¿Hasta cuándo le darás fin a las excusas y pretextos?

Por: Sandra Coral D.

Aquel que decide creerse sus propias excusas, pretextos y argumentaciones para apoyar su falta de éxito se debilita a cada minuto.

Más valdría cerrar la boca y no decir nada ante el inminente desastre de tu vida, peor es escuchar a una persona que se disculpa tras las excusas por su falta de fuerza de voluntad para lograr lo que desea.

¿Por qué esperar que tu vida tenga consecuencias positivas y maravillosas cuando no haces más que excusarte y usar pretextos para disimular tu pereza?

Que la vida es difícil…
Que nadie me entiende…
No recibo el apoyo que necesito para lograr lo que quiero…
Me hace falta inteligencia…
Me hace falta dinero…
Ellos sí pudieron porque tienen suerte…
Como puedo mejorar si soy un fracaso de ser humano…
Ellos sí pudieron porque les dieron apoyo…
Es que yo soy de otro nivel social…
Es que a mí me ha tocado más duro en la vida…
Es que siempre me dejaron sólo…

Miles de frases en las que el auto rechazo, las limitaciones, la victimización, la auto compasión y un sinfín de pretextos y excusas para responsabilizar al exterior de tus propios resultados. Cuando no hay nada más falso que eso, puesto que aquellos que lucharon y vencieron dejaron de perder su tiempo en las lamentaciones y se decidieron a trabajar en serio por aquello que su corazón deseaba.

No hay PERO que valga, por mucho que te lamentes esto no atraerá los resultados positivos que esperas, habrán personas que te darán una palmadita en la espalda conmovidas por tu triste retahíla de dolor y mala suerte, sin embargo todo tiene su límite, y llegará el momento en que se cansen de escuchar tus balbuceos que enferman en donde sólo hay quejas y nada de compromiso y esfuerzo.

La vida no es fácil, nadie dijo eso, y es bueno que no lo sea, porque nos hace más fuertes, nos permite aprender de los errores, caer y levantarnos, conocer lo que deseamos y lo que no en nuestra vida, nos permite corregir, ser mejores por cada lección que algunos llaman fracaso.

Hasta cuando usaras los pretextos y las excusas para lavarte las manos y descargar en otros tu futuro, tu presente, tu pasado.

Mis padres tuvieron la culpa ellos no me enseñaron a…
Mis maestros no me ayudaron…
Mi novio nunca me escucho y ahora sufro por ello…
Mi esposo no me comprende, por eso no triunfo en lo que deseo…
Mis hijos son desagradecidos…
Mis amigas me abandonaron…
La vida es injusta…

Más excusas, más pretextos, mas culpas y responsabilidades para otros, y tú entonces quedas como un títere de la vida, de la sociedad, del mundo entero, en la que todos se hacen cargo de tu suerte, mientras que tú te permites ser manejado a sus antojos. Triste aquel que elige esta vida en lugar de enfrentarse a su destino.

Las excusas empobrecen al ser humano que las usa, los pretextos enferman la mente y el corazón…

La gente se siente débil, sin control de su vida, de sus elecciones, de sus deseos..

Deja a un lado este hábito absurdo y decide con alma, cuerpo y corazón ir con todo por aquello que quieres.
No dejes más cabos sueltos, tú eres el artista que pinta al óleo el futuro que desea.

Malas acciones y decisiones traen consecuencias desastrosas, Buenas elecciones y decisiones traen consecuencias maravillosas.
Cuando tú te haces cargo de lo que quieres, trazas un plan para seguir el camino que te llevará a la meta. No importa cuánto esfuerzo lleve lograrlo, si es lo que tu corazón desea entonces estarás dispuestos a trabajar duro por ello, y entre más te esfuerzas por lograrlo, más fácil va siendo para ti divisar la otra parte del camino, y entonces todo se va ordenando como un rompecabezas perfecto, tu pones una pieza y la otra aparece como por arte de magia, y entonces la luz comienza a brillar a través del túnel.

La satisfacción que te generan tus pequeños logros te dan muestra de lo importante y positivo que resulta hacerse cargo de tus resultados, ya no tienes argumentaciones falsas para tus errores o malas elecciones, simplemente los reconoces y en lugar de quejarte sabes que corregir es el camino y eso te hace más sabio.

El no excusarte te da poder, te da fuerza, te hace imponente, un ser humano en quien creer, que se funda con bases y no con PEROS…

Definitivamente vale la pena dejar atrás la debilidad, y despedirse de las excusas y pretextos, pues cuando nos liberamos de ello, la vida obtiene un matiz brillante, un aroma exquisito, un sabor de éxito inminente, una sensación de poder y de tener el control de tu vida Y eso, eso no tiene precio.

informes@psicoexito.com

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