Preocupa a EU el poder que AMLO ha otorgado a Fuerzas Armadas

La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés), expresó su inquietud por la militarización y poder que ha otorgado el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a las Fuerzas Armadas, en especial al Ejército, al abarcar su presencia en casi todos los ámbitos del país, y no solo en la seguridad.

La directora para México y Derechos de Migrantes de WOLA, Stephanie Brewer, analiza en un estudio titulado “México militarizado: la guerra se perdió, pero la paz no llega”, la influencia que el gobierno de México ha permitido a las Fuerzas Armadas y en donde apunta que éstas podrían tomar el control del gobierno sin la necesidad de un golpe militar.

Andrés Manuel López Obrador aseguró en 2012, que en caso de ser Jefe del Ejecutivo en México, sacaría al Ejército de las calles dejando a cargo una policía federal profesionalizada. En 2016, siendo precandidato a la presidencia, criticó duramente el modelo bélico de seguridad, señalando que “no se resuelve nada” con medidas coercitivas y militarizadas. Reiteró en su campaña de 2018 que reorientaría la estrategia contra la violencia. Como presidente, ha implementado programas sociales que, según el análisis, atenderán algunas de las causas económicas de la inseguridad.

Sin embargo, la desmilitarización no sólo no ha llegado, sino que López Obrador ha apostado por profundizar diversos aspectos del modelo militarizado. Este mes (de mayo) cumple un año el Acuerdo presidencial que dispone la participación de las fuerzas armadas en tareas policiales hasta 2024.

Asimismo, en este mes de mayo se cumplen dos años de la Ley que creó la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad impulsado por el gobierno de la 4T que, a pesar de depender orgánicamente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), es una fuerza militarizada que opera bajo la coordinación y reglas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y donde “la mayoría de los 100 mil integrantes de la Guardia Nacional son militares, y su despliegue territorial se realiza desde cuarteles y su comandante es un general”, critica Brewer.

La suma de estos dos instrumentos legales no es alentadora: incluso si el gobierno retirara a las fuerzas armadas de las tareas policiales para 2024, dichas tareas quedarían en manos de otra institución militarizada (la Guardia Nacional). En este contexto, se desdibuja la necesaria reforma policial civil. En tanto, persisten diversos factores estructurales que fomentan la violencia en México.

Además del Ejército, la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) tiene bajo su control y administración los puertos del país, mientras que la Sedena controla las aduanas.

Asimismo, el análisis de WOLA subraya también que la Sedena también bajo su responsabilidad obras prioritarias del gobierno federal como la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Santa Lucía, Estado de México; la construcción del Tren Maya y la edificación de las sucursales del Banco del Bienestar.

Asimismo, la Secretaría de Marina será garante del Corredor Transísmico, lo que ha afectado las tareas y actividades de otros sectores de la sociedad.

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