El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó ayer a su antecesor, Barack Obama, de ser “terriblemente incompetente”, en respuesta a la inusitada ofensiva del exmandatario demócrata, que el sábado mostró su preocupación ante la “falta de liderazgo de algunos líderes” ante la gestión de la crisis pandémica.
“Miren, él era un presidente incompetente, es todo lo que puedo decir. Terriblemente incompetente”, dijo Trump al ser preguntado este domingo en el césped de la Casa Blanca.
El sábado, el expresidente Obama apareció en vivo en video durante un evento para estudiantes, donde criticó duramente a los funcionarios estadunidenses que luchan contra la pandemia.
“Más que nada esta pandemia ha puesto finalmente en evidencia que muchos de los que están al mando no saben lo que están haciendo, incluso algunos de ellos ni siquiera fingen estar al mando”, lamentó el sábado el expresidente sin mencionar en ningún momento al actual inquilino de la Casa Blanca, durante un mensaje virtual dirigido a los estudiantes de varias universidades con motivo de su graduación.
«GRAN FIN DE SEMANA”. Lejos de hacer algún ejercicio de autocrítica, el mandatario republicano —que en noviembre busca la reelección— dijo también ayer que su gobierno está haciendo “grandes progresos” en la batalla para contener el coronavirus.
“Creo que este ha sido un gran fin de semana. Tuvimos magníficas reuniones e hicimos progresos tremendos en muchos frentes, incluyendo encontrar una cura para esta horrible plaga que ha impactado a nuestro país. Muchas cosas buenas sucedieron”, aseguró, sin dar más detalles.
90 MIL MUERTES. Mientras el presidente Trump presumía de nuevo su gestión de la crisis, Estados Unidos se acercaba a un nuevo récord, la de 90 mil muertos por COVID-19, que unido al millón 486 mil casos positivos convierten a su país en el más golpeado del planeta en términos absolutos por la pandemia.
Pese a los datos desoladores, la Casa Blanca insiste en que EU debe dejar el confinamiento para relanzar la economía. El último en pronunciarse fue el propio secretario de Salud, Alex Azar, quien ayer mismo pidió dejar la decisión final a los líderes locales (y no a los gobernadores), ya que la mitad de los condados del país “no han registrado una sola muerte” en los últimos días.