Rosa Martínez, es una joven madre que no puede atender el llamado a quedarse en casa, pues ya no tiene dinero ni comida.
Con su bebé de 9 meses de edad en los brazos, Rosa sale a la calle a vender para juntar el dinero que utilizará para comprar un medicamento.
La verdad salgo porque ya no tenemos recursos para seguir en la casa y yo como tengo que comprarle unos medicamentos a mi bebé, salgo para completarlo. Le tengo que comprar un medicamento para que lo inhale”.
Rosa no está sola, tiene a su marido, quien por la contingencia se quedó sin trabajo y también sale a conseguir empleo.
Mi marido igual se quedó sin trabajo y anda consiguiendo, lo despidieron y anda consiguiendo trabajo, él se dedica a la obra.
La vendedora quien pasa entre cinco y seis horas en la calle, cargando a su bebé, asegura que en un día bueno gana doscientos pesos.
Está difícil, por lo mismo de que uno que no tiene dinero y no tiene comida, tiene que salir a buscarle aunque sea difícil la situación.