El pasado diciembre, un estudio realizado por un equipo del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol i Gurina, con el apoyo de DIMProtect, confirmó que hasta un 22,2 % de las mujeres participantes reportaron no haber tenido acceso a productos menstruales en algún momento de su vida por cuestiones económicas. Y hasta un 39,9 % afirmaba no haber podido costear el producto menstrual que hubiera deseado en cada momento.
Sobre si es «pobreza menstrual» o dificultad económica, la directora del estudio sobre Equidad y Salud Menstrual en España, Laura Medina, afirmó que: «Nosotras hablamos de “inequidad menstrual” y no solamente de “pobreza menstrual”, que está en la punta del iceberg. La inequidad menstrual se refiere a las diferencias sistemáticas y evitables para el acceso a la educación y a servicios sanitarios para la menstruación, a productos (aquí es donde entraría la pobreza menstrual), servicios y espacios para la gestión menstrual, en que la menstruación siga siendo un tema tabú, esté estigmatizada y haya mujeres y personas menstruantes que vivan situaciones de discriminación relacionadas con el menstruar, y a que menstruar limite la participación social, comunitaria, política y económica».
Y es que desgraciadamente, la sociedad aún no es consciente de lo que supone vivir pobreza menstrual, aunque sí se observan ligeros y positivos cambios hacia niveles sociales con mayor concienciación al respecto.
En el mismo estudio, se da otro dato: más del 74% de las participantes indicaron haber sobreutilizado algún producto menstrual por no haber tenido acceso a un lugar adecuado para cambiarlo.
Educación y discriminación menstrual
Urge poner poner en valor el aprendizaje menstrual. En el mismo estudio, más del 42% de las participantes señalaron haber padecido discriminación menstrual alguna vez. Y casi un 60% confesó no haber tenido educación menstrual o que ésta fuera parcial antes de que les bajase la regla por primera vez.
La alternativa sostenible y económica para una regla consciente
Las bragas menstruales se presentan como esa alternativa. Atrás quedan los días en los que destinar parte de tu presupuesto a tu higiene menstrual. Productos que, por otra parte, terminan en su gran mayoría en el fondo del mar y suponen un peligro a nivel ambiental. Hablamos de bragas menstruales cuando estamos ante bragas que tienen el aspecto de cualquier otra braguita normal pero cuentan con extras: son reutilizables, cuentan con tecnologías de protección ultra absorbente, duran entre 12 y 24 horas según el tipo de absorción, son antifugas y no huelen.
Suelen contar con varias capas superpuestas que drenan los líquidos, evitan las fugas, neutralizan los olores y absorben el flujo. Además, también cuentan en su mayoría con hilados ecológicos u orgánicos, sin ningún producto químico, como el algodón.
¿Cómo funcionan las bragas menstruales?
Para empezar, puedes estar segura y lo confirmamos: no se escapa ni una sola gota (incluso si tu flujo es muy abundante). Los materiales absorbentes de las capas drenantes se encargan de ello, así como de que no haya olores y de que transpiren. Cero maceraciones.
¿Cómo se lavan?
Además de que puedes meterlas en la lavadora (aunque más adelante te damos algunos consejos para que te duren más si lo haces así), también puedes lavarlas a mano. Mejor con agua fría si lo haces de esta forma y con jabones que no sean grasos (para que no dañen la tela). Deja secar de forma natural.
¿Cuánto absorbe una braguita menstrual durante el día?
para que te hagas una día, con una braga menstrual puedes estar todo un día o una noche completos. Pueden absorber entre 15 y 20 ml, que es lo que una mujer pierde de promedio durante toda la duración del período. Es decir, duran lo que sería el equivalente a 3 o 4 tampones regulares clásicos.
¿Cuántas bragas menstruales se necesitan para un ciclo de regla?
Lo ideal es tener 3, dependiendo de tu flujo.
Cómo alargar la vida de tus bragas menstruales
Ya que has dado el paso hacia la sostenibilidad en tu ciclo menstrual, alarga ahora la vida de tu colección de bragas menstruales. Y para ello, aquí van algunos consejos que nos dan desde la marca ZD Zero Defects.
Para conservar al máximo las propiedades de tus bragas menstruales, haz un pre-lavado, enjuagándolas con agua fría, a chorro, antes de lavarlas con detergente.
Utiliza un jabón neutro.
Evita el agua caliente en los lavados para que las manchas no se fijen.
En la lavadora, utiliza un programa de, máximo, 40 grados de temperatura.
Evita utilizar suavizantes y lejías.
Para secarlas, recomiendan tenderlas del revés y evitar la secadora.