Un Donald Trump energizado y en el ambiente que más disfruta, un multitudinario mitin de campaña en el que el distanciamiento social ha sido una quimera y sólo a unos pocos se les vio con cubrebocas, el presidente de EU retornó ayer a la contienda electoral y lo ha hecho en el estado al que llama su hogar, Florida.
Mientras volaba hacia el aeropuerto de Orlando, donde tuvo lugar el mitin, el médico en la Casa Blanca, Sean Conley, firmó un memorando en el que señaló que Trump «ha dado NEGATIVO en días consecutivos» al coronavirus.
«Ahora dicen que soy inmune», proclamó desde la tarima, a menos de 14 días de que se reportara que había dado positivo al COVID-19, y hasta prometió a sus seguidores «un gran beso».
Regreso a las mentiras.
Seguidamente, Trump se dedicó a regalar al oído de sus seguidores promesas electorales, ya repetidas -y fracasadas, como el muro- y nuevas, pero sin ninguna garantía de que vaya a ocurrir.
«Estamos en camino de tener 100 millones de dosis de vacunas para fines de este año», proclamó, pese a que los propios laboratorios estadunidenses se muestran cautos y estiman que la vacunación masiva no será una realidad hasta mediados de 2021.
Sin ningún remordimiento o recuerdo a los más de 215 mil estadunidenses muertos en siete meses de pandemia, Trump aseguró que bajo su mandato “se han salvado miles de vidas”.
El presidente aludió a otros de los temas que gustan a su base electoral como es el combate contra la inmigración ilegal, y resaltó las «400 millas» de muro construido, pese a que hace cuatro años prometió que tendría listo un muro “infranqueable y de costa a costa” para antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Asimismo, regresó a su intento de criminalizar a los inmigrantes, al presumir que durante su mandato se han deportado a “20 mil miembros de pandillas, incluidos los de la MS-13″.
Sobre suelo floridano, un estado en el que las encuestas lo muestran con un estrecho margen debajo de Biden, no se olvidó de la numerosa comunidad hispana que vive en este estado.
«(Los demócratas) quieren convertir esto en una Cuba socialista, en una Venezuela», advirtió Trump, quien señaló que su oponente es un «gran admirador de Castro» a la vez que criticó el proceso de reapertura que la Administración de Barack Obama (2009-2017) hizo con Cuba.
Más mentiras. Trump vaticinó una recuperación “espectacular” de la economía para el tercer trimestre del año próximo y asegurò que, pese a la pandemia, “2021 será el mejor año» en términos económicos, y se jactó de que «ningún país» se ha recuperado como Estados Unidos.
“El mejor presidente para Puerto Rico”.
En Sanford, cercana a la ciudad de Orlando, donde se asienta una numerosa comunidad boricua, el presidente resaltó el apoyo que el pasado 5 de octubre le dio la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, quien en una entrevista en Telemundo dijo que Trump ha pensado en los puertorriqueños.
«No voy a decir lo mejor, pero soy casi lo mejor que le ha pasado a Puerto Rico. Mejor voten por mi Puerto Rico», pidió Trump.
«Estas son las verdaderas encuestas», manifestó ante los vítores de su auditorio durante el que calificó como su «regreso oficial a la campaña electoral» de cara a un segundo mandato.
“Los está volviendo locos”.
El mismo día en que Amy Coney Barrett, la nominada por el presidente para el Tribunal Supremo, tuvo su primera audiencia en el Senado, el republicano puso de relieve que durante su mandato se han nominado a tres jueces conservadores para la máxima instancia judicial, «y (a los demócratas) los está volviendo locos».
Trump busca apurar el paso y recuperar terreno, a tenor de lo que reflejan las últimas encuestas, que dan ventaja al exvicepresidente Joe Biden, y tras el mitin en Florida esta semana tiene previstos otros actos de campaña en los estados de Pennsylvania, otro estado clave, y en Iowa.