sumaría 2 millones 590 mil 710 pesos anuales, cantidad que no corresponde con la declarada como percepción neta anual asentada en este último portal mencionado, pues asciende a 2 millones 909 589 pesos.
Si bien establecer sus ingresos no es tarea fácil debido a las diferentes imprecisiones, la pensión que le correspondería sería aproximadamente por esos 223 mil pesos mensuales si la mencionada ley, promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador, no se hubiera materializado.
Tampoco es que se vaya a ir en blanco. A lo largo del sexenio, una prestación denominada Seguro de Separación Individualizado, que mantuvo la alta burocracia federal y también se suspenderá en el nuevo gobierno, le permitirá salir con una bolsa superior a los 4 millones 200 mil pesos; la mitad viene del presupuesto, la otra mitad, de su salario.
Esta última cifra es un aproximado, pues sólo cuando concluya su administración y emita su declaración patrimonial final, podrá saberse el monto de sus ingresos, ahorros y bienes oficialmente declarados para 2018.
Evolución patrimonial
Con base sólo en sus declaraciones patrimoniales, como servidor público en los primeros cinco años de gobierno, Peña Nieto tuvo ingresos por 14 millones 456 mil 946 pesos.
En el mismo periodo logró incrementar sus ahorros e inversiones sin transparencia en el origen.
Al iniciar la administración, en diciembre de 2012, tuvo ingresos por actividad financiera de 32 mil 500 pesos, en tanto que bajo el concepto “otros” ganó 12 mil 227 pesos. Para mayo de 2013 esos ingresos se habían multiplicado: por actividad financiera declaró 65 mil pesos, mientras que el concepto “otros” se multiplicó 11 veces, para un total de 146 mil 723 pesos.
Las variaciones en sus ingresos se registraron especialmente a partir de su declaración de 2015, seis meses después del escándalo de la “Casa Blanca” que lo forzó a abrir su declaración patrimonial: en mayo de 2014 había reportado ingresos anuales por cargo público, actividad financiera y “otros”, por 3 millones 370 mil 796 pesos, pero para 2015 sus ingresos se redujeron por unos 150 mil pesos en el concepto “otros”.
En noviembre de 2014, tras el mencionado escándalo –la adquisición de una mansión en las Lomas de Chapultepec sufragada por fuera del sistema financiero por Juan Armando Hinojosa Cantú, contratista favorito del peñismo, oficialmente en 54 millones de pesos–, Peña Nieto dio a conocer los costos y el tipo de operación con el que adquirió nueve inmuebles. Lo hizo en El Noticiero de Joaquín López Dóriga. Luego remitió a Declaranet.
Aunque Peña Nieto había prometido en campaña hacer pública su declaración patrimonial, decidió abrir esos datos a casi dos años de iniciada su administración, en medio de la cobertura internacional por la residencia que terminó asumiendo como suya la primera dama Angélica Rivera.
Entonces como ahora, la declaración patrimonial no establece los lugares donde se ubican sus propiedades ni exhibe escrituras, documentos contractuales ni otros instrumentos jurídicos que comprueben lo plasmado en el reporte. Sólo establece que seis de las nueve propiedades fueron donadas por su padre y su madre, mientras que una más la heredó de su fallecida esposa, Mónica Pretelini. Únicamente compró dos inmuebles, uno de ellos cuando tenía 15 años. Según su declaración patrimonial habría comprado una casa en 1982 por 924 viejos pesos. Explicaría después que fue una compra realizada por sus padres pero a su nombre, en ejercicio de la patria potestad.
Como ocurre en este caso, hay otros apartados, fechas y montos inconsistentes.
Por ejemplo, en 1988 su padre le habría donado un terreno de mil metros cuadrados con un valor de 11 mil 200 viejos pesos, de manera que al quitarle los tres ceros quedaría en 11 pesos actuales. Un año después, también su padre le donó un terreno rústico de 2.4 hectáreas por un valor de 647 viejos pesos.
El 19 de marzo de 2001 heredó de su cónyuge un departamento con un valor de 2.6 millones de pesos (mdp). La herencia tendría que haber ocurrido en vida, pues Pretelini murió seis años después, en enero de 2007.
Peña Nieto compró una casa en diciembre de 2005, apenas iniciado su periodo como gobernador del Estado de México, con un valor de 5.6 mdp. La pagó de contado.
Las dimensiones de las casas y terrenos habían sido explicitadas desde su primera declaración, pero el valor de los inmuebles no está actualizado y sólo se presenta el valor correspondiente a la fecha de celebración de las operaciones.
Luego seguirían las propiedades que adquirió por donación de su madre que, según la explicación, las obtuvo a su vez por donación de su esposo. Se trata de un terreno de 2 mil 547 metros cuadrados, con un valor de 6.9 mdp, donado en 2009. Además, otras tres propiedades donadas en 2011: una casa de 150 metros cuadrados con un valor de 611 mil 253 pesos; otra casa de 338 metros cuadrados con un valor de 455 mil 600 pesos, y un terreno de casi seis hectáreas con un valor de 5.1 mdp y que, según explicó, son tierras de cultivo.
Otros bienes
Peña Nieto no tiene vehículos automotores, según su declaración patrimonial. Pero sí joyas y obras de arte, muebles y otros objetos valiosos, aunque a lo largo del sexenio no ha reportado incremento en ningún concepto, es decir, no ha comprado una joya, obra de arte y ni siquiera un reloj.
En mayo de 2007 habría pagado de contado 1 millón 900 mil pesos en joyas y relojes. Ese mismo año heredó de su fallecida esposa 2 mdp en obras de arte y cuenta con inversiones por 3 mdp en monedas y metales.
El 8 de diciembre de 2011 su madre le donó más obras de arte por 1 mdp, así como relojes y joyas por otro millón. Además, valuados también en 1 mdp, recibió en donación muebles y objetos varios.
La revisión de cada una de sus declaraciones patrimoniales muestra que en esos conceptos no hay variación y, si nos atenemos a sus ahorros e inversiones declarados, hasta diciembre de 2017 el mandatario habría incrementado sus fondos durante cinco años en 5.9 mdp, pues en 2013 declaró tener 10.48 mdp, y en su última declaración, 16.24 mdp.
Ya sin el cargo público, los ingresos de Peña Nieto se reducirán significativamente, conforme a la información publicada, pues bajo el concepto “otros” y por actividad financiera, reporta apenas 618 mil pesos en todo 2017, su mejor año, lo que equivale a 51 mil 532 pesos mensuales, la quinta parte de su ingreso actual.
Así, el próximo viernes 30, Peña Nieto se irá con su nómina, el aguinaldo, los 4.2 mdp de su seguro para el retiro y los 5.9 mdp que ahorró mientras fue presidente. Un total de 10.5 mdp y nada más.