Emilio

Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE

* La Unión Europea respira con alivio

* Macron: las tareas por hacer

* Gobernar sin que te quieran

La Unión Europea respira con alivio

Emmanuel Macron ha logrado un triunfo que genera tranquilidad en Bruselas y en los socios de la UE y los miembros de la OTAN, en estos tiempos complejos caracterizados por la crisis económica derivada de la pandemia, acrecentada por un conflicto bélico que ya rebasa los dos meses y que no se vislumbra tenga un pronto final, por el contrario, Vladimir Putin sigue atizando la leña amenazando con escalar el conflicto hacia otras zonas como Moldavia y el Báltico, al tiempo que amenaza con un corte de gas a Polonia y Bulgaria si no le pagan con rublos. El mandatario ruso trata de agrietar la unidad europea en asuntos como el envío de armas a Ucrania o la escalada de las sanciones impulsadas por Occidente.

Este escenario obligaba a un triunfo claro de quien busca heredar el liderazgo que dejó vacante Ángela Merkel, cuya decisión de dedicarse a lo privado se ha dado en un momento particularmente complejo. El reelecto presidente francés es, se tiene que decir, la única alternativa para capitanear a un barco que, desde el Brexit, tiene un hoyo en la quilla por donde le entra agua a borbotones, al tiempo que se ha quedado sin el suministro de combustible cuasi monopolizado por quien hoy encabeza este proceso bélico orientado a devolver a Rusia el papel estelar que perdió en los años noventa.

Al manifiesto firmado por los mandatarios de filiación socialdemócrata de España, Alemania y Portugal, en el que pedían a los franceses un voto “pensando en Europa”, se suma el beneplácito del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de la misma familia liberal que el presidente galo: “Un caluroso bravo por Macron”, al tiempo que externaba su confianza de que con este triunfo: “Podemos contar con Francia otros cinco años más”.

Un alivio para la Unión Europea que ve en el triunfo de Macron la posibilidad de fortalecer su liderazgo en la zona y convertirse, como ocurrió por 16 años con Ángela Merkel, en un influencer al interior de la sociedad comunitaria, sí, pero sobre todo, en un líder capaz de evitar la diáspora de los países miembros y deponer frenos las acciones expansivas que desde hace varios años está

impulsando Rusia bajo la égida de su presidente Vladimir Putin. Para Bruselas, el triunfo de Macron se debe observar como un respaldo a la integración europea.

Se extraña a doña Ángela, hay que decirlo, pero sin olvidar que hace diez años, la entonces canciller habló con Putin cuando Rusia ya se había anexionado Crimea. Al terminar la conversación Merkel dijo tener la sensación de que él “vivia en otro planeta”. Alemania, Europa también, han evidenciado un tipo de autismo frente a las posturas del mandatario ruso.

Olaf Scholz, el sucesor, lleva semanas anunciado que enviará armas a Ucrania, envío que se ha demorado. Asimismo, Alemania ha prometido, por meses, que se desenganchará de la energía rusa. La última crisis del gas ocurrida hace un par de años, terminó con un viaje de Merkel a Moscú donde pactó con Putin, a espaldas de los socios europeos, la construcción del gasoducto Nord Stream, hoy suspendido a causas de la invasión a Ucrania.

Macron: las urgentes tareas por hacer

El reelecto presidente galo tomará posesión a más tardar el 8 de mayo próximo. Al hacerlo, deberá tener muy claramente definida una ruta de navegación para los próximos días y meses. Sobre sus hombros estará el saber que se ha quedado sólo como garante del sistema, de la actual Unión Europea y de la OTAN. Esta planificación de corto, mediano y largo plazo debe partir del hecho de que no habrá otros cinco años más en el Palacio del Elíseo.

Lo anterior debe ser analizado desde la óptica interna y desde la externa. ¿Hay algún relevo al interior de la formación política que lidera? Al momento Macron es la cabeza y el corazón de la Asociación para la Renovación de la Vida Pública, que fue creada por él y lo catapultó a la primera magistratura de la nación. Habrá que dedicar tiempo para ir preparando el relevo, claro de que la izquierda y la derecha francesas estarán al acecho del poder.

Gobernar sin que te quieran

Si alguién duda que el poder desgasta, pregúntenle al reelecto presidente de Francia. Desgaste que ha sido resultado de un estilo personal de gobernar que no le ha satisfecho a muchos de los que votaron por él cinco años atrás. El joven político hizo gala de un carisma y de un aire novedoso que permeó en un país donde era evidente el rechazo a los partidos tradicionales y a los políticos del mismo corte.

En ese escenario, Emmanuel Macron cayó como anillo al dedo para muchos ciudadanos galos que apostaron a un cambio de estilo, más pragmático y que garantizara la eficiencia y la eficacia administrativa en un país capitalista, sí, pero donde el Estado tiene una muy amplia participación en la vida económica y social.

Pero el exitoso “estilo macroniano” fue poco a poco decantándose, hasta volverse refractario para muchos sectores, incluso, insisto, para los que le obsequiaron su voto en el 2017 permitiéndole alcanzar en la segunda vuelta, contra Marine Le Pen, el 62% de los votos. Ana Fuentes, periodista, publicó en “El País” (25/4/2022), un artículo que describe de manera muy clara el tránsito de Macron por los laberintos del poder y el desgaste que ello ha implicado.

En el artículo de referencia intitulado “Gobernar sin que te quieran”, la periodista que ha sido corresponsal en París, Beijing y Nueva York, y autora de un libro sobre los chinos que ganó en el 2012 el Latin Book Awards, inicia su artículo señalando: “Pocas cosas hay más tristes que empezar algo sin que crean en ti”. Esta dura afirmación deriva del hecho de que Emmanuel Macron ha ganado las elecciones, sí, es presidente legal y legítimo, sí, “pero solo uno de cada cuatro compatriotas le querían realmente como presidente”. Ana Fuentes agrega a este comentario el hecho de que ha sido elegido “con la mayor abstención registrada en medio siglo”.

En las últimas semanas he tenido la oportunidad de leer varios artículos relativos al proceso electoral francés. Muchos coinciden en que a Emmanuel Macron parece haberle pasado por alto entender que la República de este 2022 es muy distinta a la de 2017, cuando fue electo para un primer período de gobierno.

Ana Fuentes nos recuerda que hace cinco años, Macrón, es un liberal que no ha dudado en estimular la economía con dinero público durante la pandemia. “Ha sido astuto en lo macro, pero no ha podido conectar en lo micro con los franceses. Quiere mostrarse cercano a ellos, pero termina dándole lecciones, cuando ellos esperan respuestas concretas a sus problemas.” Mélenchon y Le Pen sacaron provecho de esa situación. ¿Aprendió la lección el reelecto presidente? Ojalá que sí. De lo contrario, las elecciones de junio, la “tercera vuelta”, pueden ser su Waterloo.

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