El rápido aumento de casos de COVID-19 en América ha disparado la demanda de pruebas para detectar la enfermedad. La agencia sanitaria regional de la ONU llama a priorizar su uso en las personas con síntomas e identificadas a nivel asistencial. La mejor manera de incrementar el testeo es empleando las pruebas de antígenos a nivel comunitario liberando la presión sobre los hospitales. Las pruebas caseras no cuentan todavía con la aprobación del organismo.
Pese a la amplia distribución regional de pruebas PCR y de antígeno desde el inicio de la pandemia mediante su Fondo estratégico -más de 42 millones para 36 países- y contar con acuerdos a largo plazo con dos de los fabricantes de esos test, la Organización Panamericana de la Salud recomendó este miércoles a los Estados miembros hacer un uso sensato de las pruebas de diagnóstico contra el coronavirus ante su escasez.
“Esta situación de exceso puede cambiar rápidamente dependiendo del contexto epidemiológico y del uso indiscriminado de los ensayos. Por eso, hacemos un llamado al uso racional de los recursos con base a estrategias claras de vigilancia y testeo, y dando prioridad a los casos sospechosos, es decir individuos sintomáticos captados en los diferentes niveles de asistencia”, declaró el doctor Sylvain Aldighieri.
El gerente de incidente para COVID-19 de la Organización extendió su respuesta a los test caseros, ya autorizados en algunos países, de los que no se recomienda su utilización.
“En este momento no contamos con evidencias suficientes que respalden el desempeño y uso de los ensayos caseros. Se debe tener mucho cuidado con el uso indiscriminado de esos test, principalmente por la posibilidad de una muestra inadecuada y de falsos resultados negativos que pueden generar una falsa sensación de seguridad llevando a relajar las medidas de protección y, por tanto, un potencial incremento de infecciones”.
Las pruebas de antígenos, la mejor solución para incrementar el testeo
“La mejor manera para incrementar las pruebas es aprovechar las pruebas rápidas de antígenos, que ofrecen un diagnóstico en minutos, no en días”, añadió la directora general de la Organización.
Carissa Etienne recordó que ese tipo de evaluación no requiere formación especializada ni equipos costosos y que se pueden aplicar en los centros de atención primaria.
“Instamos a los países a que amplíen las pruebas a nivel comunitario para aliviar la presión sobre los hospitales, que están trabajando horas extras”, solicitó.
Para las personas asintomáticas que hayan estado expuestas al COVID-19, o creen haberlo estado, les aconsejó estar en cuarentena “cuando sea posible”, y que sigan las medidas de salud pública ya conocidas como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y evitar las grandes reuniones para evitar que otros enfermen.
Del mismo modo, destacó que desde el mes de enero del año pasado el Fondo Estratégico de la Organización ha comprado más de 22 millones de pruebas COVID, y que espera un aumento de pedidos durante 2022.
“Hemos distribuido 10 millones de pruebas de diagnóstico PCR y 2,8 millones de pruebas de diagnóstico rápido de nuestras reservas en Panamá a los países que las necesitan. En las últimas semanas, hemos enviado pruebas para aumentar rápidamente la capacidad en Bolivia, Surinam, Trinidad y Tobago y San Cristóbal y Nieves”, actualizó.
La pandemia, sin fecha de caducidad
Con referencia a las estimaciones de expertos mexicanos que apuntan a una posible conclusión de la pandemia durante este año y que el coronavirus se convierta en endémico, al igual que sucede con otros virus, Aldighieri recordó que la característica principal de la pandemia es la “incertidumbre de su evolución”, por lo que instó “a la cautela”.
“Si bien es posible que finalmente el virus SARS-CoV-2 se haga ‘endémico’ pensamos que eso tomaría varios años. En el entretiempo esperamos tener nuevos brotes amplios donde se hayan logrado altas coberturas de vacunación”, vaticinó.