La ola de frío polar que lleva tres días azotando con temperaturas récord el medio oeste de Estados Unidos se extendió ayer a la costa este hasta alcanzar el área de Nueva York, con temperaturas que alcanzaron los 39 grados bajo cero y una sensación térmica en algunas zonas de -45. Según el balance del diario The New York Times, la cifra de muertos subió a 21, mientras que más de 216 millones de personas están siendo afectadas por el intenso frío y la parálisis casi total.
Fuego en las vías. Pese a estar acostumbrada a inviernos crueles, Chicago ha soportado en las últimas 48 horas temperaturas inferiores al Polo Sur, Siberia o hasta el planeta Marte, lo que ha paralizado la tercera área metropolitana de EU, con casi 10 millones de habitantes.
Después de que el frío prácticamente cerrase la ciudad de Chicago, sin actividad pública y privada y las escuelas públicas cerradas hasta este viernes, lentamente la vida se fue normalizando ayer, aunque los aeropuertos locales registraron más de mil 700 cancelaciones de vuelos en las últimas 24 horas.
La ola de frío polar dejó también escenas inusuales, como la distribución de hornillos con fuego en las vías férreas, para evitar el colapso de trenes por congelamiento.
Lo peor ya pasó. El Servicio Meteorológico Nacional espera que las temperaturas se suavicen ligeramente hoy con la llegada de las nieves en una región en la que se han multiplicado los casos de congelamiento e hipotermia en las salas de emergencia de los hospitales.
El estado de Minesota volvió a sufrir lo peor de esta ola de frío polar y en la pequeña ciudad de Bemidji, cercana a la frontera con Canadá, los termómetros marcaron a primera hora del día 39 bajo cero, mientras que en la vecina localidad de Duluth repitió con sensación térmica cercana a menos 50 grados.
¿Frío, qué frío? Mientras que centenares de ciudades en EU están semiparalizadas por el frío, en la canadiense Winnipeg la vida continúa como si nada, pese a que ayer la temperatura cayó a 40 bajo cero.
Si en Chicago las escuelas han sido cerradas y miles vuelos fueron anulados, en Winnipeg “las escuelas están abiertas, las universidades llenas de estudiantes que van a clase” y el aeropuerto funciona sin problemas a pesar de las gélidas temperaturas”, escribió ayer el diario Winnipeg Star.