Estamos viviendo tiempos, en los que los propios hombres deben reconocer que no sólo son el “sexo fuerte”, y dejar de lado la idea de que ellos nunca se enferman, que no necesitan ir al médico, que las revisiones periódicas sólo son para las mujeres.
Los hombres también son padres, esposos, hijos, tíos, hermanos, y cuando mueren hacen falta, y su ausencia duele para quienes deben seguir adelante sin ellos. Una buena manera de cuidarse y de ver por ellos mismos y por sus familiares es hacerse chequeos médicos al menos una vez al año, para estar al pendiente de padecimientos tan letales como lo puede ser el cáncer de próstata, que cuando no se detecta a tiempo, puede tener desenlaces fatales.
Para el doctor Héctor Manuel Sánchez López, urólogo, oncólogo y jefe del servicio de Nefrología y Trasplante, del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío HRAEB), en León Guanajuato, los resultados del Estudio Titán, -realizado por Janssen, farmacéutica de Johnson & Johnson-, se convierte en una ventana de esperanza para los pacientes con cáncer de próstata en etapa avanzada, gracias a que luego de un estrecho seguimiento a más de mil pacientes en todo el mundo.
En entrevista con Crónica, el médico especialista detalló que en dicho estudio participó un grupo de pacientes mexicanos, en un análisis específico para Latinoamérica en el cual también participaron pacientes de Brasil y Argentina, 177 pacientes en total de los tres países, para hacer un total de 1,052 pacientes a nivel global, en el cual se encontró que el Apalutamida, ha demostrado ser útil para mejorar la sobrevida de los pacientes, y permite evitar que los pacientes progresen en su enfermedad, en todos los grupos, ya sean los de alto o bajo riesgo, incluidos quienes ya hayan sido sometidos previamente a quimioterapias o no, o quienes debutaron en etapa metastásica, o aquellos que progresaron a una enfermedad localizada.
La importancia de lograr una detección temprana del cáncer de próstata, tiene que ver con que, a nivel mundial ocupa el segundo lugar en incidencia, después del cáncer de pulmón y es importante tomar en cuenta que a nivel mundial 400 millones de hombres tienen cáncer de próstata o serán diagnosticados, lo que lo convierte en un verdadero problema de salud pública en el orbe.
En México, abundó, ocupa el primer lugar en incidencia y mortalidad en varones después de los 60 años, además en hombres estén cáncer más importante tanto en incidencia como en mortalidad, y una situación que hace más problemática esta situación es que el 75 por ciento de estos pacientes acuden al médico cuando la enfermedad ya se encuentra en etapa avanzada, “en América Latina y el Caribe también es el primer cáncer en incidencia y el tercero en mortalidad”.
Además, en nuestro país el cáncer de próstata es la segunda causa de muerte por tumores malignos en hombres de 65 años o más, en quienes la tasa de defunciones por tumores de próstata es de 121.57 por cada 100 mil hombres.
Ante estos resultados, Janssen emprendió la campaña “Mil Luchas contra el cáncer de próstata”, enfocada a la concientización de los varones para que acudan con el urólogo a revisar su próstata, sobre todo a partir de los 50 años, ya que el personaje de estos promocionales es un personaje de las luchas, visto como invencible, pero al bajarse del ring, se convierte en Abelardo, un hombre que enfrenta un diagnóstico de cáncer de próstata.
ACTUAR A TIEMPO
El especialista recordó que el cáncer de próstata se divide en dos grandes grupos: uno, que es el llamado “localizado”, cuando solo está en la próstata y otro “metastásico”, cuando ya se ha ido a otras partes del cuerpo, que por lo regular es predominantemente hueso, generando dolor, fracturas, otras patológicas, incluso muchas molestias “pero también afecta los ganglios e incluso órganos como el pulmón o el hígado”.
Estas dos situaciones son las que pueden marcar la enorme diferencia entre que el paciente se pueda curar o ya sólo se le de tratamiento paliativo para aliviar dolores, ya que, incluso en etapa localizada “se puede curar a los pacientes con protastectomia radical (se extrae toda la próstata, a veces parte del tejido que la rodea, como vesículas seminales y en ocasiones también los ganglios linfáticos cercanos), con una cirugía o con radioterapia, pero en etapa metastásica se ha perdido esa ventana de oportunidad de poder curar a los pacientes y solo los controlamos”.
Ante ello, abundó, lo mejor es que los pacientes lleguen en etapa localizada, pero desafortunadamente en México en etapa avanzada o metastásica de la enfermedad son diagnosticados hasta un 40 por ciento de los pacientes se encuentran ya en etapa metastásica y hasta un 75 por ciento en etapa avanzada, “es decir cuando ya llegó a los ganglios”, a diferencia de Europa en donde el porcentaje de pacientes que debutan con enfermedad metastásica es solo el 7 por ciento, contra el 40 por ciento en nuestro país”.
UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD
Ante esta situación, el doctor Héctor Sánchez precisó que este estudio se centró en pacientes con enfermedad metastásica en quienes se ha visto que el cáncer es muy heterogéneo, es decir que en algunos pacientes los tratamientos convencionales pueden ser suficientes pero en algunos otros no. “El tratamiento convencional para estos pacientes es el llamado terapia de privación androgénica, es decir, se suprime la producción de andrógenos, siendo en los hombres la testosterona y esto se puede lograr de manera quirúrgica, ya que la principal fuente de testosterona en el hombre son los testículos y entonces se puede hacer una castración u orquiectomía y entonces así se suprime la producción de testosterona, sin embargo, -enfatizó-, hoy en día, afortunadamente, es una práctica que ya casi no se hace, porque ya se cuenta con medicamentos que se pueden inyectar y producen el mismo efecto.
El estudio Titán demuestra que el tratamiento combinado de Apalutamida, -presente en el mercado nacional desde hace un año y medio-, junto a la terapia hormonal convencional mejoró significativamente la supervivencia global y redujo un 35 por ciento el riesgo de muerte en pacientes con cáncer de próstata metastásico sensible a la castración, grupo al que está orientado el tratamiento.
En este sentido, el doctor Sánchez López destacó que la mejora se observó en resultados como la sobrevida a 2 años que era del 82 por ciento en los pacientes de quienes habían recibido Apalutamida, contra el 74 por ciento de los pacientes que recibieron el placebo o que eran tratados solamente con el bloqueo androgénico, lo cual representa una disminución del 33 por ciento de la mortalidad en los pacientes, y al término del estudio se encontró que está reducción alcanzó un 35 por ciento en los pacientes.
Aunque estos pacientes no se pueden curar, reconoció, “lo que sí se puede hacer es evitar que la enfermedad progrese y esto es lo que se ha logrado con este medicamento, disminuir el riesgo de progresión en estos pacientes hasta en un 52 por ciento de estos varones, lo cual es un dato muy bueno porque ofrece un beneficio en la sobrevida global es decir que el paciente va a vivir más pero también va a vivir mejor en una sobrevida libre de progresión sin que la enfermedad progrese, porque si esto ocurre va aparecer dolor fracturas e incluso necesidad de radiar el hueso para amortiguar el dolor”, estableció, y a todos estos beneficios se suma el hecho de que es un medicamento vía oral y sólo se deben tomar cuatro pastillas diarias.