La Oreja de Van Gogh, en casa

La noche caía sobre Reforma y el aire fresco era notorio en las escaleras para ingresar a uno de los recintos más importantes de la ciudad de México como lo es el Auditorio Nacional. El público comenzó a hacer fila para ingresar, algunos para poder acceder y poder tomar un trago antes del show, otros para ya llegar a su lugar, pero la energía y la emoción por volver a ver a la Oreja de Van Gogh eran notorias.

Pasaban de las 8:30 de la noche y el público comenzaba a aplaudir, a gritar y a emocionarse esperando a que los originarios de San Sebastián, España, salieran al escenario. La luz se apagó completamente, el grito de los asistentes era ensordecedor y las luces poco a poco comenzaban a destellar para que Pablo Benegas, Álvaro Fuentes, Xabi San Martín y Haritz Garde hicieran su aparición sobre el escenario, siendo Leire Martínez la última en presentarse para iniciar con el tema “Como dos girasoles”.

La velada continuó con “Verano” y “El último vals” para detenerse un momento para tomar aire porque “México y su altura” mencionó riendo la intérprete: “Muy buenas noches ciudad de México, 2017 la última vez y afortunadamente nada ha impedido que estemos de regreso. Qué maravilloso, ¡millones de gracias!”.

La banda regresó a tierras aztecas con un nuevo álbum llamado Un susurro en la tormenta, el cual estaban presentando al público por lo que continuaron con el tema “Durante una mirada” para continuar con su clásica “Muñeca de trapo”.

Para el tema “Sirenas” la cantante platicó un poco sobre el origen de la letra: “Aunque normalmente no nos gusta contar qué hay detrás de una canción esta vez lo vale. Está la hicimos como una responsabilidad. Del lugar donde somos, durante muchos años hubo una banda terrorista que mató a mucha gente, es por eso que sentimos que teníamos la responsabilidad con nuestros hijos de contar lo que había ocurrido, sentíamos esa responsabilidad para hacerles libres y que esto no pasará nunca más”, enfatizó.

El público estaba encantado por la gran interpretación musical de la agrupación y fue con uno de sus temas clásicos como “Rosas” donde los asistentes se entregaron completamente para lograr ser una sola voz entonando la canción.

A continuación, siguieron los temas “¿Lo ves?”, “Diciembre”, “Deseo de cosas imposible” y “Doblar y comprender”, siendo esta última canción una oportunidad para que Leire mandara un mensaje sobre afrontar la perdida: “Algo que a nosotros nos sucede y a la mayoría también, que nadie nos enseña que así como empieza la vida termina. Ojalá que algún día celebremos la muerte como la vida, así como lo hacen en México, recordar que alguien no se va del todo si los que se quedan no dejan de recordarlo”, dijo.

Los temas “La playa”, “Puedes contar conmigo” y “La niña que llora en tus fiestas” fueron con los que aparentemente la banda daba por terminado su show, pero ante el grito del público de “¡otra, otra, otra!”, Leire y compañía volvieron a salir para entonar “Loa loa” junto a “Jueves”, logrando así un ambiente de melancolía en el público.

El concierto seguía su curso y la energía liberada por los españoles era algo increíble, se bailaba, se coreaba, se abrazaba y hasta una propuesta de matrimonio se hizo presente mientras los temas “El primer día del resto de mi vida”, “Abrázame” y “20 de enero” se hacían escuchar.

Al final de la noche y como dedicación a “esas personas que llevan la vida luchando por la libertad de poder estar con la persona que se ama sin importar su género ni nada” sonó “Cometas por el cielo”, cerrando así la noche en que La Oreja de van Gogh volvió a abrazar a México.

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