De haber continuado el operativo de captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, y de haberse registrado muchas pérdidas humanas, “no se estaría hablando ahora de la renuncia de Audomaro (Martínez Zapata, director del Centro Nacional de Inteligencia) y de Durazo (Alfonso, titular de la Secretaría de Seguridad Pública), sino de la renuncia del Presidente”, señaló Andrés Manuel López Obrador.
“Imagínense si hubiese habido muchos muertos, ¿cómo estaríamos? Era frenar el proceso de transformación y detener la posibilidad de un cambio verdadero en el país”.
—¿Considera acaso que le estaban poniendo un cuatro? —se le preguntó en Palacio Nacional, durante una precipitada conferencia.
—Si fue esa la intención, aceptando sin conceder, nos hicieron lo que el viento a Juárez.
—Y, por cierto, ¿le han presentado la renuncia Audomaro y Durazo?
—Eso es lo que quisieran nuestros adversarios, los conservadores, que en vez de actuar con responsabilidad, porque estaba de por medio la vida de la gente, azuzaron, hasta expresidentes pidiendo mano dura, que respondiéramos con violencia, como lo hacían ellos, mostrar trofeos que no resolvían para nada el problema de fondo.
El episodio en Culiacán, dijo el Presidente, “sirvió para confrontar los dos modelos”: el suyo y el de los conservadores “supuestamente muy valientes, pero con pantalones de otros”.
Un gobernante o dirigente político, argumentó, “puede poner en riesgo su vida, pero no tiene el derecho de poner en riesgo la vida de los demás. Va a pasar el tiempo y la gente de Sinaloa podrá juzgar si se hizo bien o mal. Tengo mi conciencia tranquila”.
Su idea ahora es aislar a los grupos delincuenciales y quitarles por completo el respaldo de los ciudadanos, “que no los vean con buenos ojos ni sea motivo de prestigio pertenecer a una banda”.
—¿Sí van a detener al señor Ovidio?
—Si existe la orden de presentación, desde luego, y una orden de extradición; siempre y cuando no se ponga en riesgo a la población.
La mayoría de los mexicanos, resaltó, apoyan su decisión.
López Obrador terminó hablando de beisbol, un deporte de gran relevancia en Sinaloa, “porque tenemos que pensar que la vida es mucho más que un mal momento, que una tarde-noche triste y de angustia”.