Oxígeno para la COVID-19, de la demanda a la crisis

Antes de que la clínica se quedara sin oxígeno, Maria Auxiliadora da Cruz había mostrado alentadores signos de progreso contra la COVID-19.

El 14 de enero, sus niveles de oxígeno habían estado por encima del nivel normal del 95%, pero pocas horas después de haber sido privada de ese recurso vital, sus niveles cayeron al 35%.

En esta instancia, a los pacientes normalmente se los intuba y se les suministra oxígeno a través de una máquina. Esto no ocurrió con esta enfermera jubilada de 67 años, que falleció.

«Fue horrible», dice su nuera Thalita Rocha. «Fue una catástrofe. Muchos pacientes ancianos comenzaron a deteriorarse y ponerse azules».

«Estamos en una situación desesperada. Toda una unidad de emergencia simplemente se ha quedado sin oxígeno … Mucha gente está muriendo».

Pero los hospitales y clínicas de Brasil no son de ninguna manera los únicos que luchan por conseguir suministros de oxígeno.

En México, donde más de 150 mil personas han muerto por la pandemia, ha habido informes de ladrones que se llevaron cilindros de oxígeno de hospitales y clínicas.

En un caso, dos hombres fueron arrestados luego de que un camión cargado con cilindros de oxígeno robados fuera encontrado al norte de Ciudad de México.

A principios de este mes, aparecieron videos que denunciaban la escasez de oxígeno en al menos dos hospitales en Egipto.

En uno, un hombre filmó camas cubiertas con mantas en el hospital al-Husseiniya en la gobernación nororiental de Sharqia y afirmó que «todos en la UCI han muerto».

Las autoridades egipcias dijeron que cuatro pacientes habían muerto debido a condiciones crónicas preexistentes, no por falta de oxígeno, y han negado rotundamente que haya problemas de suministro.

Pero informes de incidentes similares en varios países han puesto de relieve la presión sobre los gobiernos para que proporcionen este tratamiento básico que permite salvar vidas.

La organización dice que no tiene datos específicos por país, pero agrega que algunos hospitales han visto aumentar la demanda de oxígeno entre cinco y siete veces los niveles normales debido a la afluencia de pacientes con enfermedades graves y críticas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco pacientes con COVID-19 requerirá oxígeno. En casos severos, esto aumenta a tres de cada cinco.

PATH, una organización mundial sin fines de lucro que ayuda a varios gobiernos a responder a la pandemia, encontró que la demanda de oxígeno «aumentó dramáticamente» en 2020 debido a la afluencia de pacientes con hipoxemia (bajos niveles de oxígeno en la sangre) por la COVID-19.

«Necesitamos pensar en el oxígeno tanto como pensamos en la electricidad, el agua u otros servicios básicos», dice Lisa Smith, del programa de dinámicas de mercado de PATH.

«Esto no puede ser algo que solo nos preocupe cuando está mal, porque cuando está mal, la gente se muere».

Actualmente, se necesitan cerca de 1.5 millones de cilindros de oxígeno todos los días en países de ingresos bajos y medianos para hacer frente a la demanda adicional generada por la pandemia, según una herramienta interactiva creada por PATH para rastrear las necesidades de oxígeno.

Esta herramienta digital ayuda a estimar la escala del desafío para quienes se encargan de formular políticas y fue desarrollada por el proyecto COVID-19 Respiratory Care Response Coordination que incluye a PATH y a Every Breath Counts (Cada respiración cuenta), una asociación público-privada que aboga por un mejor suministro de oxígeno en países de ingresos bajos y medianos.

«Existe una crisis de oxígeno en el África subsahariana, Asia y América Latina», dice Leith Greenslade, de Every Breath Counts.

«Los países no se dan cuenta de la cantidad de oxígeno que necesitan los pacientes con COVID-19: algunos requerirán diez, veinte veces más oxígeno del que necesitaría un paciente normal que necesita oxígeno».

Abuso puede ser mortal: experta

La doctora María del Sol Alamilla, especialista en salud de la Universidad La Salle opina que son varios temas los que han provocado esta crisis con el oxígeno suplementario, por un lado, los hospitales están saturados y hay pacientes que han decidido o tenido que atenderse en su domicilio y requieren oxígeno; por otro lado, de base existen pacientes que desde antes requerían oxígeno; por último, se empezó a desatar la idea de que toda disminución de la saturación de oxígeno en cualquier paciente que tuviera COVID-19 requiere oxígeno suplementario y “ese es un grave error”.

Hoy, el miedo a sufrir es una constante, “lo que sucede con SARS-CoV-2 es que una de las manifestaciones es en la vía respiratoria, aunque no todos tienen afectación pulmonar, algunos la tienen de leve a moderada y otros avanzan a una enfermedad respiratoria grave, nadie quiere verse sin la posibilidad de este suplemento”.

La especialista explica que el oxígeno es vital, nuestro cuerpo no puede estar sin él, es la base bioquímica para que se lleven a cabo todas las funciones vitales, todos los órganos requieren de una cantidad de oxígeno continua y constante, y en el momento en que nosotros retiramos el oxígeno por cualquier causa se tiene hipoxemia (disminución de oxígeno en la sangre), que lleva a un estado de hipoxia (poco oxígeno en nuestros órganos).

Sin embargo, fue enfática en que no todos los pacientes COVID-19 requieren de oxígeno suplementario, incluso “ha habido casos en donde los pacientes me preguntan dónde encontrar oxígeno para tenerlo por si les da la enfermedad, esto también lo vimos con el papel de baño y los cubrebocas, hay un desconocimiento del uso verdadero del oxígeno y, en esa medida, en lo que pasa la alarma hay una saturación que pone en peligro la vida de muchas personas”.

Por ello la doctora Alamilla pide conciencia social, pues incluso no cualquier saturación es igual al uso suplementario de oxígeno, “por sí sola -dice- la saturación no es un indicador para el uso de oxígeno en domicilio, esto debe estar fundamentado e indicado con receta por un médico, porque también el oxígeno no es inocuo, como cualquier otro medicamento, si lo ponemos cuando no se requiere puede haber intoxicación”, esto sería igual a automedicarse, “este elemento no debería venderse sin receta médica, esta falta de vigilancia ha hecho que se pierda el control de su venta”.

EL DATO

El oxígeno médico representa solo el 5-10% de la producción mundial. El resto se utiliza en diversas industrias, como la minera, química y farmacéutica

CIFRA

1.5 millones de tanques son usados diariamente en pacientes COVID

FRASE

“Hay un desconocimiento del uso verdadero del oxígeno y, en esa medida, en lo que pasa la alarma hay una saturación que pone en peligro la vida de muchas personas”

María del Sol Alamilla

Especialista en salud de la Universidad La Salle

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