Este jueves presentó la ponencia “Trastornos de la conducta alimentaria. ¿Cómo influyen en la vida diaria?”, ofrecida por el nutriólogo Luis Eligio García González
Al continuar con su serie de conferencias virtuales para orientar a las familias tabasqueñas sobre diferentes temas de interés general, el Sistema DIF Tabasco presentó este jueves la ponencia “Trastornos de la conducta alimentaria. ¿Cómo influyen en la vida diaria?”, ofrecida por el nutriólogo Luis Eligio García González.
A nombre de la presidenta del organismo de asistencia social, Dea Isabel Estrada de López, la directora de Atención a Personas con Discapacidad (DAPD), Elena Manzanillo Fojaco, destacó la importancia del tema abordado, porque tiene mucho qué ver con el apoyo que ofrecen a personas con discapacidad, sobre todo en la parte de su alimentación.
El ponente dijo que los trastornos de la conducta alimentaria se definen como alteraciones específicas y severas en la ingesta de alimentos, observadas en personas que presentan patrones distorsionados al comer y que se caracterizan, ya sea por comer en exceso o por dejar de hacerlo, como respuesta a un impulso psíquico y no por una necesidad biológica.
Explicó que las principales señales de alarma por trastornos alimentarios son la pérdida significativa de peso en un corto tiempo, detención del crecimiento y del desarrollo, restricción voluntaria por comer, evitar comer acompañado, atracones o desaparición de alimentos en casa, negación de tener hambre, y un miedo intenso a engordar.
El licenciado en Nutrición por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) mencionó que entre las personas con discapacidad intelectual, la prevalencia del trastorno en la alimentación de los niños (PICA) parece aumentar con la gravedad de la afección, sobre todo en los casos del Espectro Autista y del Desarrollo Intelectual.
Detalló que en este tema también está presente la anorexia nerviosa, que es la incapacidad de mantener un cuerpo saludable normal con relación al peso, observándose insatisfacción permanente con la delgadez, aun cuando se haya llegado a niveles de emaciación (pérdida involuntaria de peso).
“Este tipo de anorexia nerviosa se asocia con la forma del cuerpo, se desarrollan alteraciones en conductas para perpetuar e incrementar la pérdida de peso, consumo de purgas o dietas restrictivas, con el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado”, puntualizó el especialista en Nutrición Clínica y Servicios de Alimentos.
En lo referente a la bulimia nerviosa, señaló que se pueden ver episodios recurrentes de atracones, comportamientos compensatorios inapropiados y en forma regular para evitar el aumento de peso, y la autoevaluación se ve influida indebidamente por el peso y la constitución corporal.
Con la atención de Jannet Hernández Estrada, titular del Centro de Recursos para la Atención Integral del Espectro Autista del DIF Tabasco, detalló que el trastorno por “atracón” se caracteriza por dos hechos directos: ingestión y sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio.
García González manifestó que el trastorno por “atracón” provoca malestar intenso, se producen en promedio al menos una vez a la semana durante tres meses, y no se asocia a la presencia recurrente de un comportamiento compensatorio inapropiado, como la bulimia nerviosa y no se produce exclusivamente en el curso de la bulimia o anorexia.
Indicó que los episodios del “atracón” se asocian a comer mucho rápidamente, comer hasta sentirse desagradablemente lleno, comer grandes cantidades de alimentos cuando no se tiene hambre, comer solo a la vergüenza que se siente por la cantidad ingerida, y sentirse a disgusto con uno mismo, deprimido o avergonzado.
Aseguró que las personas con trastornos alimentarios deben recibir atención de un equipo interdisciplinario; con psicoterapias cognitivas conductuales, psicoanalítica o familiares; y establecer un vínculo con el paciente.
El también colaborador del DIF Tabasco invitó a la población que tenga dudas sobre el tema o requiera de atención especializada para personas con alguna discapacidad, a que acuda al organismo de asistencia social para recibir orientación y apoyo, o al mismo Centro de Atención Autista para recibir mayor información.