México atraviesa una onda de calor que ha encendido las alarmas en todo el país. Principalmente en el norte, donde las temperaturas han alcanzado los 40°C o 45°C, y en la Ciudad de México o el Edomex, donde se ha sido testigo de un calor que llega a los 33°C o los 35°C.
Por ello, las autoridades han lanzado una serie de recomendaciones que involucran, además de usar ropa ligera de colores, tener a la mano protector solar o evitar hacer actividades bajo los rayos del sol, estar hidratados constantemente, con el objetivo de regular la temperatura del cuerpo y evitar golpes de calor.
Los riesgos de tomar refresco en épocas de calor
Entre las bebidas más populares para hidratarse pueden mencionarse en agua, los sueros, las cervezas de diferentes tipos y desde luego, las bebidas azucaradas como puedes los jugos embotellados o los refrescos en cualquiera de sus presentaciones y sabores.
Sin embargo, la característica de los refrescos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, es que son fabricados para ser agradables al paladar, y despierta el gustos por los sabores dulces e intensos, pero no son una buena opción para hidratarte debido a su alto contenido de azúcar, sodio y calorías.
Además, estas bebidas, más allá de hidratarte, tienen un efecto contrario. Ésto, porque al momento de ingerirlo, el cuerpo necesitará de agua para transformarlo en energía, y los órganos trabajarán de manera extraordinaria para obtener el resultado final, además de que las calorías elevan la temperatura corporal, haciéndonos sudar, perdiendo líquidos.
Otra de las razones por las que nos deshidrata, es que si la energía que aporta no es consumida por el cuerpo, quedará almacenada en los músculos y se convertirá en grasa, haciéndonos subir de peso y provocando una descompensación en la cantidad de líquidos en nuestro cuerpo.
Lo anterior, sin olvidar que las bebidas con cafeína también actúan como un diurético, es decir, nos hará perder líquidos a través de la orina, además de síntomas como la taquicardia, la ansiedad, el temblor en las manos, las piernas, entre otros padecimientos.
Lamentablemente, los refrescos obtienen la peor calificación cuando se trata de bebidas que cuiden de nuestra salud. De acuerdo con un artículo de Harvard T.H. Chan School of Public Health, las bebidas azucaradas no aportan ningún otro nutriente más que las calorías.
El consumo rutinario de esta clase de bebidas podría afectarte considerablemente, no solo con un aumento de peso, sino que hay riesgos de desarrollar algunas enfermedades como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, gota, y otros padecimientos crónicos, además de estar asociadas a las muertes prematuras.
Opta por tomar agua
Las autoridades mexicanas informan que tomar agua tiene muchos más beneficios. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el agua potable favorece el buen funcionamiento de los riñones, la excreción de sustancias tóxicas, grasas, etcétera; regula la temperatura corporal; ayuda a la digestión y también hidrata la piel.
En este sentido, recomiendan que hay cantidades de agua que el ser humano necesita. Por ejemplo, de los 4 a los 8 años, son aproximadamente 1.6 litros por día; de los 9 a los 13 años, cerca de 2.1 litros por día en hombres y 1.91 litros al día en mujeres; de los 14 años en adelante, son 2.5 litros al día para hombres y 2 litros al día para mujeres.
En el caso de los bebés de 0 a 6 meses, sin de 100 a 190 mililitros al día; de los 6 a los 12 meses, son de 0.9 a 1 litro por día, y de un año hasta los dos años, son de 1.1 a 1.2 litros al día. Para las mujeres embarazadas son un extra de 300 mililitros al día, y en lactancia, 700 mililitros extra al día.