El enfrentamiento político entre el presidente, Jair Bolsonaro, y los gobernadores estatales que han impuesto cuarentenas a sus ciudadanos prosigue en Brasil, donde estos últimos dos días se han visto imágenes de fuertes contrastes.
Por un lado, este viernes, Bolsonaro paseó tranquilamente por las calles de Brasilia pese al confinamiento, y defendió que es su derecho constitucional moverse con libertad por el país. Mientras algunos partidarios del mandatario de extrema derecha aplaudían, otros muchos detractores le abuchearon.
Human Rights Watch lamentó ayer que Bolsonaro “está saboteando los esfuerzos de gobernadores y de su propio Ministerio de Salud para contener la diseminación de la COVID-19, poniendo en riesgo la vida y la salud de los brasileños”.
En cambio, este sábado ciudadanos salieron a la calle para protestar contra las medidas de aislamiento social impuestas por el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria. Sao Paulo es la zona más afectada de Brasil, con 8 mil 216 contagios y 540 muertes, alrededor del total de decesos en Brasil por COVID-19.