De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), con el avance de tecnologías emergentes y la automatización de las actividades sociales en los próximos años el mundo laboral dependerá en gran medida de disciplinas afines al área STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Sin embargo, en este futuro existe una brecha de género que pone en desventaja a las mujeres: se estima que tan sólo el 37% de los investigadores adscritos al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) son mujeres (2019), por lo que resulta un problema de vital importancia el acercar a las niñas a estos temas.
Este es el problema en el que se enfoca la plataforma Erandi Aprende, iniciativa para promover que niñas –sin excluir a niños– y jóvenes se acerquen al mundo STEM, por la cual las mexicanas Andrea de Remes Franco, Sophie Borjón, Carmen de Mendizábal y Miroslava Rodríguez resultaron ganadoras internacionales –entre otros 15 millones de jóvenes de entre 16 a 24 años– en la categoría para mayores de 18 años del concurso Generation Unlimited. Youth Challenge!, convocado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
“Muchas veces como mexicanos creemos que en otros países son mucho mejores; que tal vez aquí sí ganamos, pero a nivel mundial no. Es increíble darse cuenta de que un gran trabajo aquí también puede ser un gran trabajo en el mundo, y aparte de toda la emoción, se siente una gran responsabilidad. Esperamos que esto se pueda replicar en otros países”, dijo en entrevista Miroslava Rodríguez, programadora del equipo.
En conversación por su reciente premiación, las integrantes del equipo explicaron que sus planes cercanos contemplan la inclusión de contenido navideño gratuito, lanzar la plataforma en inglés, y actualizar los cursos para el 2021.
En el futuro, destacan la preocupación por incluir material que sirva a personas con discapacidades audiovisuales, y facilitar una aplicación que no requiera internet durante su uso, para llevarlo a lugares donde la tecnología es escasa. En cuanto al alcance que puedan tener en comunidades rurales, evalúan que conforme las condiciones de la pandemia lo permitan podrán organizar talleres presenciales.
“Es uno de los pasos que nos parece muy importante y que daremos lentamente para que funcione, porque uno a veces intenta hacer materiales para personas con discapacidad y no tiene la sensibilidad adecuada. Iremos teniendo asesorías, y ya tenemos también un contacto para ayudarnos con la comunidad sorda, así como en una comunidad rural de la zona de Lerma”, comentó la bióloga ambiental, Carmen de Mendizábal.
Expresó que tanto ella como Miroslava han afrontado trabas para involucrarse en la ciencia, y destacó que este proyecto le ha permitido trabajar con estándares diferentes a los del mercado laboral, para el cual ella resulta ‘in-empleable’ por la discapacidad que vive, “ esa improductibilidad de mi cuerpo impide que yo tenga horarios fijos”.
“Si una está enferma la otra va a trabajar el doble, en lo que esa persona se recupera, y no va a ser algo grave. Miroslava y Andrea han trabajado no solo para Erandi, sino para que Sophie y yo podamos estar ahí sin tantos problemas, y yo lo agradezco muchísimo”, agregó.
De acuerdo con la convocatoria del Youth Challenge, a las ganadoras se les otorgará en fechas próximas un monto de entre 15 y 20 mil dólares americanos para desarrollar el proyecto. Sin embargo, ellas explican que este recurso no es suficiente para desarrollar la plataforma que tienen en mente, por lo que continúan en la búsqueda de herramientas, apoyos y alternativas útiles.
Obtuvieron tres meses de mentoría y apoyo por parte del Think Tank = Global Governance Initiative, así como la colaboración para lanzar el producto en la India y desarrollar un curso de ingeniería mecánica que estará disponible el próximo año; también obtuvieron un estímulo económico al quedar en 3er lugar del innovatón de Nosotrxs en acción, impulsado por Google, La Unidad de Desarrollo Productivo de la Secretaría de Economía y makesense.
“Con esto no queda cubierto el costo total del proyecto. Es mucho dinero para poder desarrollarlo, tener empleados y tener un sueldo fijo”, apuntó la politóloga, Andrea de Remes Franco. Por este motivo, la plataforma se encuentra todavía en una fase temprana, y aspiran a conseguir apoyos de la industria privada. De momento, han optado por cobrar ciertos servicios de atención especializada, que procuran mantener en un rango de precios accesible.