Gracias a la participación de un equipo multidisciplinario que no ha dejado de atender la demanda de pacientes que reciben diálisis y hemodiálisis al presentar problemas renales, el Hospital Regional de Alta Especialidad, Gustavo A. Rovirosa Pérez, mantiene activo el programa de trasplante de riñón.
El director del nosocomio, Juan Antonio Torres Trejo, informó que en lo que va del 2023 se han realizado con éxito dos trasplantes, con lo que suman un total de 112 intervenciones quirúrgicas realizadas desde 1997, año en que inició el programa.
El médico manifestó que, si bien el trasplante es una técnica segura que permite que el paciente lleve una vida normal con prácticamente un 95% de éxito, es esencial un diagnóstico temprano, principalmente en la población con hipertensión y diabetes descontrolada.
“Esperamos seguir siendo los líderes en este proyecto, porque sabemos la necesidad que hay en la población, además que impactaremos a la economía, tanto del hospital, como de los familiares, que es una enfermedad muy costosa. También es muy importante decirle a la población, que los diagnósticos tempranos producen tratamientos oportunos, que no siempre es en trasplante renal, el trasplante renal es cuando ya el riñón ha dejado de funcionar prácticamente en su totalidad”, señaló.
Torres Trejo subrayó que el Gobierno de Tabasco, aporta el 80 por ciento del costo de una cirugía de trasplante, que en el sector privado puede costar hasta 700 mil pesos.
“Básicamente, el trasplante está en la cartera de servicio del Insabi, el gobierno de Tabasco, a través de nuestro Gobernador, – Carlos Manuel Merino Campos- nos asignan los recursos necesarios para que hacer la mayor parte de este procedimiento, todavía es una enfermedad que es tripartita, la mayor parte la absorbe el gobierno, pero también los familiares tienen que apoyarnos en algunos insumos mínimos, pero muy necesarios para poder nosotros hacer estos procedimientos”, indicó.
El cirujano de trasplante, Alberto Villaseñor Jaime, manifestó que un paciente trasplantado puede llevar una calidad de vida normal con un promedio de vida del riñón de 15 o 20 años más.
“Es un paciente que regresa a una vida normal, como quien dice, vuelven a nacer, con un promedio de vida del riñón –más o menos- de 15 a 20 años, pero ella si se cuida, si lleva a cabo todas las indicaciones médicas y más que nada el ejercicio, que no suba de peso, la alimentación, tomar sus medicamentos, ella puede llegar a tener un promedio de vida de su riñón de 15 a 20 años y hasta un poco más”, precisó.
Villaseñor Jaime detalló que entre los meses de abril y mayo próximos serán intervenidos tres pacientes más, los cuales están por concluir los protocolos de trasplante.
“Para este año, tenemos ya programados tres pacientes, uno para el mes de abril y dos para mayo; espero yo que ningún contratiempo se lleven las cirugías a cabo. A parte de ellos tres, hay una lista de 8 pacientes más que están en protocolo y espero yo que pronto se lleven a cabo sus trasplantes”, precisó.
Los especialistas manifestaron que el donador se mantiene durante una semana con cuidados estrictos una vez realizada la intervención quirúrgica, la cual no representa ningún riesgo, porque que antes de realizar el procedimiento se verifica que la persona esté totalmente sana.
Los pacientes que se someten a un trasplante deben mantener una alimentación sana, equilibrada, principalmente evitar la sal, las carnes rojas, así como todo tipo de grasas de proteínas, y embutidos.