Buscan en el Hospital de Salud Mental reintegración social con paseos terapéuticos

La rehabilitación de los pacientes del Hospital Regional de Alta Especialidad de Salud Mental Villahermosa no es sólo un tratamiento clínico, es también buscar que ellos se reintegren paulatinamente a la convivencia social y puedan regresar a su vida normal y los paseos terapéuticos, sea una salida a un museo, un parque o a la playa turística, es una de las mejores opciones.

Alberto Baeza Campos, responsable del área de Rehabilitación Psicosocial del hospital, explica que en este tipo de paseos los pacientes salen vestidos de civil, con pleno respeto a sus derechos humanos en el trato, en cumplimiento a la Norma Oficial Mexicana 025.

“Dentro de esta norma se establece la realización de paseos terapéuticos, que tiene la finalidad de propiciar un espacio de recreación en donde el usuario pueda tener el contacto con la comunidad y con las actividades de recreación en un área fuera de una institución”, refiere.

Baeza Campos señala que los paseos terapéuticos pueden ser tanto a un museo, una zona arqueológica o a una playa, y en cualquiera de los casos, precisó, se planea el viaje con la logística correspondiente, en cuanto a personal que organizará las actividades recreativas complementarias, como velar por el cuidado de los pacientes.

“En esta ocasión, nos vamos a dirigir a un lugar muy bonito que es la playa Pico de Oro, en el municipio de Centla. Llevamos un número determinado de pacientes, un total de 14 usuarios con diez acompañantes y desde luego, van con las medidas de seguridad que requiere un paseo de esta naturaleza”, detalla Alberto Baeza.

El grupo de acompañantes, agrega, es multidisciplinario y entre ellos hay desde una trabajadora social, psicólogos, médicos, enfermeros hasta fisioterapeutas, que están bien integrados para que no le falte nada al paciente, en caso de cualquier eventualidad.

“Efectivamente, como lo establece la norma, los usuarios deben salir a los paseos terapéuticos extramuros y deben ir acompañados con todo un equipo multidisciplinario. El día de hoy, llevamos desde enfermeros, terapistas ocupacionales, médicos, psiquiatras, que van a dar la atención oportuna en el cuidado y atención de los pacientes en las actividades a realizar”, refiere.

Alberto Baeza sostiene que el propósito es que estos paseos terapéuticos sean cada mes, porque su impacto en la salud mental, coadyuva en la mejora de la autoestima y de una mejor socialización de los pacientes, como también tener mayor confianza para desempeñarse en un empleo.

“¿Qué impacto hemos tenido? Bueno, que las actividades de paseos terapéuticos se embonan con el programa de Inducción Laboral, donde el usuario puede hacer uso de los recursos propios que él va obteniendo, a través de una actividad interna por asistir a los diversos talleres y eso también les da a ellos, la capacidad de poder ser más individuales, poder sostenerse y tener una aspiración de realizar actividades diversas fuera de una institución como ésta”, indica.

Los paseos terapéuticos, desafortunadamente, estuvieron suspendidos dos años por las restricciones de higiene de la pandemia del COVID, fue hasta mayo del año pasado, cuando fueron reanudados, según recuerda el responsable del área de Rehabilitación Psicosocial del Hospital de Salud Mental.

Por ello, para pacientes, como Fredy, este regreso paulatino a los paseos terapéuticos es tener la oportunidad de convivir nuevamente con sus compañeros y cambiar de ambiente.

“Es una de las maneras de salir de la rutina, de estar en un hospital y nos ayuda mucho para relajarnos, para convivir con nuestros compañeros y así de esa manera, poder tener algo diferente cada día”, expresa.

Fredy, quien tiene dos años y medio en el Hospital de Salud Mental, dice que lleva ya cinco paseos terapéuticos y de ellos, dos han sido a la playa. Los otros, a museos.

“He salido varias veces con mis compañeros, pero teníamos ya casi un año que no salíamos. En este caso, la playa es casi un año de tiempo. Pero, sí, no nos ayuda mucho, porque nos relaja. Nos ayuda a mantener siempre una actitud más positiva para seguir adelante”, reconoce este paciente.

En pocas palabras, este tipo terapia ha hecho que este joven tenga otra perspectiva, más allá del tratamiento clínico, además que tenga la esperanza de volver más pronto a su vida normal.

“Nos ayuda a ver la perspectiva de una vida casi normal, como debe ser. Y la convivencia con los compañeros nos ayuda mucho también. Y eso, ahí afuera también es importante, porque se desarrolla uno en ese ámbito”, manifiesta este joven que está listo para su partida en esta ocasión a Pico de Oro.

De este viaje a Pico de Oro, las imágenes son evidentes de que los pacientes del Hospital de Salud Mental Villahermosa pasaron momentos de convivio y fueron más allá de lo que les ha significado el internamiento.

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