Una más de las consecuencias silenciosas que ha acarreado el largo confinamiento por la pandemia de la COVID-19, que en la mayoría de los casos hizo de lado el trabajo en oficina con determinados tiempos para levantarse, caminar, subir o bajar escaleras, desde hace poco más de un año ya las rutinas cambiaron con interminables horas del trabajo en casa, sentados frente a la computadora mucho más tiempo de lo que habitualmente se hacía, lo cual ha ocasionado un considerable incremento de casos de lumbalgia, la cual es una de las principales causas de ausentismo laboral en nuestro país.
El doctor Felipe Gómez García, especialista en Ortopedia y Traumatología recordó en entrevista, que la nueva forma de trabajo para millones de trabajadores conocido como “home office”, desde marzo del año pasado, obligó a la población a mantenerse en su hogar para resguardar su salud y prácticamente cayeron en el sedentarismo, debido a que prácticamente de un día para otro, dejaron la rutina de la casa, trasladarse al trabajo, subir, bajar escaleras, caminar, quizá algunos caminar para ir a comer cerca de la oficina, etcétera, y quedarse confinados en casa.
El médico especialista consideró que alrededor de un 80 por ciento de las personas presentará lumbalgia al menos una vez en la vida, siendo que el primer episodio de lumbalgia es de un 6.3 a un 15.4 por ciento por año.
Debido a la recurrencia es alta, entre un 20 a un 80 por ciento por año, la ocurrencia de lumbalgia primer episodio o reincidencia, aumenta a un 36 por ciento, de la población por año con una prevalencia en hasta 80 por ciento, de la población como efecto de los defectos posturales y movimientos bruscos, siendo su máxima prevalencia entre los 40 y 60 años, en tanto que el índice de remisión es de 54 a 90 por ciento por año, bajo el control médico y rehabilitación correspondiente según el especialista.
SIN MOBILIARIO ADECUADO
Ante este cambio que fue radical y de un día para otro, la mayoría de las personas no contaban con un lugar óptimo para poder trabajar desde sus hogares, por lo que se vieron obligados a improvisar áreas de trabajo en comedores, dormitorios, salas o cocinas sin los muebles correctos que dejaron consecuencias por pasar largas horas frente a las computadoras y que originaron problemas en la espalda, el cuello, los brazos, las manos, las muñecas, las piernas y los pies.
“La situación de aislamiento, sedentarismo, ansiedad y trabajo en casa afectaron el estado físico y emocional de las personas. El cierre de gimnasios, trabajo en casa y actividades de ocio sedentarias como son los juegos de mesa, videojuegos o ver películas en casa, impusieron el pasar muchas horas sentados de manera incorrecta frente a una pantalla de televisión, computadora o teléfono que generó un aumento preocupante de afecciones musculoesqueléticas, entre ellas, la más común la lumbalgia”, señaló el especialista.
Ante este panorama, el testimonio de Sofia, de 36 años de edad, da cuenta de la situación que ahora vive ante el confinamiento, debido a que cada vez que se levanta de la silla e intenta dar un paso no puede, porque tiene un dolor insoportable en la parte baja de la espalda que le impide poder caminar, debido a que es un dolor sumamente intenso e incapacitante”.
En este mismo sentido, refiere que antes de la pandemia “caminaba con soltura, subía escaleras sin complicaciones y me podía agachar con facilidad; sin embargo, las largas horas de home office, por el confinamiento, han dejado estragos en su espalda baja con este intenso dolor conocido como lumbalgia que ha dejado serias repercusiones en su cuerpo.
Resaltó que la lumbalgia es un dolor en la parte baja de la espalda que puede afectar las partes óseas, es decir, las vértebras y a los músculos, tendones, ligamentos e incluso estructuras nerviosas, que se encuentran alrededor o cruzan por las vértebras.
Incluso, abundó, se pueden registrar algunas alteraciones en órganos intraabdominales que puede presentarse en forma aguda, con una duración de menos de seis semanas; subaguda, entre 6 y 3 meses o crónica más de tres meses y que aparece cuando nos mantenemos en mala postura por más de ocho horas.
La mala postura también provoca otras afecciones como tendinitis, contracturas en el cuello, dolores en la espalda, ligamentos, músculos y huesos; llegando a causar como efecto complementario, alteraciones neurológicas por compresiones de las terminaciones nerviosas, alterando la sensibilidad y la capacidad de fuerza de los movimientos de la persona afectada.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Debido a que una lumbalgia simple es originada por una postura incorrecta agravada por sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida y sedentarismo, estas complicaciones pueden mejorar con medidas que se deben implementar como caminar de 10 y 15 minutos todos los días y realizar ejercicios de estiramiento para evitar el aumento de peso, además de tomar varios descansos durante el día, evitar la comida chatarra, llevar una dieta bien balanceada con adecuado consumo de verduras, frutas, proteína animal, reducir el consumo de alcohol y evitar fumar y adecuar un espacio de trabajo con una silla y escritorio o mesa que nos permita tener una posición correcta y con condiciones ambientales idóneas como iluminación o ventilación.
Asimismo, la recomendación es acudir al médico especialista en caso de presentar alguna de estas complicaciones ocasionadas por la lumbalgia, quien podrá prescribir los fármacos más adecuados para el control del dolor, el relajamiento muscular sin sedación o incluso el fortalecimiento de los trayectos de impulsos nerviosos.