Aumenta estrés por encierro

Estrés crónico, postraumático y económico; síndrome de desgaste ocupacional, trastornos de ansiedad e incremento en la depresión, serán las principales afectaciones en la población que trabaja mediante home office, al menos durante dos años derivado de la emergencia sanitaria, revela un estudio dirigido por la Coordinación de Psicología Organizacional de la Facultad de Psicología (FP).

Érika Villavicencio Ayub, de dicha facultad de la UNAM, explicó que con base en los resultados los motivos del estrés son: aislamiento, falta de contacto con familiares y compañeros de trabajo, pérdida de horarios laborales y la amenaza de despido laboral.

Como parte de la investigación “Impacto del COVID-19 en trabajadores mexicanos”, se entrevistó a más de cinco mil empleados de todo el país que realizan home office, a fin de conocer su estado de salud mental y su economía.

Estas nuevas condiciones de trabajo, nuevas para la mayoría de los encuestados, obligadas por la emergencia sanitaria que se vive a nivel nacional, ha ocasionado problemas de sueño en más de la mitad de los encuestados, quienes presentan ya trastornos de sueño, y el 34 por ciento ha pasado tanto tiempo sin salir de casa que considera afectada su salud mental y física, ello, a pesar de que el 89 por ciento tiene miedo de contagiarse de la COVID-19, lo que de alguna manera ha impulsado a que en el 12 por ciento de los consultados se haya incrementado el consumo de alcohol y 6.5 por ciento aceptó que en este periodo adoptó una adicción: alcohol, tabaco, drogas u otra.

También el 81 por ciento vive con temor de perder su empleo debido a los constantes recortes en la planta laboral o cierre de empresas, situación que les genera “miedo que paraliza a la persona, la distrae y la lleva a estar en un constante estado de alerta que afectará su salud mental y, por ende, la concentración en su trabajo”, detalló.

Asimismo, el 87 por ciento de los encuestados confesó sentirse afectado económicamente, lo cual es preocupante porque 75 por ciento tuvo una reducción en sus ingresos, o tiene familiares que recibieron un recorte mayor al 50 por ciento de su salario. En consecuencia, el 90 por ciento está preocupado por los gastos del hogar.

«Este es un llamado a las organizaciones para entender que en muchos casos la medida de implementación de home office no ha sido lo más eficiente, esperaríamos que después de tantos meses llevando esta práctica se implementaran mejoras”, dijo.

Ante este panorama, sostuvo que se deben tomar medidas urgentes que contribuyan a que el desempeño continúe, que la productividad se alcance y se impacte menos en la salud de los colaboradores, al tiempo que enfatizó que esta investigación que todavía está en proceso y la pandemia influye cada vez más en las condiciones en que viven las personas, “otros resultados indican que 63 por ciento de los trabajadores ya está afectado por no ver a sus amigos o seres queridos”.

Además, 44 por ciento de los encuestados reportó tener comunicación con los jefes después del horario laboral, “y esto nos refiere a un tema pendiente en la cultura que es el derecho a la desconexión.