Bebidas azucaradas, “veneno embotellado”

De acuerdo con la definición del Diccionario del español de México, la palabra “veneno” se refiere a una “sustancia que puede dañar gravemente o matar a un ser vivo; puede ser natural (…) o artificial, como las que se producen para diversos usos industriales… La Real Academia Española señala que es “una sustancia que, introducida en un ser vivo, es capaz de producir graves alteraciones funcionales e incluso la muerte”.

Estas descripciones son acertadas para describir a las bebidas azucaradas, de acuerdo con el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, pero las afectaciones que causan al cuerpo, por su consumo crónico, tienen una base científica. Es por ello que científicos y sociedad civil no vacilan en llamar a estos productos “veneno embotellado”, como lo refirió el funcionario hace algunas semanas.

En México se estiman 40 mil 842 muertes al año asociadas con el consumo habitual de estas bebidas, alrededor del 7 por ciento de la población, en personas por arriba de los 20 años. De este número de muertes al año, 37 mil ocurren debido a enfermedades cardiometabólicas —diabetes, enfermedad cardiovascular y cáncer asociado a obesidad. La mayoría (36 por ciento) se asocian a diabetes.

El consumo de estas bebidas está asociado con el desarrollo de diabetes en el 39 por ciento de la población y en el 17 por ciento de quienes sufren un infarto y de un 7 a un 59 por ciento de quienes desarrollan cáncer —depende de el tipo de cáncer—. Estos datos forman parte del estudio Mortalidad atribuible a bebidas azucaradas en México, realizado recientemente por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el cual es una actualización de un estudio global realizado en 2010 (Estimated Global, Regional, and National Disease Burdens Related to Sugar-Sweetened Beverage Consumption in 2010).

El estudio fue presentado nuevamente ayer por Tonatiuh Barrientos, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional del INSP, dentro de la conferencia “¿Veneno embotellado?: Evidencia incontrovertible del impacto en salud de las bebidas azucaradas”. “La evidencia científica demuestra que las #BebidasAzucaradas sí son #VenenoEmbotellado al contribuir de manera significativa al desarrollo de #obesidad, diabetes y muerte”, señalan las redes sociales de la Alianza por la Salud Alimentaria, que convocó a este foro virtual.

El encuentro convocó también a Kimber Stanhope (Universidad de California-Davis) y Vasanti Malik (Universidad de Toronto), dos de las pioneras y referentes de este tipo de investigaciones en el mundo, que junto con el especialista del INSP presentaron evidencia científica incontrovertible de cómo el consumo habitual de las bebidas adicionadas con edulcorantes pueden “dañar gravemente o matar a un ser vivo”.

TRES EVIDENCIAS DE TRES. De acuerdo con Kimber Stanhope, se requieren estudios epidemiológicos, de intervención dietética y técnicos para tener evidencia contundente sobre el daño que provocan las bebidas endulzadas al cuerpo. Junto con sus propios estudios y otros realizados por instituciones como la Universidad de Harvard, expuso que hay suficiente evidencia de los tres para sustentar su daño.

Presentó resultados de estudios epidemiológicos que muestran que la mortalidad por enfermedades cardiovasculares durante un período de 15 años aumenta en la medida que se incrementa el consumo de azúcares añadidos. Estudios de intervención dietética, añadió, demuestran que el consumo de fructosa, jarabe de maíz de alta fructosa —o sacarosa— a través de las bebidas azucaradas conduce a un incremento en los factores de riesgo para desarrollar estas enfermedades. Sobre los datos técnicos, puntualizó que los datos mecanicistas demuestran que la absorción y el metabolismo no regulados de la fructosa en el hígado, causa una sobrecarga en el órgano provocando una desregulación metabólica.

“La totalidad de los datos científicos —en investigaciones sin conflicto de interés— demuestran que el consumo de bebidas azucaradas aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares”, concluyó.

MUCHOS ESTUDIOS EN UNO. Por su parte, la Dra. Vasanti Malik, profesora de la Universidad de Toronto y la T.H. Chan School of Public Health de la Universidad de Harvard presentó resultados de varios metaanálisis relacionados con estos temas. Un metaanálisis, explicó, toma hallazgos de varios estudios de un mismo tema combinados para obtener una media de los resultados, con lo que se puede obtener un promedio de la asociación de todos.

Entre sus estudios, que fueron retomados por los especialistas del INSP para realizar la investigación en México, se concluye que existe evidencia fuerte y consistente, como resultado de pruebas y estudios observacionales, que muestra “cómo la ingesta de bebidas azucaradas promueve el incremento de peso y se asocia con un elevado riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades crónicas asociadas”.

La científica agregó que estos vínculos se han observado consistentemente en diferentes poblaciones alrededor del mundo, incluyendo México, donde los niveles de consumo de bebidas azucaradas son altos. “Limitar el consumo de estas bebidas es un cambio simple en el estilo de vida que podría prevenir el incremento de peso y diabetes.”

La investigación de la doctora Malik resalta que las bebidas azucaradas contribuyen a la ganancia de peso y también al desarrollo de diabetes tipo dos. Esta última puede desarrollarse aún sin ganar peso. Además, enfatizó los hallazgos de un estudio que realizó en México donde analizó información de más de 70 mil profesoras mexicanas y concluyó que cada porción adicional de bebidas azucaradas consumida se asocia con un aumento en 27 por ciento de la incidencia de diabetes.

La científica puntualizó que “limitar el consumo de bebidas azucaradas debe incluirse dentro de la estrategia de salud pública de los países para prevenir obesidad, diabetes 2 y problemas metabólicos”.

Además de los resultados de la investigación del INSP, Tonatiuh Barrientos concluyó que en México, las bebidas azucaradas podrían ser la principal causa del tsunami cardio-metabólico que vivimos, por lo que es urgente la implementación de políticas públicas que disminuyan su consumo.

Entre éstas se incluye el impuesto a estas bebidas, el etiquetado de advertencia, eliminar su publicidad y sacarlos definitivamente de las escuelas. “México ha avanzando en estas políticas, pero el mundo debe entender la razón de fondo: se busca proteger la salud y vida de las personas”. Se busca evitar su envenenamiento.

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