Ante la falta de orientación de valores y el desmedido acceso a contenidos violentos y de pornografía en internet, la Secretaría de Salud reportó que en últimas fechas la demanda en población infantil menor a 14 años en los servicios de salud mental por depresión y ansiedad es “sumamente trascendente”.
En entrevista, Susana Isabel Vázquez López, directora de Salud Psicosocial de la dependencia estatal, explicó que hasta hace algunos años se creía que las enfermedades mentales era solo una característica de los adultos y en mucho menor medida en los niños, pero hoy se sabe que el 14 por ciento de quienes tienen entre 10 y 19 años, pueden sufrir de un trastorno, sin que ello lo determine la condición social o económica.
“La enfermedad mental no tiene condición, no tiene raza, color, edad. Hoy en día la enfermedad mental se presenta en los jóvenes menores de 14 años y cuándo inicia la aparición. Hoy sabemos que la aparición de las enfermedades mentales inicia antes de los 14 años, que el 14 por ciento de los jóvenes entre 10 y 19 años, ahora están expuestos a tener una enfermedad mental”, alertó.
La especialista explicó que parte de las causas de este tipo de enfermedades en los menores es la falta de orientación y atención de sus padres, que trae consigo que se distraigan en contenidos de violencia y pornografía a los que acceden, a través del internet y en particular, video-juegos y redes sociales, al grado tal, que pierden capacidad de comunicarse, como sensibilidad con el entorno natural, por ejemplo.
“Los niños van perdiendo la capacidad de comunicarse, la capacidad de encontrar la satisfacción en actividades lúdicas, o sea, la satisfacción de la alegría, de la convivencia con otros padres la pierden y la capacidad de sorprender al mirar objetos, como puede ser la naturaleza, como puede ser el ruido de un río, como puede ser correr descalzos. Para eso, van perdiendo esa capacidad de disfrutar su entorno”, refirió.
Vázquez López sostuvo que ante esta situación, la demanda de atención psicológica es ahora trascendente por parte de los niños y adolescentes que luego de ser entrevistados, son diagnosticados con depresión o ansiedad, por lo que llamó a los padres de familia a estar atentos a los comportamientos que den pie a sospechar de que pueden sufrir cualquier de estos padecimientos que – remarcó- son muy diferentes a cómo se manifiestan en los adultos.
“En las últimas fechas, la demanda de atención en los servicios de salud mental es sumamente trascendente, en la cual se ha identificado que hay presencia de depresión y de ansiedad. Por eso, es que es tan importante hacer un llamado, a los padres de familia, a la población en general, de que signos que hay que estar atentos en los niños, porque es muy diferente cómo se manifiesta una condición de depresión y de ansiedad en un adulto -que es lo que normalmente conocemos- a cómo lo puede presentar un niño”, refirió en entrevista.
La psicóloga expuso que como cualquier persona, los menores de edad pueden padecer de depresión, ansiedad, esquizofrenia y trastorno bipolar, lo que desencadena en una conducta suicida, y a esto se le suman problemas de violencia intrafamiliar, violación o vicios, como conducta de escape.
“En primer lugar, está la condición de la enfermedad mental. En segundo lugar, se coloca la violencia y el alcoholismo cuando hay disfuncionalidad familiar, cuando hay condiciones de violencia sostenida en que se experimenta en la familia, puede ser en el ámbito familiar, en el ámbito laboral, en el ámbito escolar, en el ámbito social”, señaló.
Lo peor de esta situación, advirtió Susana Isabel Vázquez, es que si el menor de edad, cree vivir en la normalidad y los padres no lo aconsejan oportunamente, quedan expuestos a sufrir mayores daños, como el abuso sexual, por ejemplo.
“Hay una gran cantidad de conductas de riesgo que pueden desencadenarse en las niñas, niños y adolescentes desde muy temprana edad, como puede ser iniciar en el consumo de alguna sustancia, como el alcohol. El tabaco puede tener acceso, en el caso cuando tienen acceso a esta información de la pornografía, pueden creer que es natural. Pueden quedar expuestos a un riesgo de que sean abusados sexualmente, porque si no conocen la diferencia entre qué es lo adecuado y qué es lo inadecuado, cuando la protección de su cuerpo no la lleva, en efecto, pueden quedar vulnerables”, apuntó.
Advirtió que un niño o adolescente que padece algún trastorno mental y al mismo tiempo está en un entorno de disfuncionalidad familiar, alcoholismo y violencia sostenida en el hogar, laboral, en el ámbito escolar o social, puede desembocar en una conducta suicida.
“Cuando una persona que tiene una enfermedad mental, que vive violencia, que vive discriminación, que sufre bullyng en cualquiera de sus connotaciones, de lo que es la violencia, pero además está vinculado o consume, tiene un progenitor o un familiar que tiene la enfermedad del alcoholismo, principalmente, todo este conjunto potencializa que la persona tenga un comportamiento suicida”, indicó.
La funcionaria agregó que “no es digno de ninguna familia que pierda a uno de sus integrantes por esta situación. ¿Por qué? Porque la conducta suicida sí es altamente prevenible. La depresión, la ansiedad y las otras enfermedades mentales sí son altamente tratables”.
Por ello, la directora de Salud Psicosocial hizo un llamado a la sociedad en general, pero principalmente a los padres de familia a dedicar tiempo a los niños y adolescentes en nuevos comportamientos que pueden significar depresión, ansiedad o incluso, una tendencia al suicidio, y para ello, remarcó, es indispensable vencer la barrera del miedo al desconocimiento y se informen, orienten y de ser posible, soliciten ayuda especializada para ellos, en lugar de creer que su situación será temporal.
“Es importante que los padres dejemos de expresar o de creer: Se está haciendo, quiere llamar la atención; es un chico flojo, es una chica que no le interesa la escuela, no tiene interés en participar, que no tiene la habilidad para comunicarse o capacidad para desarrollar todo eso. Hoy tenemos que saber que tiene una razón ser”, aseveró.
Reiteró que por parte de las autoridades de Salud federal y estatal, existen líneas telefónicas especializadas para la atención y orientación inmediata por esa vía, y para la atención personal, a manera de terapia, los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) y en particular, la Dirección de Salud Psicosocial, donde también se brinda tratamiento tanto a los adultos, como a menores.
“El llamado es que existe una línea a nivel federal, que es la línea 800 911 2000, la línea de la vida por parte de la Secretaría de Salud en los establecimientos físicos, centros de salud, hospitales, salud mental. Tenemos la Dirección de Salud Psicosocial 3 17 70 49, aquí pueden solicitar orientación, alguna consejería e inclusive, pueden iniciar su tratamiento”, precisó Susana Vázquez.