Como parte de la “4ª Jornada Interdisciplinaria de Salud Psicosocial y los Retos de la Prevención en la Salud Mental de Hoy”, que realizó la Secretaría de Salud en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, Quetzalcóatl Hernández Cervantes, doctor en Psicología y presidente de la Asociación Mexicana de Suicidología de México, A.C., ofreció la conferencia magistral “Alfabetización en suicidio: una estrategia de salud pública para su prevención” a personal médico y estudiantes de la Universidad Autónoma de Guadalajara, campus Tabasco.
En su exposición, dijo que más allá de lo biomédico, hay que analizar las cuestiones demográficas y culturales del individuo, las características de la población, que si no se abordan, aún teniendo los mejores especialista o los mejores tratamientos psicológicos, poco se incidirá en la mortalidad por suicidio que va en crecimiento, no sólo en Tabasco, sino en el país.
Precisó que la alfabetización en salud y a su vez la alfabetización en suicidio, son una estrategia entre lo que es educación y promoción de la salud, donde uno de los puntos principales es lo que tiene que ver con la masculinización y el género.
Abundó que en México por cada muerte por suicidio que hay en una mujer entre los 15 y 19 años de edad, que es el sector más afectado, al menos se registran cuatro suicidios en hombres.
«Entonces el suicidio en el país es un problema en términos de frecuencia se presentan 400 más en hombres, que en relación a las mujeres y eso naturalmente tiene que ver cómo los hombres en nuestro país, la gente joven, van creciendo desde las familias socialmente, desde el manejo de los afectos, hasta la forma de buscar ayuda, que no es exclusivo de los adolescentes”, apuntó.
El experto consideró que se tiene que partir de conocer la población, porque una cosa es el escenario clínico de la persona, y otra lo que vive la gente afuera, “las cuestiones de soledad, las expectativas como hombre, como mujeres, es a lo que apostamos a que genere este interés en ampliar la mirada de decir creo que es insuficiente, solamente con lo que conocemos de medicina, psicología y psiquiatría, sino más bien las cuestiones locales, antropológicas, culturales, sociales del ser humano”.
Añadió que el tejido social está roto por la falta de diálogo y comunicación, sin embargo, no es una tarea exclusiva del sector salud, sino un asunto de todos, estemos o no en una función específica.
“Este tejido social, se refleja en su descomposición, cuando por ejemplo, alguien le caes mal, hubo un problema y te bloquean, te quita de su lista de contactos, en lugar de dialogar y hablar y resolver”, ejemplificó el especialista en psicología.
Mencionó que en el país, en materia de suicidio, las dos penínsulas, son las más afectadas y no es una situación fortuita, sino tiene que ver con la centralización de los servicios, porque geográficamente están más retiradas y los alcances son menores.
El suicidio dijo es un fenómeno que sigue creciendo, aunque se tengan los especialistas, aunque haya investigación, llega a impactar fuertemente en las tasas de mortalidad.
Por ello, recalcó que las causas, son un factor de tipo sociocultural.
De acuerdo al especialista, Chiapas es el Estado con la tasa de psiquiatras más baja, es decir, menos de un psiquiatra por cada cien mil chiapanecos, mientras que en la Ciudad de México es de 20 psiquiatras por cada cien mil habitantes.
Precisó que en Tabasco el suicidio está en un nivel medio, «no es de los estados con índices más altos, ni más bajos, pero sí es notable el crecimiento en jóvenes de entre 15 y 19 años de edad, estamos hablando del acceso a la salud, del estigma, de la vivencia, de ser hombre y ser mujer, incluso hasta de las cuestiones culturales de usos y costumbres en Tabasco, es un Estado pequeño, pero al mismo tiempo cada municipio tiene sus propias costumbres y esos factores hay que analizarlos, si de verdad aspiramos a que las cosas sean distintas”.
El presidente de la Asociación Mexicana de Suicidología de México, urgió a quitar el estigma de no tratar la depresión correctamente, porque dijo, ya es tiempo de considerarla una enfermedad seria como la diabetes, el cáncer, como una anemia o una pulmonía.
Remarcó que la alfabetización del suicidio le apuesta a que las personas sean capaces del autocuidado, no solamente acudir al médico cuando ya es muy tarde, sino desde antes.
“Primero es cuidar nuestra familia, nuestra persona, nuestro cuerpo, nuestras acciones”, apuntó.
«Esperamos que la gente asuma el tema no como algo del psicólogo o psiquiatra, sino como un asunto personal para poder realmente aspirar en algún momento a recibir el tratamiento, pero primero estar muy abierto y cambiar la forma de vivir las emociones», finalizó.