La venta de celulares clones —que representan un peligro por su inestabilidad— también ocurre por medio de redes sociales, donde constantemente se realizan estafas a los cibernautas que intentan llevar a cabo su compra por esta vía.
Las redes sociales y el internet pueden ser una excelente herramienta para conocer personas y mantenerte en contacto con amigos y familiares lejanos, pero además se ha convertido en el medio que a diario cientos de personas utilizan para vender dispositivos celulares clones.
En Facebook existen diversos grupos y páginas que ponen al alcance de un clic smartphones replica de los originales a precios que oscilan entre los mil 400 y los dos mil 500 pesos.
Páginas como Celulares Clones o grupos como Venta y compra de celulares clones en el DF y Edo, son sólo algunos de los sitios en los que, sin ningún tipo de sanción, se comercializan estos equipos piratas mediante esta red social.
Además de estas páginas, con las más recientes actualizaciones, Facebook creó su propia plataforma interna dedicada específicamente a las ventas, llamada Marketplace, en la cual se puede encontrar como si fuera un catalogó de tienda casi cualquier modelo reciente de celular en su versión clon.
Mercado libre, la plataforma dedicada a las ventas por internet, no está exenta de estas situaciones, pues existen personas que ofrecen celulares “originales” a la venta con precios más atractivos pero que en realidad resultan ser dispositivos clones.
Una de las víctimas de este tipo de estafa relató a Crónica su experiencia.
“Yo estaba buscando un teléfono porque me habían robado el mío y mi exnovio me comentó que en Mercado libre había visto un Samsung Galaxy 8 en ocho mil pesos. Me pareció que el equipo se encontraba a un precio más atractivo del que yo lo había visto en tiendas departamentales y otros sitios similares y además se veía seguro el perfil del vendedor, por lo que me puse en contacto con él y acordamos reunirnos en una estación del Metro para realizar la compra, por las prisas chequé superficialmente el dispositivo y le entregué el dinero en efectivo. Cuando llegué a mi casa y comencé a utilizar el celular, me di cuenta que se calentaba muy rápido, el touch screen no detectaba al 100 por ciento lo que hacía y las aplicaciones no funcionaban correctamente, fue en ese momento que me di cuenta que era pirata. Traté de contactar al vendedor pero nunca tuve éxito, por lo que reporté la compra con la policía, sin embargo nunca pudieron atrapar al estafador”, contó Guadalupe a esta casa editorial.
Como este caso existen muchos otros en los cuales por medio de redes sociales o internet se cometen fraudes y ventas ilegales que no son detectadas por la Secretaría de Seguridad ni por la Procuraduría Federal del Consumidor y que por lo tanto no son sancionadas y representan un riesgo para las personas que buscan adquirir un dispositivo móvil.